Capítulo 30

102 21 0
                                    

Mari.

Podía ver el atardecer desde la altura, fue un momento hermoso. Mientras más nos acercábamos al suelo, más eran mis ganas de no querer bajarme. Estábamos sólo ella y yo en ese pequeño lugar, no quería que terminara.

Cuando bajamos, fui yo la que tomó su mano, ella sonrió. Gestos pequeños como este eran los que eran los que más apreciaba.

—¿Qué haremos ahora? —preguntó.

—Volver a casa, a nuestro hogar. —respondí.

Hoy me di cuenta de algo, todo este tiempo había estado ocultando lo que verdaderamente quería decir, por pena, pero no sé de donde había sacado el valor para, por lo menos, decir un poco de todo lo que llevo dentro.

Al llegar a mi casa y despedirme de mis madres, extrañamente no sentí demasiada tristeza o melancolía, nostalgia, tal vez, pero era mínima.

—Vendré a visitarlas seguido. —le prometí. Mi mamá estaba soportando las ganas de echarse a llorar, era muy sentimental y emotiva, después de todo. La abracé. — No te preocupes, Kanan es una gran persona, voy a estar bien.

—Perdóname. —murmuró a mi oído.

—No tengo nada que perdonar, en serio. —lo decía desde lo más profundo de mi corazón. Al contrario, me sentía agradecida, porque gracias a lo que pasó estoy con Kanan.

El viaje de regreso era largo, no paramos de hablar durante medio camino, no sabía con exactitud como era que siempre conseguíamos tener algo de qué conversar, aburrimiento, eso es algo que no conocería con Kanan.

Encendí la radio, tal vez ocurra algo como la ocasión anterior, una canción de amor, creo que eso sería lo ideal para finalizar perfectamente nuestro feliz día.

Era demasiado pedir, supongo, en lugar de una canción romántica estaba un grupo femenino, cuando le iba a cambiar Kanan me detuvo.

—Espera, me gusta esa canción. —fue lo que dijo.

—¿En serio? —no esperaba que fuera de sus gustos, eso significa que aún me falta mucho por conocer. —Jamás me habría imaginado que eres fan de este tipo de música.

—Bueno, no realmente, Dia es quien me ha mostrado varios videos, y las de ellas en especial se me pegaron, tanto que terminé comprando sus discos en ITunes. ¿No las conoces?

—No estoy muy familiarizada con este tipo de música —respondí.

—Ahora que lo pienso, me recuerdas a ellas. —muy bien, eso fue inesperado, ¿a qué se refería con eso? —Lo digo porque ellas también tienen lindas piernas.

Ese fue, probablemente, el peor error que pudo cometer. ¿Ahora está comparando mis piernas con las de esas chicas?

—¿En verdad? —pregunté con desdén e irritada.

—Sí, mira. —aprovechando la luz roja del semáforo, sacó su celular y me mostró una imagen del grupo de la canción que estaba sonando.

—Tú... Incluso tienes fotos de ellas... Estás comprometida, lo sabes ¿verdad? —celos, sí eso estaba sintiendo.

—No, no es eso en absoluto, es sólo el cover del single. —trató de explicarse, pero yo seguía sintiéndome irritada.

—Hum...

—¿Mari?

—Tengo sueño, dormiré un poco antes de llegar.

La escuché suspirar.

Ese había sido un día casi perfecto.

No tenía sueño, sólo lo dije para tranquilizarme a mi misma, pero en algún momento me quedé dormida, cuando los volví a abrir estaba en mi habitación. Bajé las escaleras, Kanan estaba bajando las cosas que me había traído, de la camioneta.

—Oh, te has despertado. Hubieras seguido durmiendo. —me dijo al verme parada en el umbral de la puerta.

—Siento lo de hace rato... —no podía ni verla a la cara, había sentido celos de unas chicas que Kanan ni siquiera conocía en persona.

—Descuida, no tienes que preocuparte por eso. —sonrió ligeramente. —En parte me alegra que te hayas despertado. —se acercó a mí, tomó mi mano, la extendió y colocó algo en ellas.

—Pulseras...

—Quiero que pongas algo en ellas, lo que sea, cualquier cosa estará bien para mí.

—¿Estás tomando venganza por lo de los anillos, acaso?

—Me pregunto... —se rió. —Iré a regar las flores, ¿vienes conmigo?

Asentí y la seguí hasta el jardín.

—Hemos visto muchas cosas bonitas hoy. —dijo.

—Yo... Estoy viendo la cosa más bonita ahora mismo. —al ver su cara ruborizarse supe que no lo había pensado, lo he dicho en voz alta.

Mi corazón comenzó a latir más fuerte. Este sentimiento, creo que lo confirmé cuando estuvimos en la rueda de la fortuna... Que estoy enamorada de Kanan.












×

ContratoWhere stories live. Discover now