📜Capítulo 24. Una reputación

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Pero Ariana suspiro con pesadez a la vez que se lejana de ellos— cuando lo vean, seguramente no querrán acercarse a mí y lo entiendo, no los culpare —Ariana advirtió de los que sucedería, antes de quitarse los lentes poco a poco y dejar ver su ros...

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Pero Ariana suspiro con pesadez a la vez que se lejana de ellos— cuando lo vean, seguramente no querrán acercarse a mí y lo entiendo, no los culpare —Ariana advirtió de los que sucedería, antes de quitarse los lentes poco a poco y dejar ver su rostro pálido por completo— la razón por la que llevo estos lentes... —Albus y Scorpius miraban el rostro de Ariana con naturalidad, pero Ollivander era como un chismoso señor de casa, que miraba sobre su ventana para ver el pleito que formaban sus vecinos.

— no deberías confiar mucho en el pasado, es solo eso, el pasado ... debes aprender a tomar tu futuro y moldearlo... —

De pronto parecía que las palabras del señor Weasley hacían efecto en su memoria y en sus pensamientos, sabía que tenía una mala reputación al nacer, pero no había hecho nada para cambiarlo, el pasado de su familia la traía fuertemente ligada, pero a no ser que ella misma cortará esa soga, no tendría realmente su voz para relatar su propia historia.

— porque mi nombre es Ariana Grindelwald —y con su corazón a mil, Ariana abrió sus ojos decidida, con la mirada en el suelo y sus manos empuñadas— descendiente directa de Gellert Grindelwald —admitió con pesadez y vergüenza, pero levantó su mirada, cuando el aire pareció desaparecer del lugar para Albus y Scorpius, ambos horrorizados por lo que veían, Ollivander mantenía sus labios entreabiertos y su ceño severamente fruncido, Albus y Scorpius abrieron sus ojos tanto que parecía que la misma medusa petrificado en el lugar.

Ariana tomó su brazo con incomodidad e inseguridad y desvió su mirada de las personas, sentía que cada vez que sus ojos entornaba en alguien maldecían a la persona con un rostro lleno de miedo y odio, como lo era con su madre y con Ellie Beckendorf cuando la vio.

Ollivander experto en el interior de varitas y el poder de las mismas, presenció por primera vez a la descendiente de los rumores, el legado de Grindelwald era real después de todo, pero ¿Los relatos sobre ella? ¿Serían igual de ciertos?

Ollivander entonces salió de su mostrador y se acercó a Ariana— extiendeme tu mano, niña —a lo que ella hizo caso sin rechistar, Ollivander entonces tomó la mano y la examinó con dedicación— eres muy fría, te vendría bien una varita de acebo, tengo varias por aquí —pero se detuvo en el centro de su palma y dijo— no, acebo definitivamente no —Ollivander dirigió su mirada al rostro de Ariana y Ariana le imitó, por momentos Ollivander frunció su ceño con preocupación y muy a su modo dijo— tienes un gran poder, dentro de ti, muy poco se siente una fuente de energía mágica así. Debes tener cuidado cuando desarrolles este poder, desarrollar un poder de esta magnitud tan rápido, en ocasiones puede ser muy desastroso ¿Será tu primera varita? —

— ¿Cómo lo sabe? —

Ollivander entonces sonrió cómplice— hace mucho que hago varitas para magos y brujas, señorita Grindelwald, en especial a estudiantes que van a Hogwarts —

— Iré a Hogwarts, es mi primer año ahí, pronto haré una prueba de admisión —reconoció de inmediato Ariana.

— seguramente será entretenido —admitió Ollivander viendo el estante hacia arriba, dónde una varita de Acebo parecía la correcta— debido a su reputación —

Albus Potter había oído rumores y cuentos oscuros de Ariana Grindelwald, mayormente en el colegio se decía que Ariana era una bruja pálida y seguramente demacrada, pero Albus era testigo de que lo que se decía en los pasillos de Hogwarts en cuanto a su aspecto, no era cierto. Scorpius por su parte se impresionó porque las historias contadas exactamente sobre ser una bruja sombría y sin emociones no era cierto, pues Scorpius testigo era de que Ariana reía y sentía compasión por aquellos que lo necesitaban.

Pero habían hablado de los rumores y dichos sus opiniones de Ariana Grindelwald sin pensar en que en realidad era ella quien los escuchaba.

Aún así Scorpius consideraba que no era apto el comportamiento que hasta el momento había tomado con Ariana, pues si bien decía su madre "los rumores no siempre serán ciertos"

Recordar a su madre de vez en cuando removía un sentimiento de pesar en Scorpius que no lo dejaba dormir por las noches, pero por su madre intentaba ser la mejor persona posible como ella siempre hubiera querido, como ella siempre creyó que fue.

Scorpius se acercó entonces a Ariana y se disculpo de corazón— lo siento, no medí lo que decía cuando veníamos en camino —

Scorpius se acercó entonces a Ariana y se disculpo de corazón— lo siento, no medí lo que decía cuando veníamos en camino —

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Ariana Grindelwald Y El Legado MalditoWhere stories live. Discover now