Ariana Grindelwald nació con un defecto físico y no puede evitar ser juzgada por todos los magos y brujas incluyendo al ministerio de magia que es el gran régimen que existe en el mundo mágico, vive con su madre Lie, su tía Mell y su abuelo Elio Gri...
Йой! Нажаль, це зображення не відповідає нашим правилам. Щоб продовжити публікацію, будь ласка, видаліть його або завантажте інше.
— ¿Está bien sentirse oprimida? —
Ariana sentía como si millones de Demiguise estuvieran sobre ella y saltando sobre su cabeza una y otra vez. El hecho de que Hogwarts pidiera un examen de conocimientos la hacía dudar de si realmente sería capaz de realizarlo y pasarlo con éxito, no quería fallar porque sabía que Hogwarts era la única escuela que había enviado una carta para ella, era su única oportunidad.
— dicen que en Hogwarts enseñan mucho el cuidado de criaturas mágicas —para Benjamín, Hogwarts era una escuela poco común, dónde las personas con fetiches extraños lograban entrar y solo personas de ahí lograban de alguna forma meterse en algún embrollo mágico, uno de los ejemplos fue el anterior evento que sucedió, pues aunque ellos no habían nacido, aún en sus tiempos se hablaba sobre la segunda guerra mágica.
Los conflictos derivados del segundo ascenso al poder de Lord Voldemort después de su regreso en 1995. Voldemort y sus seguidores, los Mortífagos, llevaron a cabo una campaña de violencia a través del mundo mágico y de muggle, buscando derrocar al Ministerio de Magia y subyugar a los hijos de muggles, con el objetivo final de conquistar todo el mundo mágico y el muggle. Harry Potter, profetizado como "El Elegido", capaz de poner fin al poder de Voldemort, tomó un papel activo en esta guerra, junto a sus compañeros del Ejército de Dumbledore y los miembros de la Orden del Fénix. La Segunda guerra técnicamente se inició el 24 de junio de 1995, aunque no fue anunciada oficialmente por el Ministerio hasta el 17 de junio de 1996, y finalizó el 2 de mayo de 1998, en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería después de la Batalla de Hogwarts.
— Debes ayudarme, debo pasar el examen —Hogwarts era un lugar para personas problemáticas, pero estas personas problemáticas siempre resultaban ser emblemáticas.
Benjamín creía que si Ariana llegaba a entrar a Hogwarts, no sólo sería aceptada, sino también podría ser la gran bruja de su tiempo y reduciría su oportunidad de ser un mago reconocido.
Pero Ariana era su prima, era quién lo admiraba con tanta devoción y era quién le pedía que le ayudará a estudiar para poder pasar el examen de Hogwarts. Benjamín sentía que se estaba traicionando a sí mismo.
Y era un remordimiento que estaba dispuesto a soportar, solo porque no quería ver los sueños de Ariana tan cerca de tenerlo, por ello aceptó— está bien —aunque no se había dado por vencido con su intento de ser el mejor mago de su tiempo, solo el paso de la vida lo diría— pero no te prometo que logremos abarcar todo lo que dan en Hogwarts —Ariana saltó de alegría en su cama y Benjamín no pudo evitar sonreír también— Hogwarts es mucho más intenso que Drumstrang en cuanto a ciertas materias —aclaró Benjamín.
Pero Ariana estaba segura que Benjamín podría hacerla la mejor estudiante para Hogwarts en tan solo unas horas— sé que podremos —aseguró Ariana con orgullo— tú me ayudarás y yo me concentraré —
Y durante las dos horas en que Lie y su hermana Cally estuvieron fuera de casa con los asuntos del dinero recaudado por parte de la abuela Mell de Ariana, Benjamín y Ariana se emocionaron con las prácticas mágicas en el ático del dormitorio de Ariana.
Ariana fantaseaba una y otra vez con recorrer los pasillos de Hogwarts aunque nunca hubiera salido siquiera a la parte frondosa del bosque, su piel era tan pálida como la hoja de un papel y no había recibido más luz que la del sol naciente por su ventana y la luz cálida que Faigel irradiaba a su lado.
— repite conmigo, Expeledor —Ariana apuntaba a una un libro en la mano de Benjamín.
Ariana se mentaliza el hechizo en su cabeza y se preparaba para lanzar, sus manos temblaban, pero ya había lanzado hechizos con la varita de Benjamín y por el mucho tiempo que lograron que ella implementará la varita, apenas y el hechizo más inofensivo podría resultar un tanto explosivo.
Aún así ella pronunció— Expeledor —y el hechizo salió disparado con mucha fuerza de la varita de Benjamín, él cerró sus ojos mientras alejaba su rostro del libro en su mano y la explosiva chispa de magia chocó contra el libro para tirarlo contra la pared con tanta fuerza que el ático retumbó por un momento y ambos quedaron inmóviles en sus lugares.
Benjamín agradeció que la casa no cayera sobre ellos, pero volvió rápidamente a Ariana con satisfacción— nada mal, creo que hasta el momento te sabes cinco encantamientos ¿no? —había pérdido la cuenta de los hechizos enseñados, pero Ariana sí tenía claro todos los hechizos que había aprendido.
— me sé veinte —replicó Ariana con confianza— pero solo hemos practicado once —recordó con claridad.
— bueno, ¿los demás tienen que ver con ataques? —cuestionó Benjamín y Ariana asintió tímidamente a lo que Benjamín respondió con un suspiro— bueno, no lo practicaremos con mi varita, pero tengo un hechizo nuevo que quiero que veas —tomó la varita de la mano de Ariana y emocionado se hizo al otro extremo del cuarto— no temas —agregó— durante todo el año pasado estuve tratando de crear un nuevo hechizo por mi parte y la verdad creo que me sale muy bien —agregó Benjamín con mucho orgullo.
— wou —Ariana emocionada dijo— solo los magos y brujas más poderosos logran hacer algo así, Benjamín —
Benjamín estaba orgulloso— sí bueno, es algo como el Expecto Patronum —mencionó Benjamín recordando para explicarlo con detalle a su alumna estrella— pero a diferencia de un Patronum que sirve para ahuyentar dementores, mi encantamiento es como la mezcla de ambos —era Ariana la única persona que le daba fuerzas para ser mejor y si ella se emocionaba con ello, Benjamín también creería en él, aunque durante el tiempo que Benjamín estaba ahí Faigel salía de paseo por los árboles y bosques para regresar cuando este se hubiera ido.
Ariana estaba confundida, pero se sentía tan libre de su expresión qué preguntó— ¿una mezcla entre un Patronum y un dementor? —
