París

2.7K 132 2
                                    

Elena

Hola soy Alessandro deja un mensaje después del bip.

Avente el teléfono a mi sofá, me iba a volver completamente loco este hombre me iba a volver completamente loca y la verdad es que tenía unas ganas de matarlo y de matar a la zorra con la que estaba porque sabía perfectamente que Alessandro se acostaba con muchas mujeres y eso lo odiaba, pero tampoco era una santa como criticarlo a él pero mientras Alessandro no se enterara de lo que yo hacía cuando él no me veía no tenía porqué enterarse. Pero la sola idea de que él ceste viendo a otra mujer me molestaba porque él era mío y de eso le iba a encargar de que así fuera iba hacer presión en su vida para que me diera una maldita fecha para la boda ya me canse de esperar a que tome una decisión y yo tenía a mi madre soplandome en la nuca para que presionarla a Alessandro con la boda, ya lo tenía perfectamente preparado todo, tenía invitaciones, invitados, buffet, vino, luna de miel y el vestido de novia ¡La fiesta ya estaba! Pero tenía que hacer que Alessandro viviera ya conmigo para tenerlo en control y que dejara de engañarme.

-¿Porque tan molesta?-.

Si voz se hizo presente en la habitación y yo solo pude rodar los ojos, la verdad es que como dije no era una santa yo también tenía mis amantes pero esta vez había pasado la raya por completo, pero no pude evitarlo cuando pasó. Antoine tomo asiento en la orilla de la cama con solo una toalla en la cintura, estábamos en un hotel de cinco estrellas él jamás iría a un hotel de mala muerte, por su puesto que no, pero bueno, Antoine estaba aburrido de su esposa y la verdad es que lo entendía por completo la mujer era una completa antipática por completo que tenía cara de mojigata y ella no le daba lo que mi querido suegro necesitaba. Como dije, también he tenido mis amantes pero esta vez me pase, cuando los dos nos encontramos en un bar comenzamos a platicar como un suegro hablaría con su nuera pero entre copa y copa las cosas se salieron de control y terminamos en mi departamento, lo bueno es que Alessandro nunca paraba ahí así que follamos en mi departamento a la mañana siguiente me arrepentí por completo y le dije que no podía pasar.

Pero volvió a pasar e incluso cuando vi a esa chica morena en su oficina me moleste por completo de que ella estuviera ahí y no buscaba a Alessandro lo buscaba a él, le pedí explicaciones sobre porque esa mujer estaba ahí y al final me dijo que solo era la decoradora de interiores y que si, intento propasarce con ella pero la chica no era lo que buscaba sabia que no podía con ella. Así que me tuve que tranquilizar y dejar mis celos aún lado.

-Cierra la boca-. Hablé molesta.

La risa de Antoine me molesto aún más, me tomo de mi cintura luego de que se pusiera de pie de la cama. Me sonrió y me beso con un pequeño beso en mis labios.

-Nena, no estés molesta es más tengo algo que te animará-.

Me soltó y camino hacia su saco que estaba en el perchero de la habitación, de su bolsillo del saco tomó una caja rectangular de color rojo y me la entregó y no pude evitar sonreír y más cuando la abrí ¡Joder! Estaba tan impresionada, los regalos que me daba Antoine eran tan hermosos y más lo que estaba viendo en ese momento que era una pulsera de diamantes, dios amo las joyas era lo único que me importa, claro además de mi misma. Mire Antoine y me acerque dándole un beso en sus labios.

-Mi amor es hermoso-.

Era verdad estaba feliz por lo que me dio no por él Antoine era solo un resbalón pero un resbalón que me daba todo lo que yo quería y yo quería esa pulsera más que a nada en el mundo y él lo sabía porque se lo enseñe un día que fuimos a dar la vuelta por el centro de Sicilia. Sacó la pulsera de la caja para ponérmela en mi muñeca.

-Es baño de oro blanco con diamante, dieciocho quilates-.

Antoine beso mi muñeca y me siguió sonriendo.

-Gracias amor-.

Todo lo que me daba él me gustaba, me gustaba la atención que me daba la cual Alessandro no me daba nunca ni nada sino al contrario yo tenía que tener atenciones con él para que se diera cuenta de mi maldita existencia y eso me molestaba por completo ¡Yo era la novia! ¡Yo soy la novia! Alessandro desde que estábamos juntos en el instituto siempre él buscaba la antecion e incluso la atención de esa maldita cerdita, la odio y la siguió odiando no se en donde mierda este esa gorda ni que ha hecho de su vida pero ella nunca se dio cuenta que Alessandro la buscaba al menos con la mirada era la única chica que no se rendía a los pies de él como todas las demás ¡Ash! Era una mojigata y una zorra por completo. Pero él punto de todo esto es que Alessandro nunca me ha puesto atención y nunca lo ha hecho y se que nuestro compromiso como relación solo es por beneficio de mis padres y los suyos, pero yo deseaba algo más... Que me quisiera, porque a pesar de que fuera egoísta, egolatra e incluso narcisista yo lo amaba pero él a mi no. Y era frustrante.

-¿Y que paso con la chica que estaba en ti oficina la otra vez?-. Pregunté.

-Alexandra, se fue ¿Porque?-.

Tenía que pensar en algo para poder obtener la atención de Alessandro deseaba formar una familia y un hogar...¡Ay no! Niños no que asco aunque ellos serían mi última oportunidad para amarrarlo para que estuviera conmigo, pero al menor tener una casa juntos, así que ya tenía una idea para meter presión en la vida de Alessandro.

Antoine se vestía pero de vez en cuando me miraba.

-¿Confías en ella?-.

Él frunció el ceño.

-¿Porque la pregunta Ele? ¿Qué piensas?-.

Sonreí cómo niña buena y me acerque a él.

-Crees que podrías hacerme dos favores-. Levante mis dos dedos índice y medio sonriendole a Antoine.

-Lo que quieras, tu pide nena-.

¡Ew! Detesto cuando me dice eso, nena.

-Crees poder conseguirme un departamento para mi y Alessandro y me podrías dar el número de esa chica me gusto como quedo tu oficina no le queda nada más así que... No sé yo quería que la decore-.

Antoine me miró por unos segundos y luego me dio un beso.

-¿En donde quieres la casa?-.

-Palermo o tal vez París-.

-Será donde te guste más amor-.

Y mi sonrisa se volvió grande de oreja a oreja de solo oír donde sería mi nuevo hogar o donde podría ser mi nuevo y hermosos hogar con Alessandro.

Quédate Conmigo +18Where stories live. Discover now