Ariana Grindelwald nació con un defecto físico y no puede evitar ser juzgada por todos los magos y brujas incluyendo al ministerio de magia que es el gran régimen que existe en el mundo mágico, vive con su madre Lie, su tía Mell y su abuelo Elio Gri...
— ¿Qué dudas? —cuestionó Scorpius, Albus bufo y se puso frente a él.
— Los dementores de la noche de bienvenida, tal vez ese tal Benjamín sepa quiénes son y cómo se crearon —
— ¿La espiamos? —casi parecía una de las locas ideas de Albus, como siempre.
Albus tampoco creía que fuera lo correcto, pero Ariana no había dicho nada más de los Hormonox y como todos los estudiantes, él también tenía duda sobre ello— Debemos averiguar si ese tal Benjamín conoce algo —
Ariana no demoró ni veinte minutos en llegar a Benjamín cuando lo topo en una encrucijada de las escaleras.
— Ben… —masculló y se alivio al verlo, lo abrazo, aunque no recibió el abrazo de vuelta como ella esperaba, se dio cuenta de la tez fría y de lo pálido que se veía Benjamin aún siendo él de tez canela, después vio las ojeras, Benjamin no las tenía antes, vio su cabello desaliñado y se preocupó por él— ¿que te ha pasado? —
Benjamín no había dormido en días. No desde que supo que los Homornox fueron destruidos por la intrépida Grindelwald durante el banquete de selección en Hogwarts, Rita Skeeter había escrito sobre ello y había tomado fotos que pronto subió y fueron repartidas en todo el mundo mágico.
— Veo que Hogwarts no te ha tratado tan mal —sonrió desganado de lado— ¿cómo te va con tus compañeros de clases? —pasó a un lado de su prima queriendo subir las escaleras.
Ariana titubeo— bi.bien, muchos me tienen miedo —acepto por un instante.
Benjamín rio— ¿miedo? ¿Los amenazas? —
— No —dijo Ariana de inmediato— sería incapaz, es solo que soy una Grindelwald —
— Que extraño, creí que serías adorada, a Hogwarts le gusta el caos —dijo en tono burlesco, sabiendo que Ariana sería mal vista desde el principio en Hogwarts.
Ariana entonces volvió a recordar la noche de selección y no dudo en preguntar— ¿Supiste lo que pasó el día de iniciación? —Albus y Scorpius a punto de bajar las escaleras escucharon la voz de Ariana y se detuvieron.
— Rita Skeeter es una chismosa de primera, lo público —
— Eran Homornox —expresó Ariana— tu hechizo —Albus y Scorpius se miraron.
— Sí, es una lástima, fueron desintegrados muy rápido, me pregunto ¿por quién? —
Ariana frunció su ceño, porque Benjamín comenzaba a comportarse como un patán— Benjamín, atemorizan a todos los estudiantes, nunca habían visto algo así —recalcó Ariana— tal vez alguien que conozcas hizo esto, los envió… —
De pronto la presencia de su prima lo hacía sentir miserable, casi como si estar con ella vestida como una estudiante de Hogwarts lo frustraba, la habían alabado y llenado de misterio en la publicación de Rita, nadie nunca había sido tratado de esa forma en algo así— yo los envié, Ariana —dijo sin titubear y casi como si no tuviera miedo de que alguien más escuchará, el corazón de la pequeña Grindelwald por un momento se volvió pequeño.
— ¿Qué? —su voz se había desvanecido en presencia de Benjamín.
Él amaba sorprenderla siempre, dio un paso hacia ella y sonrió de lado— los Homornox fueron una bienvenida de parte de mi grupo de estudio —
— Atacaste Hogwarts —masculló Ariana bajando las escaleras al mismo tiempo que Benjamín la seguía intimidando.
— Habría ganado mi puesto de no haber sido porque alguien los destruyó, pero ahora sé que fuiste tú, no sabía cómo tomarlo, ¿sabes? —
— Benjamín, ¿qué te pasa? —
De pronto el aura de su primo se oscurecía para ella, casi como si fuera una especie de advertencia de que algo estaba por pasar— Planeo ser el mago más poderoso de este siglo, Ariana y lo único que se interpone entre eso y yo, empiezas a ser tú —dicho esto, paso de su lado, sin decir más nada, con escalofríos envolviendo todo el cuerpo de la pequeña Grindelwald.
Parecía el inicio de algo que no acabaría bien.
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