The way i loved you - Regulus Black

51. Han pasado los años

Jazmine salió de la casa mirando el cielo... un cielo igual de gris que en aquellos tiempos, donde el viento parecía frío y seco.

Supo que las cosas no estaban bien, como si fuera una advertencia de qué él había regresado.

—Jazmine —Remus murmuro detrás de la chica mirando el cielo de la misma manera que ella—, la marca tenebrosa apareció en el campamento.

—Harry James... —murmuró ella alarmada mirando al hombre quien abre sus brazos para ella—, hay que ir, hay que ir por él.

—No puedes Mia, recuerda que todos piensan que estás muerta —apretó su cuerpo, reteniéndola a que se escape de sus brazos para mantenerla cuerda—, Harry sabe de ti, pero nadie más.

—Pero...

—La carta que le entregué hace meses lo confundió demasiado, déjalo que respire —su voz tranquila pero amenazante solo hicieron que ella se rindiera en sus brazos y solo apoyara su cabeza en su hombro—, Sirius esta en Grimmauld Place.

—Dombuldore dijo que lo mantendría a salvo en su casa, aunque Regulus, aun no estoy segura de querer verlo —mencionó deshaciendose de su abrazo y entrando de nuevo a la cocina.

—Regulus igual desapareció, lo último que se supo fue que lo liberaron de cargos porque presentó pruebas de envenenamiento y hechizos de poder —explicó el delgado hombre mientras se sentaba frente a ella para mirar su espalda, pues la mujer fregaba los platos—, no se sabe de él.

—Sí, pero puede aparecer en cualquier momento, es su casa.

—Con el encantamiento fidelio, dudo que Regulus pueda entrar a esa casa... ¿Mia, aun lo extrañas?

Ella paro de hacer lo que hacía y miro sus manos con nervios. Lo extrañaba cada maldito instante, lo extrañaba con demasiada fuerza y en las noches solo podía conciliar el sueño solo si recordaba la forma en que ella la veía, ocultando la mirada vacía de su hermano.

—Remus, estoy contigo, obvio no lo recuerdo —mintió descaradamente—, pero sabes que amé demasiado a Regulus, aun sigo casada con él aunque no me recuerde, pero marcó mi vida y debes de ser consciente de que algo así no puede superarse de la noche a la mañana.

—Han pasado quince años, tienes que olvidarlo —su voz un tanto cargada de enojo hicieron que ella bufara—, hay que preparar las cosas, se que Sirius querrá verte.

Ella solo asintió mientras lo veía irse.

Después de permanecer tirada alado del cuerpo de James, Severus la ayudo a ponerse de pie pero ella no quiso despegarse del cuerpo de su hermano quien tenía los ojos mirándola directamente.

Harry y ella permanecieron en la esquina de la casa. Ella tratando de consolar el llanto de su pequeño sobrino mientras su mente estaba en completo shock.

Una niña de veintiún años se había quedado completamente sola, a cargo de un bebé que amaba con todo su corazón.

Hagrid apenas y pudo separarla del cuerpo del niño esa madrugada, ella imploró que se lo dejaran pero Dumbledore se negó cuando le explicó el hechizo de amor que Lily había hecho, protegiéndolo.

Lily y ella fueron cercanas, pero Jazmine nunca iba a comprender el amor de ser madre y menos en el hecho de que fueran hermanas de sangre, así que Harry solo podía estar seguro donde Petunia Dursley.

Cuando sacaron el cuerpo sin vida de los Potter, ella pasó días enteros dentro de la casa que estaba en ruinas.

Sirius los había traicionado, Peter había sido asesinado. Remus era el único que le quedaba y en el que podía confiar. Ella, en su tristeza pidió a Albus Dumbledore que la dejara irse, borrando todo su registro para que Harry no supiera de ella hasta la debida edad.