DIECIOCHO

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Alessandro

-Maldita sea...¡Ah! maldita sea!-. Grite completamente frustrado-. Me las vas a pagar Alexandra, me lavas a pagar y no te la acabaras te lo juro por mi vida-. 

8 horas antes

Había mandado por Alexandra a su hotel, no pude ir por ella ya que Elena se había quedado conmigo toda la maldita tarde así que tuve que ingeniármelas para que ella no sospechara que yo tenia una noche pasional y carnal con Alexandra, la verdad es que si me sorprendí por completo cuando Elena la saludo como si fueran las mejores amigas del mundo pero por lo que me dijo ella me había ido a buscar a la empresa para que pasáramos el día juntos, como si no fuera suficiente teniéndola metida luego en mi departamento como si fuera el de ella, Elena queria acaparar todo lo que fuera de mi vida lo antes posible para que por fin me hiciera a la idea de que ella y yo estaríamos casados por todas las de ley. Así que en el almuerzo Elena no le paraba la boca de estar hablando con Ignacio que por cierto no me tenia del todo contento de que estuviera almorzando con Alex, pero lo mejor de todo es que yo ya le había ganado, Alex era toda mía y me faltaba un poco más porque se que él no se detendría del todo para dejarla ir, para poder salirnos del almuerzo me invente que tenia una reunión y tenia que asistir, pero de todas formas no pude evitar en ese momento de la comida tocar la pierna de Alex y sentir su caliente piel. 

Todo estaba perfectamente, esta noche no iba a dormir, no tenia tiempo para dormir teniendo una cuerpo como el que estaba a punto de llegar a mi departamento no esta dispuesto arriesgarme a ir a un hotel todos podrían vernos, bueno, tuve una pelea con Elena porque unas de sus metidas amigas me vieron entrar al hotel en donde se hospedaba Alex y claro que yo supe defenderme perfecto porque no había pruebas de que yo estuve ahí y si así lo fuera trate de cubrirme con las manos el rostro como si me estuviera rascando o tosiendo, se e lo que era capaz mi querida novia y no le iba a dar el gusto de joderme la existencia. 

El sonido de las puertas del elevador de mi departamento se hicieron presente dándome a entender que ella había llegado a los pocos segundos lo confirme cuando la vi ahí parada en frente de mi librero donde tenia algunas fotos de mi familia, mías y una que me hizo el favor Elena de poner ahí como si estuviera marcando territorio, yo baje las escaleras que daba a mi habitación. 

-Tardaste un poco ¿No lo crees?-. Hable detrás de ella. 

Alex se giro y pude detallar su vestimenta que la hacía lucir aun mas exquisita de lo que ya era, tenia un vestido sin tirantes de color negro con tacones del mismo color que se amarraban con listones, su cabello estaba lizo me encantaba como se le veía así pero me gustaba más cuando lo tenia como con algunos rizo la hacia lucir más joven de lo que era. Joder esta chica, no le había puesto ni un dedo encima ni nada y ya me estaba excitado de solo verla ahí parada. 

-No estoy a tu disposición, así que te jodes-. 

Era alguien de carácter y eso me excitaba sobre manera y no se porque, otras chicas me hubieran pedido perdón por llegar tarde y que no lo volverían hacer, sumisas, pero a veces Alex podría ser una por lo que vi aquella vez en su cama pero ella en carácter fuera de la cama era dura y eso me ponía. 

-Que carácter eso me gusta nena-. Sonreí. 

Estaba nerviosa, lo podía notar, me fui acercando a ella poco a poco hasta que nuestro espacio personal fuera completamente nulo así que nuestras respiraciones se podían combinar sin ningún tipo de problema estaba un poco alta así que no tenia porque agacharme a su altura ella estaba perfectamente bien como estaba. Me iba acercar a darle un beso cuando sus dedos fueron a mis labios impidiendo que siguiera con mi camino. 

-Tu ya tuviste el control, ahora seré yo quien tendrá el control en todo esto cariño ¿Lo tomas o lo dejas?-. 

-¿Así? ¿Y como planeas tenerlo?-. 

Quédate Conmigo +18Where stories live. Discover now