Capítulo 55

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Dia.

Cuando pasamos por Hanamaru, me sentí nerviosa, esa era la primera vez que salimos sin que nuestras familias estuvieran de por medio. Claro, estarían Mari y Kanan estarian presentes pero aparentemente no era lo mismo.

Me bajé y caminé hasta la puerta. Nada fue diferente, su reacción fue mínima y apenas y cruzamos una que otra palabra de cortesía.

Yo no podía apartar mi mirada de ella, llevaba un conjunto de ropa sencilla, pero los colores claros le sentaban perfectamente con su piel, es la representación pura de belleza, esperaba.

Al subir a la camioneta con Mari y Kanan, la situación no mejoró, la densidad que había en el ambiente se podía notar a vista simple, y mientras más me esforzaba por que no fuera así, más tenso resultaba.

Mari fue una parte muy esencial para que todas disfrutáramos del día, sin ella, no sé cómo habrían resultado las cosas, muy probablemente en fracaso, sí, seguro que todo habría sido un caos si ella no hubiera estado ahí. Me sentí muy agradecida con ambas, pero principalmente con la linda rubia.

Parte de la cita me sentí frustrada, las palabras no llegaron a mi boca, las esperaba pero cuando iba a decirlas huían y se escondían en los lugares más recónditos de mi mente. No fue sino hasta que entramos a esa endemoniada casa embrujada que todo mejoró.

No quería entrar, pero Hanamaru es terca y obstinada, así que terminó siguiendo los pasos de Kanan y Mari. Muy apenas podía ver ahí dentro, estaba demasiado oscuro y yo no estoy acostumbrada a esos lugares, respiré profundamente una y otra vez, intentando tranquilizarme.

Seguimos avanzando muy lentamente, y como era de esperarse, aunque no me lo esperaba en ese momento, una persona salió de imprevisto en un disfraz horroroso, grité y me hice hacia atrás, no quiero admitirlo pero... dejé a Hanamaru a su suerte . Me costó unos segundos asimilarlo, luego volví junto a ella. Mari y Kanan iban por delante, pero en ese punto ya no las pude ver.

Caminé muy cerca de Hanamaru, incluso tomé su mano más de una vez. No recuerdo cómo, pero logramos llegar a la salida.

Fue un alivio ver la luz del dia.

Tras de eso fuimos a comer, mi bella prometida, se burló de mí, y por curioso que sea, no me importó. Me estaban mirando, sus ojos, sus palabras estaban siendo dirigidas a mí. Puede sonar a exageración, y quizás lo sea, pero llevo demasiado tiempo deseando que sus palabras no sean frías, vacías y cortantes, y finalmente era así.

Después de eso pude compartir más tiempo con ella. En los juegos de destreza me percaté de que había un peluche que le llamaba la atención, era tonto de mi parte intentarlo, pues sabía que existía la posibilidad de que lo rechazase. Dado a que Kanan fracasó en el juego de los aros, pensé que esa sería una buena excusa, si le daba también un peluche a la tierna rubia, quizás las posibilidades de que lo aceptara aumentaran.

Así que jugué y gané.

Les entregué el peluche de la manera más casual que pude, cuando se lo tendí a Hanamaru, pude ver que vaciló, pero terminó aceptándolo que fue lo importante.

Estuvimos un buen rato ahí, Mari resultó ser una competitiva nata, en serio, cada vez que jugaba tenía en sus ojos esa mirada no de querer ganar, sino de reusarse a perder.

Sin lugar a dudas una persona sumamente interesante.

Por su parte, Hanamaru tampoco se dejó atrás, consiguió un lindo peluche de un mapache. Me dejó impresionada la concentración que le puso, era un lindo peluche, sin duda.

Seguimos paseando, si bien, la doble cita no había comenzado de la mejor manera posible, fue mejorando eventualmente, y yo estaba contenta con eso. Aprendí cosas de ella que ignoraba, y comprobé otras tantas que ya me imaginaba.

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⏰ Last updated: Aug 12, 2022 ⏰

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