📜Capítulo 68. Un prisma

22 6 1
                                    

Las puertas se abrirán, ella entrará ¿Pero qué sucedería? ¿La miraría con curiosidad o juiciosa?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Las puertas se abrirán, ella entrará ¿Pero qué sucedería? ¿La miraría con curiosidad o juiciosa?

Pero ya no había tiempo para echarse atrás, ni para pensar de más, porque las puertas pronto se abrieron y el enorme salón estaba repleto y en silencio solo para ella.

El corazón de Ariana bombeó sangre fría, se quedó estática por un momento, el señor Filch sin paciencia gritó— ¡Entra que esperas! —y del sobresalto, Ariana ingreso en el lugar, esta vez sin lentes oscuros en sus ojos, porque lo tenía prohibido en su reglamento de uniforme, con su cebllo negro abundante sobre sus hombros y cayendo, con su uniforme y su rostro asustado.

Las cámaras se encendieron, los flashes aparecieron, Rita y Shaw, ambos estaban extasiados del miedo y emoción.

El señor Potter y la señora Granger ambos perplejos vieron a la pequeña criatura.

El profesor Longbottom atento la veía entrar.

Ariana sentía las miradas sobre ella y el vértigo de la atención, casi como si estuviera sobre una escoba sin control, cuidando sus pasos respiraba y temblaba.

Scorpius y Albus, ambos la miraban sonrientes, porque Ariana habría de completar el examen y había triunfado, finalmente y tal vez, habría un trío de amigos real. Pero el comedor completo eran testigos de la primera vez que Ariana Grindelwald se presentaba en público y no demoraron en sentir temor, pero también curiosidad.

Ellie Beckendorf recordó a la chica de Sortilegios Weasley y se escondió en su lugar, nunca había tenido tanto miedo en su vida, como está noche.

Pero la mirada de inocencia de Ariana hizo presente a todos, el silencio y sus pasos cuidadosos atrapaba a cada uno de ellos, como si el siguiente paso fuese una sorpresa.

— Ariana Grindelwald será escogida para una casa —susurró Rita Skeeter impaciente a su pluma.

— Ariana Grindelwald —pronunció el profesor Longbottom— el sombrero seleccionador elegirá la casa a la que perteneces —anunció el profesor— acércate al taburete y siéntate para que el sombrero te lea y sepa tu lugar —

“¿Mi lugar?” pensaba Ariana, de pronto aquel cuarto en la torre le parecía ser su lugar seguro, de pronto su primo Benjamín y Faigel resultaban ser su lugar seguro, ¿cómo pues un sombrero sabría cuál es su lugar?

— Hogwarts tiene cuatro casas —mencionó Longbottom en anuncio y en aprendizaje para Ariana—  las cuatro casas se llaman Gryffindor, Hufflepuff, Ravenclaw y Slytherin. Cada casa tiene su propia noble historia y cada una ha producido notables brujas y magos —afirmó— mientras estés en Hogwarts —Ariana le miró atenta y temerosa— tus triunfos conseguirán que tu casa gane puntos, mientras que cualquier infracción de las reglas hará que los pierdan. Al finalizar el año, la casa que obtenga más puntos será premiada con la copa de la casa, un gran honor —recordó Longbottom— Espero que todos ustedes muestren un orgullo para la casa que les haya toque —se refirió al cuerpo estudiantil en general, justo cuando levantó el sombrero dudoso y lo puso sobre la cabeza de Grindelwald.

