II. Capítulo 9

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Si hay una cosa que odia del regreso a clases, no es el levantarse temprano o ir todo el camino a la escuela oyendo a Denki hablar sobre los distintos alfas que le interesan. Lo verdaderamente odioso es que, tras su definición como omega, no asiste más a la clase regular; sino a una de solo omegas. Tal como Kirishima lo hace, solo que imagina la de alfas ha de ser más entretenida.

Es cierto que el cambio no es del todo drástico y existen materias que se mantienen de la clase regular. Pero estas mantiene un nivel más bajo del que creería. Matemáticas, letras, física, química. Clase tras clase es más de lo básico.

—El conocimiento de un omega solo debe ser lo necesario para servir de apoyo a sus hijos. No más — Fue la respuesta que obtuvo al cuestionar que retornaran a multiplicación y división el primer día de clase después de vacaciones.

De eso unos meses y el nivel continuaba sorprendiéndole. Más aun, cuando a otras materias irrelevantes se les ponía mayor énfasis. Actitudes domésticas, por poner un ejemplo.

¿A quién le importaba si limpiaba mal? ¿Si quemaba la comida o no sabía coser un estúpido botón?

A los alfas, definitivamente.

Manejo familiar era otra de esas materias sin importancia que cobraban gran peso en su nueva currícula. Una estupidez más fomentada por alfas, pues no hacía más que girar en torno a ellos. Lo único que ve en esa clase es el comportamiento esperado de un omega y cómo afrontar los conflictos con su alfa en caso de generarse.

Teniendo un conflicto más estúpido que el anterior.

El maestro explica los problemas más comunes entre las parejas enumerándolos en el pizarrón. Un percance por la comida, el mal aseo de la casa por parte del omega. El manejo de los hijos como un tema con el que no deben importunar a su pareja tras la llegada del trabajo. O el cómo expresar una incomodidad en su relación nunca debe ser un mandato, sino una sugerencia dicha con mucho respeto y al final, acatar la orden de su alfa ante ello. Incluso menciona el sexo después del parto y la poca importancia que los omegas suelen darle al centrarse en sus hijos. Porque está bien que los omegas sean en exceso cuidadoso con sus cachorros, pero jamás deben descuidar a sus parejas.

¡Y con una mierda!

Son ellos los que paren y ¡¿deben preocuparse por no descuidar al alfa?!

—El celo es el momento en el que el omega muestra mayor disposición para con su pareja —explica el maestro mientras una gran parte del grupo toma nota—, es en esta temporada en donde ustedes deben recabar información. Este no es un tema que vayan a tocar con otros omegas, así que deben aprender por sí mismos como satisfacer a sus parejas.

—¿Con qué fin? —interrumpe Katsuki.

El maestro parpadea en asombro.

—¿Con que fin? —repite como si la respuesta fuera muy obvia— Si no mantienes a tu pareja contenta, para ella sería muy fácil buscarse a otra.

—Lo mismo podría hacer yo —la mano de Yuga le coge del hombro desde atrás, buscando callarlo. El muchacho se había incorporado a esa clase tan solo días atrás.

El alfa se aproxima hasta el nivel de su pupitre. Katsuki le sigue con la mirada.

—Primero, un omega no mira a un alfa directo a los ojos a menos que tengan un grado de familiaridad o el alfa te lo haya permitido —advierte. Katsuki no obedece—. Segundo, los omegas no se vuelven a emparejar. Nunca —el tono a fastidio empieza a aparecer en su hablar. El gesto en su rostro acentúa aquello tras ver que los ojos se mantienen sobre él—. Por último, ve a dirección, llamaré a tu tutor.

The ChainWhere stories live. Discover now