Capítulo 32

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Mari.

Definitivamente, me había enamorado de ella, sonreí para mí misma, creo que era bastante obvio, ¿Quién podría no hacerlo? La forma en la que ella me trata, si alguna otra persona estuviera en mi lugar, no dudo que también se hubiera enamorado de Kanan. Si la ves, parece no tener ningún defecto, aunque claro, soy consciente de que los tiene, pero eso no importa, me asustaría si no los tuviera, eso debido a que no existe una persona perfecta en este mundo. A mí me gusta Kanan tal cual es, aún me falta mucho por conocer de ella, pero no tengo prisa, eso se da con el tiempo, estoy segura de que me iré enamorando más y más de su persona, hasta llegar a un punto en el que este enamoramiento se convierta en amor, eso claro, si ella me acepta. De algún modo, debo confesarle los sentimientos que ahora estoy teniendo, si no lo hago ahora, más adelante me será imposible frenarlos. Por supuesto, sentí miedo e inseguridad, lo que cualquier persona siente ante un posible rechazo, yo tenía algo a mi favor, ella era transparente, le gusto, tal vez también este enamorada de mí, y si ese tal vez es cierto, entonces, nuestra relación podría progresar positivamente.

—Gracias por haberme acompañado a visitar a mis madres, en serio lo aprecio. —hable, finalmente, tras lograr apartarme de mis pensamientos.

Ella estaba concentrada regando las flores, mientras que yo estaba de pie, cruzada de brazos, a unos metros de distancia, había pasado varios minutos en silencio, observándola, cuando escuchó mi voz, levantó su mirada y se volvió hacia mí.

—No es necesario que me agradezcas nada, Mari. Ya te lo dije, me divertí mucho, convivir con tu familia es muy agradable para mí. —me sonrió.

La brisa nocturna era algo helada, el jardín estaba siendo iluminado sólo por una tenue luz, la mayor parte se veía a oscuras, eso debido a que Kanan no encendió todas las luces. A pesar de que no veía con claridad, pude distinguir su sonrisa, destacaba demasiado, me gusta que sonría tan abiertamente, no se lo digo a menudo, pero ella es realmente hermosa.

—Te compensaré, de algún modo. —quería mostrarle mi gratitud, ya que ella siempre está al pendiente de mí también, yo quiero corresponder de la misma manera.

—No hace falta, con verte feliz me basta y hasta me sobra. —dijo, la calidad y sinceridad se podía sentir sus palabras, me ruboricé un poco. Ella seguía sonriendo.

Fue entonces que me di cuenta de algo, no quiero hacer algo por ella para agradecerle o compensarla, quiero hacerlo para verla feliz, al igual que Kanan siempre lo hace conmigo. 

Procurar la felicidad de tu pareja, pero al mismo tiempo tener en cuenta la tuya, mi felicidad, en cierta forma, se debe a ella. Además, tiende a hacer expresiones tiernas y graciosas cuando está contenta, quiero ver más esa clase de expresiones cubriendo su rostro.

Extendí mi mano, indicándole que quería que la tomara; su sonrisa se amplió, mi mano se unió con la suya, pude sentir su templado y afectuoso tacto, esta mano que ahora me sostiene, es tan acogedora.

—Me gusta mucho tomar tu mano, es suave y cálido. —comentó, con un ligero rubor en sus mejillas.

Entramos a la casa, se soltó de mí para cargar las cosas que había traído y subirlas hasta mi alcoba.

A pesar de eso, seguía sintiéndola.

—Debes estar agotada, descansa mientras yo acomodo todo. —le dije.

Kanan había conducido todo el trayecto de regreso, debió ser pesado, en especial porque estoy segura que no está acostumbrada a conducir largas distancias en camioneta.

—No, tranquila, tengo un montón de energía, te ayudaré, así terminaremos más pronto. —Supongo que diría algo como eso, realmente, la conozco.

ContratoWhere stories live. Discover now