48. ...son los resultados del mañana.

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La casa de los Black en Grimmauld Place se había vuelto el hogar de Jazmine Black una vez las nupcias terminaron y las responsabilidades de esposa de la chica se hacían presentes.

No tenía que preocuparse por nada en particular, pero tener a Walburga Black pisando sus talones para presionarla y tener un primogénito la estaban llevando a la locura. Casi un año de soportarla con la misma plática una y otra vez.

Parecía como si nadie se hubiera dado cuenta que apenas había cumplido diecinueve años hace menos de dos semanas y que su esposo apenas acaba de cumplir dieciocho.

Voldemort quería a su primogénito pero no le había dado un tiempo definido hasta que en medio de la noche, Regulus apareció totalmente desaliñado y lleno de mugre, sacándola de su habitación.

—Tenemos que irnos —murmuro con un miedo enorme que la hizo encogerse en su propio cuerpo y preocupada se puso sus ropas.

—¿A donde vamos? —preguntó mientras bajaban las escaleras, siendo completamente observados por Kreacher quien veía con cierto respeto a la pareja—, nuestro señor...

—Necesita verte, esta furioso con ambos —sus ojos grises sin vida y sus enormes ojeras la hacían temblar ante la poca cordura que estaba empezando a ver en él—, no le hemos dado...

—Dijimos que esperaríamos a estar en francia a finales del año —lo llamó alarmada—, ¿Qué esta sucediendo?

—Ellos lo saben Jazmine, ellos saben que estamos mintiendo —la miro impaciente, tirando de ella—, no podemos dejar que ellos descubran todo lo que hemos hecho.

—Pero no hemos hecho nada malo —murmuró, esperando que Kreacher los escuchara porque si bien el elfo le era fiel a Regulus, Walburga era su ama y señora—, solo estamos esperando.

—Hubo un recién ataque, la Orden se enfrentó con él, esta furioso con todos ahora que se siente amenazado —trago duro la chica—, Kreacher te necesito, necesito que nos ayudes.

—Claro amo, con todo gusto —su voz chirriante le molestó a la chica porque a ella jamás le haría tanto caso.

Aparecieron fuera de la casa de los Lestrange, donde todo era sumamente más frío que la de los Malfoy. Si bien había ido un par de veces, ahora el lugar era más tétrico por la forma en que todo estaba iluminado de manera tenue y en medio de la sala yacía un impaciente Tom Riddle.

—¡Severus! —él gritó del hombre de blanca piel y cabellos negros la hizo apretar la mano de su esposo quien tenía la cabeza baja mientras que Kreacher está detrás de ellos dos.

Severus si bien seguía en contacto con Regulus con ella se había vuelto cero y ni siquiera había aparecido en su boda, por lo que verlo de nuevo e igual de demacrado o incluso un poco más que Regulus la impresionó.

Estaba más delgado de lo normal y su cabello estaba grasiento, sus ojeras eran enormes, sus labios resecos y su piel parecía pálida.

—¿Si, mi señor? —el murmuro que aquel chico le dió le hubiera parecido gracioso hace meses a Jazmine, pero sabía que todos se escuchaban igual de sumisos que él, incluyéndola—, la poción que usted mando a preparar esta hecha.

Regulus y ella se miraron confundidos. Un par de adolescentes completamente manipulados llenos de miedo y aferrandose al amor del otro.

A Jazmine le hubiera encantado que su historia estuviera llena de rosa pero, amar a Regulus se sentía como un color negro. Porque todo en él la llevaba hasta lo inimaginable, incluso rompiendo sus propios ideales y teniendo miedo en cada instante.

—Señora Black, le pido que acompañe a Severus a la siguiente habitación, su esposo y yo tendremos una adorable charla.

Ella solo pude asentir antes de caminar detrás del pelinegro que se pavoneaba con su capa negra, totalmente ajeno a lo que todos los demás sentían o eso quería dar a saber.

The way i loved you - Regulus Black Where stories live. Discover now