Capitulo 45.

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Capítulo 45:

Después de esa profunda conversación, James se había marchado muy tarde y yo me dirigí a dormir. Al despertar al día siguiente, tuve una reunión en InterBank con uno de mis clientes. Me resultó extraño no ver a Elizabeth en su apartamento esta mañana, así que decidí llamarla mientras me dirigía hacia allí. Toqué dos veces a su puerta, pero no obtuve respuesta. Intenté abrirla, pero estaba cerrada con llave. Luego pasé por la oficina de Alexander y vi que la luz estaba encendida, pero él no estaba presente. De inmediato, supe lo que estaba sucediendo. Elizabeth había vuelto a caer en las mentiras de Alexander.

En ese momento, Marcus me vio y me saludó.

-Tamara, hey.

-Hola Marcus. -respondí con una sonrisa.

-¿Puedo hablar contigo? -preguntó con una sonrisa, justo cuando mi celular comenzó a sonar.

-Sí, pero ¿podrías darme unos segundos? Estoy recibiendo una llamada importante -asentí y me alejé para contestar. Era el señor Stone.

-Buenos días, Greyson -dijo James del otro lado y de inmediato una sonrisa se formó en mis labios.

-Hola, señor Stone, buen día -respondí emocionada.

-¿Estás ocupada?

-¡Emm, no! -respondí con una sonrisa, conteniendo mi emoción.

-¿Ya has almorzado? -pregunta para quedarse en silencio esperando mi respuesta. Miré el reloj en mi muñeca y marcaba casi las once y media de la mañana.

-Todavía no, señor Stone.

-Perfecto, porque te estoy esperando, frente al edificio, para llevarte a almorzar a mi restaurante favorito. -Quería gritar de emoción, pero me contuve.

-Suena como un plan perfecto, señor Stone -dije, ocultando mi emoción interior.

-¡La esperaré, señorita Greyson! -dijo y cortó la llamada.

Me sentí emocionada por el almuerzo que me esperaba con James. Sin poder evitarlo, una sonrisa radiante se dibujó en mi rostro. Era increíble cómo cada encuentro con él parecía llenar de alegría mi día. Me apresuré a terminar mis asuntos pendientes y me dirigí rápidamente hacia abajo, ansiosa por ese almuerzo en su restaurante favorito.

Bajé rápidamente por el ascensor y salí del edificio de InterBank. Al llegar afuera, encontré a James esperándome junto a su lujoso automóvil Bugatti La Voiture Noire en un color negro matificado. Vestía un elegante traje color gris oscuro que resaltaba su atractiva figura, y su cabello castaño estaba impecablemente peinado hacia atrás. Su mirada se encontró con la mía y ambos sonreímos al ver el entusiasmo reflejado en nuestros rostros.

-Señorita Greyson. -saludó James con calidez mientras abría la puerta del automóvil para mí.

-Hola, señor Stone. Gracias por invitarme a almorzar. -le dije, agradecida.

Nos acomodamos en el automóvil y James condujo hacia el lugar que tenía preparado para nuestro almuerzo. Durante el trayecto, hablamos de diversos temas incluido de trabajo, la conexión que había surgido entre nosotros se fortalecía cada vez más.

Finalmente, llegamos al restaurante, un elegante lugar con una vista impresionante de la ciudad. James me condujo a nuestra mesa reservada, y nos sentamos frente a frente.

-Espero que te guste este lugar, la comida aquí es exquisita, y la vista panorámica es simplemente increíble -dijo James, mirándome con admiración.

Observé a mi alrededor, maravillada por la belleza del lugar, y agradecí internamente la oportunidad de compartir este momento aquí y con James.

-Se ve maravilloso. Gracias nuevamente, señor Stone, por invitarme. -le dije sinceramente.

-Quiero que experimentes el verdadero placer gastronómico de este increíble lugar -dice James, y la camarera se acerca a nosotros con una sonrisa coqueta.

-Señor Stone, buenos días. ¡Qué bueno tenerlo por aquí una vez más! -dice coquetamente mientras me mira-. Buenos días, señorita -añade, al menos siendo coqueta pero amable-. ¿Qué van a ordenar? -pregunta, sacando su libreta de apuntes.

-¿Quieres ordenar primero? -me pregunta James, y niego con una sonrisa-. Yo pediré el Risotto de calabaza y queso Gorgonzola acompañado de Langostinos con crema de cacahuetes al curry -termina diciendo, y la camarera anota con una sonrisa.

-¿Qué plato me recomienda señor Stone? -le pregunto a James, arqueando una ceja juguetona.

-Te sugiero el Pollo en salsa de mango al curry con pasta de la casa. -responde James, y asiento mientras miro a la camarera.

-Exactamente lo que el señor aquí presente me ha recomendado -digo, y ella asiente mientras toma nota.

-¿Para beber? ¿Algo exclusivo, señor? -pregunta coquetamente.

-Para mi acompañante, una limonada de la casa y para mí, agua con limón. Ah, y por favor, añada una botella de vino blanco Giorgetti Guett -termina James, y ella recoge el menú. Sin embargo, noto que acaricia la mano de James con sensualidad, y arqueo una ceja.

¡Qué atrevida!

-Veremos qué tal su recomendación, señor Stone -digo, mordiendo mi labio inferior.

James arquea una ceja y me muestra una sonrisa juguetona.

-¿Qué premio me darás si cumple tus expectativas, señorita Greyson?

Hago que pienso por unos segundos.

-Quizás una pequeña sorpresa al salir de aquí -digo, encogiéndome de hombros.

James levanta una ceja y relame sus labios.

-Suena a un buen trato -murmura con voz grave, y sus pupilas se dilatan.

Después de hablar un poco de todo, incluido el trabajo y las finanzas, nos sirven nuestras comidas. Nos traen las copas de vino, y pruebo el plato por primera vez, abriendo los ojos asombrada.

-Ay, por Dios, es que está delicioso -digo sinceramente. James sonríe mientras come.

-Te lo dije -admite con orgullo-. ¿Quieres probar el mío? -pregunta, ofreciéndome su tenedor, y asiento emocionada.

James recoge un bocado y lleva su tenedor a mi boca con sensualidad. Lo pruebo y cierro los ojos, disfrutando de esa deliciosa comida en mi paladar. Era exquisita. James retira lentamente el cubierto de mi boca y relame sus labios.

-Delicioso. -digo con completo placer.

-¿Ah, sí? -pregunta James, coqueto. Se acerca a mí, su mano limpia mi labio y le dedico una sonrisa, mordiendo mi labio inferior llamando su atención.

Nos quedamos inmersos en un intenso intercambio de miradas, incapaces de apartar los ojos el uno del otro. Era inevitable, como si nuestros destinos estuvieran conectados en ese momento preciso. Sus ojos verdes brillaban con intensidad cuando los rayos de luz los acariciaban. Eran como dos esmeraldas resplandecientes, irradiando vida y vitalidad. Cada destello de luz revelaba matices sutiles en su color, desde tonalidades más claras hasta profundidades más oscuras, como si dentro de ellos existiera un mundo propio lleno de secretos y emociones. Era fascinante perderse en su mirada, como si cada centelleo revelara un universo desconocido y cautivador.

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MC | Sr.Stone (18+) María Cruz  ©Where stories live. Discover now