Ariana Grindelwald Y El Legado Maldito

📜 Capítulo 29. Madam Malkin

Ariana se probaba el vestido tras la cortina, mientras Benjamín leía el periódico de El Profeta con un gran titular que decía:

“LA AHORA VIDA DE HARRY POTTER, EL NIÑO QUE VIVIÓ”

Y abrías el periódico para prácticamente tener una vida completa de Harry Potter y su familia bien acomodada y para nada disfuncional. Harry Potter era un mago de sangre mestiza y el único hijo de James y Lily Potter. Es la única persona conocida que ha sobrevivido a la maldición de Avada Kedavra, haciéndolo en dos ocasiones. Ambas veces la maldición fue conjurada por Lord Voldemort. La primera, en un intento de matar a Harry de bebé, conlleva la primera derrota de Voldemort y al final de la Primera Guerra Mágica. La segunda, (en la que a diferencia de la primera Voldemort logra matarlo efectivamente pero luego el niño revive) destruye una parte más del alma de Voldemort y lleva a su destrucción definitiva y al final de la Segunda Guerra Mágica.

Benjamín cerró el periódico abruptamente justo cuando Ariana se terminó de probar el vestido— no fue así conmigo, parece un buen chico, realmente —aludió Ariana— además, realmente creo que quiere ser mi amigo —

Ariana había salido del vestidor con el vestido puesto, era largo y apto para las fiestas navideñas que se tendían a realizar, el Baile de Navidad era una tradición del Torneo de los Tres Magos y como lo dice su nombre; es un baile en Navidad.

Parte tradicional del Torneo de los Tres Magos es el Baile de Navidad, el cual tiene lugar, como su nombre indica, el día de Navidad, desde las ocho de la tarde hasta la medianoche en el Gran Comedor. Sólo pueden participar en él los estudiantes de cuarto curso en adelante, aunque los alumnos más jóvenes pueden ser invitados como parejas. Se requiere una túnica de gala, y tradicionalmente son los campeones y sus parejas quienes abren el baile.

Este año, a diferencia del año pasado en el tiempo escolar, el colegio Durmstrang se vestiría de gala y se arreglaría para recibir a los demás colegios mágicos que asistirán al gran campeonato y también a la fiesta de navidad.

Ariana vestía con un elegante vestido con cuello, completamente plateado y con decoraciones delicadas emperladas, Madam Malkin se había esmerado realmente con este vestido y alucinaba con el estilo y gracia que hacía lucir a Ariana en él, era casi como ver a una bruja como princesa.

Benjamín se quedó mudo por un instante cuando la vio con el vestido, Ariana nunca había usado un vestido así de largo por ello caminaba torpemente con él y Benjamín sonrió embelesado con la torpe forma en la que intentaba ponerse frente al espejo— te ha quedado divino —Madam Malkin estaba en ensueño, hacía poco había lanzado el vestido y las mujeres que se lo probaban difícilmente lograba mostrarlo con tanta elegancia.

— no lo sé —pero para Ariana era incómodo no ver sus pies y sentirse tan erguida con él.

Benjamín veía a Ariana en el espejo mientras ella enroscaba su mano en el antebrazo de él, por minutos se quedaron ahí uno junto al otro, mientras Madam Malkin corría a atender a una mujer que recién entraba en el establecimiento.

Ariana se removía el vestido y Benjamín no paraba de sonreír— deja eso —

— es que es muy largo, me caeré con esto —

— no te caerás —aseguró Benjamín— yo estaré tomando tu mano ¿recuerdas? —

El baile de navidad era en Durmstrang al igual que la enorme actividad de la Copa de los tres magos, Ariana había olvidado el pequeño detalle de que era el último año de su primo y por lo tanto él también estaría en esa fiesta, una sonrisa cómplice se dibujó en sus labios también— por primera vez bailaré en un evento de colegios e iré a un colegio y también bailaré contigo —su emoción no era capaz de ser descriptible, Ariana jamás había soñado tan en grande como ahora lo hacía, ahora que su camino se abría paso.

— serás mi pareja en el baile de navidad y te enseñaré a bailar, pero primero compramos el vestido y asegurate de pasar el examen —

Ariana se mordió el labio inferior y asintió— me aseguraré de ello —aún con los lentes, no era difícil saber que Ariana estaba mirándole a él.

De pronto ese momento se congeló para siempre en la mente de Ariana y sintió una calidez que solía experimentar cuando se sentía feliz, eran esos pequeños momentos cuando podía decir que tenía una vida realmente placentera.