3 - Perdón por las mariposas, tenías razón

Capítulo 44

Thiago

Había sido bajo, lo reconozco.

Apenas había enviado el mensaje sentí un poco de remordimiento, pero ya era tarde y ella estaba conectada leyendo mi respuesta tan rápido como llegaba, lo siento, tampoco pude borrarlo.

Aunque mentiría si dijera que mi intención en el fondo no había sido molestarla. Lo había hecho a sabiendas, quería joderla y que le doliera un poquito, para qué voy a mentir.

Y mentir no le había mentido.

Había quedado con alguien y pensaba quedarme a dormir con ella. De quién se trataba, era un detalle que no tenía por qué darle.

De todas maneras, como si en estos tiempos no hubiera salido con otras chicas. Sí que lo había hecho, y bastante seguido. No era para nada típico en mí y varias veces me había podido el agobio y el aburrimiento, pero lo había hecho.

Quién sabe si para probarme a mí mismo que podía hacerlo o por qué, pero había estado con otras personas, y mi agenda era menos patética que antes.

Tenía vida social en Córdoba, y de a poco levantaba cabeza. De a poco me reponía del verano horrendo que había tenido.

Que todo se iba a la mierda cuando me llegaba un mensaje de ella, eso también era cierto. Todo lo que pensaba que había avanzado lo retrocedía en esas habitaciones de hotel, pero tampoco me torturaría. Cuanto menos pensara en el asunto, más normal sería.

Tan normal como toda esta situación podía ser.

No podía resistirme a Bianca, y por ahora no pensaba ni intentarlo.

Ya cuando me cansara o pensara que las cosas comenzaban a complicarse, dejaría de hacerlo.

Eso me decía todos los putos días, ya vamos a ver cuánto me lo creería.

Apagué mi teléfono sin esperar más respuestas y tomé aire intentando forzar una sonrisa para mirar a mi abuela que acababa de abrirme la puerta de su lujosa mansión de campo.