Capitulo 20.

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Capítulo 20:

Elizabeth irrumpe en mi oficina con una gran sonrisa iluminando su rostro.

-Definitivamente le gustas. -responde emocionada.

Levantando una ceja, tratando de ocultar mi interés y mantener una actitud despreocupada.

-Vamos, Liz, deja de fantasear. No podemos dejarnos llevar por tus suposiciones fantasiosas. -respondo, intentando disimular mi curiosidad.

Elizabeth se acerca y apoya una mano en mi hombro, mirándome con complicidad.

-Tamara, lo he visto en sus ojos, en su forma de hablarte y en cómo te observa, joder que no dejaba de comerte con la mirada.

-¡Que dices!- pongo los ojos en blanco.

-Existe una conexión especial entre ustedes. No lo ignores.

Sus palabras penetran en mi mente, despertando una chispa de esperanza que he estado intentando sofocar. Quizás haya algo más entre James y yo, algo que va más allá de lo profesional.

Respiro hondo y le dedico una sonrisa a Elizabeth.

-No podemos olvidar que estamos en un entorno laboral y profesional.

Elizabeth asiente, entendiendo mis reservas.

-Entiendo, pero no pierdas de vista las oportunidades que se presenten. La vida está llena de sorpresas, y tal vez esta sea una de ellas.- intento ignorarla pero algo en mi se emociona y cuestiona si Liz tendrá la razón.-¡Oh Dios mío! Era como un príncipe encantado azul y adinerado mirándote directamente a los ojos y pronunciando esas palabras tan audaces y llenas de vida -exclama Elizabeth, emocionada.- ¡Es como si entre ustedes hubiera algo más!

Permanezco en silencio por un momento, permitiendo que las palabras de Elizabeth se asienten en mi mente. La imagen de James Stone, con su porte imponente y sus palabras cautivadoras, se graba en mi memoria. Sin embargo, intento mantener la compostura y resistirme a dejarme llevar por la fantasía.

Pero mi negativa es ingenua.

-¿Qué estás insinuando? -digo con un tono de desdén-. No hay nada entre el señor Stone y yo. Nuestra relación es puramente profesional. No creo que alguien como él mezcle los negocios con romance o placer, y mucho menos yo... -mentí descaradamente, encendiendo mi ordenador e intentando ignorarla.

-Digas lo que digas, sé lo que vi. ¿Te imaginas tener un romance al estilo de "Cincuenta Sombras de Grey"? -dice Liz emocionada-. O como esas películas navideñas donde un empresario se enamora de la chica tímida y menos imaginada. -añade con entusiasmo.

-Oh, por favor, Liz, deja de fantasear y ve a hacer tu trabajo -respondo, arqueando una ceja.- ¿acaso no tienes trabajo pendiente?

-De hecho, sí, tengo una reunión con otro empresario para otro proyecto pendiente -dice mirando su celular y arquea ambas cejas-. Pasaré por ti en la tarde para ir de compras en busca de vestidos de gala... -agrega con entusiasmo.

-Está bien, sé que seguirás insistiendo -suspiro, rodando los ojos.

La observo mientras se retira de mi oficina, dejándome a solas con mis pensamientos y emociones encontradas. Permanezco allí, sumida en mis pensamientos mientras la puerta se cierra detrás de Elizabeth. Aunque intento convencerme de que todo lo relacionado con James Stone es puramente profesional, una parte de mí no puede evitar fantasear con la idea de algo más.

Repaso en mi mente cada encuentro, cada mirada intensa y cada palabra llena de significado. ¿Acaso había algo más que una simple conexión profesional entre nosotros? ¿Sería posible que James sintiera una atracción similar hacia mí?

Sacudo la cabeza, tratando de alejar esas ideas de mi mente. No puedo permitir que los deseos y las ilusiones nublen mi juicio y afecten mi trabajo. Después de todo, soy una profesional y debo centrarme en mis responsabilidades.

Me sumerjo en mi labor, intentando concentrarme en las tareas que tengo pendientes. Sin embargo, mi mente sigue divagando, incapaz de ignorar la excitante posibilidad de una pasión con James Stone. Me pregunto cómo sería estar cerca de él fuera del ámbito laboral, si nuestras miradas llenas de significado podrían convertirse en algo más íntimo.

Sacudo la cabeza una vez más, tratando de volver a la realidad. No puedo permitir que mis emociones me distraigan de mis objetivos profesionales. James Stone puede ser atractivo y cautivador, pero debo recordar que nuestras interacciones son parte de un entorno empresarial.

-No permitiré que las fantasías cliché de Liz nublen mi juicio. -susurro para mí misma.

A medida que el día avanza, me esfuerzo por mantener la compostura y la profesionalidad. Sin embargo, en lo más profundo de mi ser, sé que la semilla de la atracción ha sido plantada y será difícil ignorarla por mucho tiempo.

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MC | Sr.Stone (18+) María Cruz  ©On viuen les histories. Descobreix ara