Ariana Grindelwald Y El Legado Maldito

📜Capítulo 31. Algo Muy Valiente

— Estuve planificando los temas de Herbología para este año, algunos me parecen innovadores y me preguntaba si era posible utilizarlos, Directora Mcgonagall —el profesor Neville Longbottoom era el actual profesor de Herbología que servía en las clases para estudiantes.

Era alto y de facciones delgadas, aunque sus pómulos siempre se veían inflamados pero era herencia de su madre, con el tiempo su cabello empezaba a oscurecerse a parecer más un adulto con su forma de actuar, de expresarse y la confianza que irradiaba.

El profesor Neville Longbottom en algún momento fue un Gryffindor en el colegio de Hogwarts, siendo uno de los estudiantes más irreconocibles hoy en día, aunque muchos decían que el entonces Neville Longbottom realmente no era un Gryffindor, pero con el tiempo la valentía desenmascaró al dragón que estaba detrás para proteger a sus amigos.

La directora Mcgonagall estaba feliz de quién era ahora Neville Longbottom y de que compartiera sus conocimientos con los estudiantes de Hogwarts, dedicado a ellos y a su esposa Hannah.

— siéntese, profesor Longbottom —dijo de inmediato Mcgonagall con cierta incertidumbre en su interior, ya que por mucho tiempo había estado meditando sobre lo que ahora debería hacer con Ariana Grindelwald como estudiante. El ministro de magia vendría de excursión dentro de dos días para presentarse a Ariana y también establecer los reglamentos de los cuales la directora ya tenía conocimiento— profesor Longbottom —volvió a decir la directora en su asiento, el profesor escuchaba atentamente a las palabras en silencio mientras la directora trataba de articular de la mejor forma lo que quería compartir— como sabrá, este año no solo tendremos estudiantes de primer año nuevos, sino también la admisión, si es que pasa la prueba —advirtió— de la señorita Grindelwald —

— algo muy valiente de su parte, Directora —correspondió el profesor con una sonrisa profesional.

— La educación debería ser para todos ¿no está de acuerdo, profesor? —

El profesor Neville asintió respetuosamente— creo firmemente en la educación para todo mago y bruja —y eso hizo saltar de la emoción a la directora dando un susto al profesor, ella daba vueltas en su oficina como si fuera un flamenco en busca de agua y el profesor Neville dudaba de que realmente no tuviera algún problema por el cuál se estuviera comportando así.

Sin embargo la directora se detuvo a un lado y respiró hondo tomando sus manos entre sí y recobrando la valentía para corresponder al profesor Neville— según el ministerio de magia —nombró— en el artículo 20 sobre la Autorización de la magia a potenciales seres oscuros que como bien sabes se creó con la intención de alejar a Ariana Grindelwald de todo intento de gobernar el mundo mágico, el artículo 20 dice que se le prohíbe el uso de varita y la enseñanza de magia —

— pero usted cambió eso —acertó el profesor Neville— ¿o me equivoco? —

— no lo hace para nada, pero hay un condición para que este Artículo, como todos los demás sean abolidos —presentó la directora— y esa solución es que la señorita Grindelwald asista a un colegio de magia con la supervisión innata de un personal del colegio —

El contacto de mirada que la directora intentaba hacer con el profesor intuía un mensaje codificado que el profesor no parecía entender, pero sí lo hacía sentir incómodo, el profesor Neville desvió la mirada posteriormente y la directora suspiró en derrota.

— insisto, directora que es un gran acto de valentía que hace al querer internar a la joven Grindelwald en el colegio —sus manos dibujaban una entre otra, mientras reía nervioso, el momento parecía tenso para el profesor Neville y realmente no se atrevía a ver a la directora a la cara.

La directora Minerva emanaba casi constantemente la magnanimidad y la severidad y recibía un gran respeto (y un poco de miedo) por casi todos los estudiantes y el personal. Ella toleraba ni la audacia ni la estupidez de sus alumnos, y era conocida por ser fría con las personas que dijeran o hiciera cosas estúpidas delante de ella, o si creía que estaban tratando de ser graciosos.

Pero con poca  frecuencia verías a Mcgonagall tan relajada como lo era en su oficina, cuando debía tomar decisiones, tendía a dudar mucho en que era lo mejor para los demás, pero Mcgonagall creía fervientemente que el puesto que ahora le daba al profesor Neville era el adecuado para él, por ello decidió detener los rodeos y plantear la situación.

— profesor Longbottom, más como profesor y personal de Hogwarts, se lo pido como una amiga a un amigo, porque creo fuertemente que usted es el indicado para esta tarea —un momento de silencio se realizó cuando la directora se dirigió a su pupitre y sacó un archivo de él— sea el consejero de Ariana Dumbledore —el profesor Longbottom miro el cartapacio que le ofrecía analizando las palabras de la directora— sea de apoyo y vigilante para ella. Esta es la condición del ministerio de magia, no puedo serlo yo, porque piden que sea alguien ajeno a la señorita Grindelwald y me temo que me he involucrado demasiado para ellos —

— ¿habla de ser su tutor en el colegio? —el profesor leyó la poca información dentro del cartapacio y se sorprendió por ella.

— técnicamente, sí, profesor. Ariana necesita la entera supervisión y dado que usted es un profesor, sería ideal que lo fuera usted —

La leyenda de Ariana si acaso llegaba a ser de dos líneas y no contenía la foto de ella— pero no hay casi información de ella —notó rápidamente el profesor Neville— es muy complejo estudiar… —

— espero que lleve a cabo esta tarea exitosamente, profesor Longbottom, la dejo en buenas manos, de eso estoy segura —

— ¿exitosamente? —

— exitosamente —recalcó la directora.

Aunque el profesor Longbottom realmente notaba difícil que algo así pudiera realizarlo él solo. Aún así no desestimó el caso y se llevó consigo la carpeta.

Ahora el destino de Ariana en Hogwarts parecía recaer sobre el profesor Longbottom.