Prologo

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Prologo:
Boston, Massachusetts.

El montón de papeles en mi escritorio se elevaba como una imponente montaña, acompañado de dos cajas gigantes repletas de documentos. Parecía como si hubiera dejado acumulada semanas de trabajo. Afortunadamente, mi oficina era lo suficientemente amplia, pero aún así, esas cajas parecían devorar el espacio.

Marcus, nuestro gerente y segundo jefe toca la puerta dos veces antes de abrir. Lo vi a través de los cristales a los lados de la puerta de mi oficina.

-Demonios -exclamó Marcus al ver todos los documentos esparcidos sobre mi escritorio-. Tenemos un pequeño problema y una mala noticia, Tam. -dijo con evidente estrés en su rostro-. Elizabeth se ha enfermado, tiene congestión y no vendrá.

-¿Ella Está bien? -pregunté con preocupación.

-Sí, ya fue al médico y le dijeron que es algo viral -respondió, reflejando su preocupación y frustración.

-Aún no me has contado la parte mala -levanté una ceja expectante.

-La reunión importante con Stone Holdings Enterprise esta programada para hoy a las once, y no podemos cancelarla, ya que es un cliente prestigioso, oh incluso más que prestigioso.. necesario para nuestro banco-explicó Marcus con una media sonrisa-. Elizabeth tuvo la brillante idea de que vayas tú y la cubras, ya que eres la que mejor conoce la propuesta de financiamiento que presentaremos.

La idea de tener que sustituir a Elizabeth en esa reunión me cayó como un balde de agua fría. Sentí cómo mis manos comenzaban a sudar por la ansiedad que se apoderaba de mí.

-No puedo hacerlo, nunca podría reemplazar a Elizabeth, ella es perfecta en eso... -negué desesperadamente.

-Confiamos en ti, Tamara. Eres excelente e inteligente, y Elizabeth te ha elegido a ti porque sabe lo que haces.

-No puedo, Marcus. ¿Y si meto la pata? -me levanté de la silla, desesperada, y empecé a caminar de un lado a otro.

-Si cancelamos, perderemos esta oportunidad y todo el trabajo tuyo y el de Elizabeth no habrá valido la pena. -dijo Marcus, y tenía toda la razón.

La idea de asumir esta reunión en nombre de Elizabeth me hacía sudar las manos y aceleraba mi pulso.

-¿Y Jonathan? -pregunté con una sonrisa-. Él es un genio en esto, es espontáneo, divertido y profesional, es el candidato Perfecto.

-Nadie conoce la propuesta que Elizabeth creó mejor que tú, Tam. Fueron ustedes dos quienes la desarrollaron -insistió Marcus, y tenía toda la razón.

Suspiré y cerré los ojos.

-¿No tengo otra opción? -pregunté-. ¿Además de renunciar?

Marcus comenzó a reír a carcajadas.

-Vamos, Tamara, no será tan malo. Confiamos en ti, Alexander confía en ti, y Elizabeth aún más. ¡Yo también!

Mencionó a todo el equipo que nos dirigía. Elizabeth es mi mejor amiga y compañera de trabajo, pero juro que, aunque estuviera resfriada, cuando la vea, la mataré.

En ese momento, mi celular comenzó a sonar. Miré la pantalla y vi que era Elizabeth. No dudé dos veces en contestar.

-Juro que te amo, pero te mataré, Liz-expresé con sinceridad.

-Por favor, Tam, puedes hacerlo. Eres perfecta, nadie lo hará mejor que tú, excepto yo.-dijo orgullosa, pero su voz sonaba nasal y congestionada. Era evidente que estaba muy enferma. De repente, escuché cómo sacudía su nariz.

-Joder -murmuré-. Está bien, lo haré -dije finalmente, rodando los ojos. Marcus gritó un "SI" de alegría y Elizabeth, al otro lado de la línea, también.-Pero juro que me deben dos cada uno.- señalé a Marcus, quien se marchó con una gran sonrisa.

-Vamos, nena, será fácil, ya verás. Cuando termines, me llamarás y me dirás: "Oh, eso fue fácil" ademas solo serán dos o tres viejos con trajes.- continuó hablando Elizabeth, y sonreí. Si no la amara tanto, juro que la descartaría como amiga.

-Eso espero. -respondí.

-Te envié todo por correo electrónico, y en tu pendrive tienes el PowerPoint. En mi oficina está el guion y los documentos que entregarás a los viejos con trajes -suspiré y arrugué la nariz.

-Tendré todo bajo control. Una vez que salga de ahí, te llamaré.

-Adiós, nena. Te amo. Eres la mejor -dijo estornudando. Su voz sonaba realmente congestionada.

-Te amo -murmuré con fastidio en broma. Finalmente, cortamos la llamada. Preparé todos los documentos y las cosas que debía llevarme. Marcus entró y me miró.

-¿Crees que me veo presentable para una reunión con señores adinerados? -pregunté con una sonrisa divertida.

Marcus me mira , pareció ponerse nervioso y me examina de arriba para abajo.

-Siempre te ves y luces increíble, Tam -murmuró tímidamente.

Extendió su mano y me entregó los sobres con los guiones que entregaría.

-Gracias -suspiré con una sonrisa.

-Lo harás bien, siempre lo haces. -dijo nuevamente sonriendo, y salió de la oficina.

Me miré en el espejo que tenía en la oficina. Afortunadamente, vestía como una mujer de negocios representativa. Por supuesto, nadie confiaría en una mujer con jeans y zapatillas, que es como suelo venir algunos días.

Llevaba una elegante blusa de botones de manga larga con un estampado de flores en blanco y negro, una falda ajustada de punto negra, medias de lencería negras y tacones negros con suela roja. Asegurándome de que todo estuviera en orden, me preparé mentalmente para la importante reunión con Stone Holdings Enterprise.

La incertidumbre y la ansiedad me acompañaban mientras salía de mi oficina y me dirigía hacia el desafío que me esperaba. Sabía que debía dar lo mejor de mí para cumplir con las expectativas de Elizabeth, del equipo y de mí misma.

Coloqué la alarma en mi BMW negro, abrí la puerta y entré en él. Observé el reloj: tenía exactamente cuarenta minutos para llegar debido al tráfico.

Me sumergí en la gigantesca autopista de Boston, conduciendo perdida en mis pensamientos que me agobian. ¿Y si meto la pata? Es la primera vez que hago esto. Siempre es Elizabeth quien se reúne con los clientes o colegas de la empresa, nunca yo. Espero no arruinarlo. Soy el tipo de persona que se come el mundo, pero también la misma que odiaba y se rehusaba hacer  presentaciones orales frente a todos en la universidad. Esto es complicado, pero Elizabeth me aseguró que serían solo dos o tres personas. No puede ser tan malo.

Me adentré en el tráfico hasta llegar al centro de Boston, donde se encontraba la empresa. Estacioné mi auto frente al imponente rascacielos que tenía ante mí. Grandes ventanales rodeaban las paredes, creando una vista hermosa y perfecta. En letras plateadas, se podía ver el nombre "Stone Holdings Enterprise" en el edificio.

Continuará...

[**]

Hola, gracias por leer. Cabe recalcar que esta novela aún no ha sido corregida y le falta mucha edición. <3

MC | Sr.Stone (18+) María Cruz  ©Where stories live. Discover now