Capitulo 30.

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Capitulo 30:

Me preparo para la cena de negocios eligiendo un vestido negro corto y elegante. Lleva un diseño con un hombro descubierto y manga larga en el otro brazo, combinado con unos tacones de cordones que envuelven mis tobillos de forma delicada. Debido al frío exterior, me pongo un saco color beige que complementa el conjunto, y sostengo una cartera negra de sobre. Aplico un labial rojo intenso y dejo mi cabello con suaves ondas, cayendo elegantemente sobre mi espalda. Como toque final, me rocío con mi fragancia favorita de vainilla, que me hace sentir segura y confiada. Al verificar el reloj, veo que son más de las seis de la tarde y recibo un mensaje de texto del señor Stone.

Señor Stone:
"Señorita Greyson, estoy frente a la puerta."

Abro mis ojos con asombro, esperaba que me esperara abajo. Me apresuro a abrir la puerta y ahí está él, parado frente a mí, luciendo increíblemente atractivo con su camisa de seda gris satinada, botones brillantes y un saco negro que combina perfectamente con sus pantalones de tela. Su cabello está impecablemente peinado.

James se rasca disimuladamente en el puente de la nariz, pero puedo percibir cómo su mirada me recorre de arriba abajo y cómo se humedece los labios.

-Buenas noches, señor Stone. -murmuro tímidamente, consciente de que mis mejillas se han teñido de rojo.

-Buenas noches, señorita Greyson. ¿Está lista? -responde James.

-Por supuesto, señor Stone. -afirmo mientras salimos de mi apartamento y cerramos la puerta tras nosotros. Descendemos hasta llegar a su lujosa camioneta negra Ferrari. James se acerca y me abre la puerta, ayudándome a subir. El roce de nuestras manos provoca un acelerón en mi pulso y eriza mi piel. Él da la vuelta y no puedo dejar de observarlo mientras se acomoda en el asiento del conductor, envolviéndome con su exquisita fragancia de alta gama.

Finalmente, James enciende el motor y nos dirigimos al restaurante más exclusivo del centro de la ciudad, un lugar italiano frecuentado por personas adineradas. Durante el trayecto, James contesta alrededor de tres llamadas, demostrando su constante dedicación al trabajo, incluso en las horas nocturnas. Llegamos al restaurante y James abre la puerta para que bajemos juntos, listos para una noche que promete ser memorable.

Al llegar al restaurante, nos encontramos ante un edificio majestuoso de arquitectura clásica, con una fachada elegante y bien iluminada. La entrada está flanqueada por columnas imponentes y una puerta de madera tallada a mano. El interior del restaurante está meticulosamente decorado con detalles refinados y una iluminación cálida que crea un ambiente acogedor y sofisticado.

James abre la puerta y entramos juntos, siendo recibidos por el personal del restaurante, ataviado con impecables uniformes y una actitud profesional. Los italianos a los que debemos encontrarnos ya están esperándonos en una mesa apartada en la zona principal del restaurante. Son una pareja elegante, el hombre de mediana edad con cabello oscuro y bien peinado, vestido con un traje a medida que exuda confianza y autoridad. Su compañera, una mujer de apariencia distinguida, lleva un vestido azul royal elegante que realza su figura esbelta y lleva consigo un aire de gracia y sofisticación.

James y yo nos acercamos a la mesa, y los italianos nos reciben con una sonrisa cordial. Intercambiamos saludos y presentaciones, y rápidamente nos sumergimos en una conversación animada sobre el proyecto en cuestión. Los italianos expresan su entusiasmo y muestran interés en los detalles adicionales que James ha mencionado en el correo electrónico.

Mientras avanzamos en la cena, puedo notar la habilidad de James para cautivar a su audiencia con su conocimiento y carisma. Su lenguaje corporal es asertivo pero amigable, y sus gestos enfatizan sus puntos clave con elegancia. Cada palabra que pronuncia parece cuidadosamente pensada y planeada, transmitiendo confianza y seguridad en sí mismo.

A medida que avanzamos en la cena, también se establece un ambiente más relajado y cordial. Los italianos muestran su aprecio por la comida exquisita y los vinos seleccionados cuidadosamente por el sommelier del restaurante. La conversación se expande más allá de los negocios, compartiendo historias personales y descubriendo intereses en común.

Durante toda la velada, James y yo nos apoyamos mutuamente, complementando nuestras habilidades y demostrando una sinergia notable. Es evidente que nuestra presencia y participación son valoradas por los italianos, y esto nos llena de satisfacción y orgullo.

La noche continúa con risas, brindis y una excelente comida. La atmósfera en el restaurante es vibrante, con músicos tocando melodías suaves de fondo que añaden un toque romántico al ambiente. En medio de la conversación y el disfrute de la compañía, el tiempo parece desvanecerse.

A medida que la noche llega a su fin, los italianos expresan su gratitud y satisfacción por la reunión, destacando su deseo de continuar trabajando en colaboración con Stone Holdings Enterprise y InterBank.

-Fue un placer haberla conocido, señorita Greyson -dice el italiano, extendiendo su mano hacia mí y luego hacia James.

-El placer ha sido mío -respondo, sonriéndole a la pareja.

-Ci vediamo, James Stone. Siamo molto contenti del tuo progetto, partner per la vita. Arrivederci -dice el italiano a James. Para mi mala suerte no entiendo italiano, así que no comprendo nada de lo que dicen.

-Sono io quello che è felice di lavorare con te a questo maestoso progetto. Ci vediamo -le responde James, y me quedo asombrada por lo espectacular y sexy que suena hablando italiano. Lo habla perfecto, por Dios.

¿Hay algo que este hombre no sepa hacer?

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MC | Sr.Stone (18+) María Cruz  ©Where stories live. Discover now