— ¡Ah! ¿Qué es esto? —exclamó el sombrero y fue una alarma— hay tantas cosas aquí, muchas cosas, mira que tenemos aquí, valentía, ¿tienes miedo, niña? —preguntó el sombrero seleccionador burlón— no deberías temer, solo será la casa que te represente durante toda la vida, jajaja —oso a burlarse en presencia de todos y Ariana se rubizó de la pena— pero valentía —volvió a mencionar el sombrero— tanto como los Gryffindor al defender a una mujer que no conocías —el Sombrero está raído y viejo; está remendado y sumamente sucio, pero siempre era sincero y era capaz de leer todos los pensamientos de su usuario, pues justo en el momento la cinemática del tren se activó en la mente de Ariana y el sombrero lo pudo ver— vaya que sí, vaya que sí, incluso aceptaste las consecuencias de muchas cosas, vaya, vaya, eso es casi como un Gryffindor —estaba seguro de su decisión, hablando deliberadamente, riendo con los pensamientos, pero de pronto el sombrero calló— no, no, ¿esto que es?  —porque la mente de Ariana se tergiverso con el pensamiento de la amistad, cuando su mirada fue a parar en Albus y Scorpius, ambos al mismo tiempo, Ariana pronto sintió un poco de paz— ¿amistad? tu lado noble y sensible se demuestra, aún cuando conoces a las personas, vaya, vaya, eso es interesante, pero hay algo más, veo ansias de poder… —el silencio imperó— sí, sí, el poder de desarrollar tus habilidades mágica, esto es una ambición, ciertamente, tienes ansias de aprender más y más —era cierto, Ariana aún sin tener varita había memorizado todo lo posible porque no desistía de algún día tenerla— y esto ¿esto acaso es la sed de conocimiento que tienen los Ravenclaw? —el sombrero se estaba abrumado— valentía, sed de conocimiento, ambición de poder y amistad noble, son muchas características —empezaba a murmurar, porque los pensamientos golpeaban sus decisiones, el sombrero no entendía porque de pronto podía ser así, hasta que inteligentemente intento algo, no perdería por una cabeza— si vez a la esquina derecha, ahí está el grupo de Slytherin, ambiciosos y astutos, como tú en el tren al pensar en crear una poción o en descender al mar para evitar la bludger —la casa Slytherin atrapaba la idea de Ariana porque ahí estaban sus amigos— si sigues a la siguiente mesa, verás a Ravenclaw, son tranquilos, pero curiosos y llenos de deseos por aprender, quizás ahí encaje el prototipo de vida de estudiante que quieras ser, así como las noches que pasabas buscando la razón de los hechizos o el mecanismo de realizar magia sin herir a alguien —prosiguió cuando la mente de Ariana también sintió que Ravenclaw era un lugar para estar— sigues mirando y verás a Gryffindor, valientes, torpes y a menudo impulsivos, pero son leales a su causa, están llenos de coraje, tanto como tú cuando decidiste aceptar la carta aún sabiendo que no tenías el estudio requerido o la vez que protegiste a la profesora Haywood de un maleficio en el tren —eso hizo creer que Ariana tal vez estaba siendo valiente, creyendo que quizás en Gryffindor encontraría el coraje que necesitaba y sería así, el sombrero no estaba convencido del todo— sigue la mirada y verás a Hufflepuff, algo me dice que encajarías perfectamente entre ellos, no cuestionas a las personas y las aceptas como son, tu corazón es muy noble, tus intenciones están llenas de impulsivos sentimientos positivos, creo que harías un buen partido en Hufflepuff —
“Quisiera estar con Albus y Scorpius” pensó Ariana por un momento y el sombrero se enfadó— ¿decides tu casa por una amistad? ¡Debes tener personalidad! —exclamó— eres como un prisma —

— Sombrero seleccionador —alegó la directora al ver que se había pasado de cuatro minutos pensando, el sombrero estaba frustrado.

— ¡Lo sé! Minerva, no me presiones —exclamó como anciano a paso lento— quiere estar en Slytherin, con el problemático Potter y su amigo el reservado Malfoy —

— Sí —exclamó de inmediato Ariana, casi como si estuviera en automático, pero se apeno cuando todos la escucharon— digo, si es posible —

— esa es una actitud muy de un Hufflepuff —recrimina el sombrero— dime que hacer contigo, pequeña valiente —

—¿Puedo escoger mi casa? —

— ¡No! —exclamó enojado— ¡elige qué quieres ser, pequeña insensata! —expresó enojado.

— ¡No! —exclamó enojado— ¡elige qué quieres ser, pequeña insensata! —expresó enojado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ariana Grindelwald Y El Legado MalditoWhere stories live. Discover now