📜 Capítulo 36. La Única Manera

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— ¿Hasta cuándo tendré que esperar a los Carrow? Tengo cosas más importantes que hacer —

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— ¿Hasta cuándo tendré que esperar a los Carrow? Tengo cosas más importantes que hacer —

Benjamín estaba dentro del cuarto de conferencias de los Carrow, un cuarto oscuro y sin ventanas, parecía tener moho en las paredes y posiblemente dos que tres animalejos pequeños en los alrededores, la mesa era tan rústica y vieja que rechinaban si alguien la tocaba, las sillas siempre se sentían húmedas, como si todas las noches les tiraron agua y las dejaron a oscuras en el cuarto.

Tras de Benjamín se encontraba el señor Krall, era el guardián de la puerta quién esperaba a que los hermanos Carrow entrarán por ella para poder irse, asegurando que encontrarán a Benjamín en la oficina, Krall era un fiel devoto a Grindelwald y por ende a Benjamín a quién le tenía un profundo respeto y esperaba que fuera tan grandioso y polémico como su ancestro.

La puerta se tocó tres veces y fue la señal del señor Carrow para que Krall abriera la puerta, les saludara con una reverencia silenciosa y se fuera por la puerta, educado y sin buscar pleitos era como siempre describirías a Krall, a él no le interesaba el poder, le interesaba que una guerra mágica se desatará y poder ser partícipe de ella.

— gracias por esperarnos, joven Egwu —

— me has tenido esperando por casi media hora, Amycus —expresó Benjamín con desprecio— ¿Por qué envías una lechuza a mi casa? Por casi mi familia nota que es tuya —

— mis disculpas, joven Egwu —Alecto por su parte era silenciosa en lo que hacía, casi por mantenerse al margen de los berrinches de Benjamín, era Amycus quien más se comunicaba con Benjamín o con cualquier otro, mientras Alecto imponía un silencio perturbante.

Bejamin entonces fue obligado a sentarse nuevamente por Alecto, quién le tomó del antebrazo y lo obligó a sentarse poniendo sus manos sobre sus hombros y apretando con fuerza hasta que Benjamín en un impulso de dolor se dejó llevar, Amycus se pasó sobre la mesa en frente y sonreía complacido.

— Espero que esto sea urgente, Amycus… —

— lo es, joven Egwu, en vista de que usted no quiere que su prima tomé el lugar como líder de nuestra secta… —

— ya hablamos de esto, Carrow —masculló con menosprecio Benjamín.

— hemos tomado en consideración su candidatura a ser el líder —y de pronto esa mirada de menosprecio en Benjamín se borró y poco a poco levantó su rostro y también sus expectativas— sí, es cierto que es un Grindelwald y de igual manera aunque sea descendiente de los Egwu, no hay porque dejar de lado los Grindelwald —

— sabía que entrarían en razón —miro a los hermanos y se levantó de su asiento.

— Nos tomó tiempo darnos cuenta, señor Egwu —respondió Alecto— pero creemos que usted es el indicado para el puesto y tenemos una manera efectiva de comprobarlo —una sonrisa macabra se dibujó en las comisuras de Alecto y eso alentó a Amycus a seguir.

— sí, sucede que no podemos seguir adelante de esta manera, ¿Sabe? Debemos saber que es el indicado para el puesto, porque como usted aún existe una familia Grindelwald, sabemos lo duro que ha trabajado la familia Grindelwald para salir adelante con su apellido —

Benjamín guardó silencio.

La delgada línea entre él y su familia era notoria y si él se impulsaba a algo así, también arrastraría a su familia a ello.

— necesitamos saber que los Grindelwald siguen siendo lo que deben ser —Benjamin levantó su mirada a Amycus quién sonreía siniestramente— necesitamos el poder y la determinación de un Grindelwald —

— dime de una vez que necesitas que haga para ser el líder y llevarlos a la gloria —masculló Benjamín como si estuviera a punto de saltar al fondo de un lago, sin darse cuenta que la soga en sus pies venía atando a su familia completa.

Amycus lamió sus labios antes de poner la condición para Benjamín, pero en un acto de presión grupal, Alecto se acercó a Benjamín por detrás y Amycus enfatizó su mirada en él.

— la única forma de aceptarlo como líder, es asesinando a Ariana Grindelwald, solo así sabremos que el legado Grindelwald está en usted —

La sangre se volvió fría en Benjamín y retrocedió de horror antes de chocar con Alecto y separarse de inmediato, un escalofrío perturbante recorrió  cuerpo completo de Benjamín y de pronto frente al risco no parecía intentar tirarse, sino intentar tirar a Ariana atada de los pies y manos para caer al fondo del lago.

— es sencillo, si realmente es quién dice ser —pronuncio Alecto— los magos oscuros estamos a su disposición y aceptamos ser los Seguidores de Grindelwald si usted es quién liderará la contienda contra Ariana Grindelwald —

— solo puede haber un solo líder, joven Egwu —agregó Amycus con convencimiento.

Muy en su mente, Benjamín aún estaba en ese risco con Ariana frente a él, suplicándole que no la tirase del risco, ella estaba asustada y él estaba frente a ella, Amycus y Alecto le susurraban al oído que la tirasen, que solo uno podía ser el líder.

Y lo que parecía ser los momentos junto a Ariana se tornaron perturbadores, las primeras veces que estudiaron encantamientos juntos, la primera vez que utilizó la varita de Benjamín, durantes las cenas de navidad las miradas de complicidad que se lanzaban, durante las noches de Halloween juntos crean nuevas fantasías a través de la ventana de Ariana y todo eso de pronto parecía rasgarse con facilidad, cuando la oportunidad de ser el mago más respetado y temido del mundo se le hacía presente.

Y lo que parecía ser los momentos junto a Ariana se tornaron perturbadores, las primeras veces que estudiaron encantamientos juntos, la primera vez que utilizó la varita de Benjamín, durantes las cenas de navidad las miradas de complicidad que se ...

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Ariana Grindelwald Y El Legado MalditoWhere stories live. Discover now