CINCO

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Alexandra

Mis lagrimas salían de mis ojos, me moría de frio y estaba muy lejos de casa y estaba todo oscuro tenia miedo porque no sabía que era lo que me iba a pasar no había ni una sola alma en la carretera y tenia miedo, quería llamar a mis padres pero no había señal en la carretera y no estaba pasando un ningún auto y no sé a donde iba pero ya queria ir a mi casa, solo a mi se me ocurrió decir que si, que si queria salir con él jamás pensé que el llegaría hacerme eso ¡Como pude ser tan estúpida! ¡Era una verdadera estúpida! mis lagrimas seguían saliendo de mis ojos, mire detrás de mi y por suerte había dos faros de auto que venían hacia a mi, podría ser mi salvación y como le hacen en las películas alce mi mano para hacer la parada. 

Solté un respiro profundo limpiando mis lagrimas de mis ojos, no podía permitirme volver a caer ante la depresión y la ansiedad, no, no podía permitir que el recuerdo de aquella noche volviera a mi mente me consto mucho trabajo el poder superarlo y no podía permitirme caer no solo por verlo nuevamente, sabía que él estaría aquí y que tarde o temprano algún día o noche el se aparecería en mi vida pero todo fue todo tan rápido y el tenerlo tan cerca oliendo ese aroma masculino me invadieran por completo sentí una corriente eléctrica en mi cuerpo, me sentí como aquella chiquilla de veinte años, se que no era una vieja que apenas iba a cumplir mis veintinueve años pero él seguía provocando en mi esa sensación de gusto como la primera vez que lo bese en el bosque. El roce de sus labios sobre los míos estaba ahí presente, pero todo fue una falsedad, pero era obvio que él no me recordaría he cambiado mucho y era claro que no sabría quien soy. 

Suspire y tomando un respiro salí del baño de mi habitación. 

Mi celular estaba en la cama y este se ilumino  indicando que un mensaje había entrado, lo tome y al mirar las notificaciones vi que era un mensaje de Ronaldo y de Julieta.

"Hola bebé ¿Cómo va el viaje? ¿Estás bien?"

"Hola Alex, oye tenemos un evento en una hora así que arréglate que pasare por ti" 

¿Un evento? ¿Qué evento? le escribí a Ronaldo preguntando como tenia que ir vestida la dichoso evento y lo único que me dijo era que luciera bien que no era ni formal ni tan informal, así que tenia que darme una chapuzón tanto en mi baño como en mi maleta para buscar algo adecuado para el evento al que íbamos asistir, me di una ducha rápida, me maquille y comencé a buscar en mi maleta algo que me gustara hasta que lo encontré, era perfecto según yo para la ocasión. Tomé mi falsa negra que me quedaba pegada al cintura remarcando mi trasero que llegaba más arriba de la, rodilla, una botas largas que llegaban arriba de mi rodilla, una blusa de tirantes negra y me chaqueta de cuero más mi bolso donde metí, dinero, teléfono, maquillaje y la llave de mi habitación.

Me encontré con Ronaldo en la estancia del hotel, el se veía tan jovial con la ropa que tenía puesta más su cabello largo lo hacía ver aún más joven él apenas iba a cumplir los treinta y tes años y uno podría jurar que tenía veintinueve pero no, el ya era todo un hombre y solterito que era lo mejor de todo. Nos subimos a una camioneta muy lujosa, yo miraba todo a mi alrededor, miraba las lindas calles de París que eran decoradas con luces navideñas, aún faltaba mucho para Navidad pero los arbustos estaban decorados de las luces blancas.

-¿Y a donde vamos? No me dijiste a donde íbamos Ro-. Mire a mi acompañante con una sonrisa.

-Antoine nos invito a una reunión que hará en di casa, mi padre no podía venir así que me mandó a mi-.

Entonces el poco buen humor que tenía se fue al caño cuando escuche que íbamos a casa de los Torricelli, no, no puede ser esto debe ser una jidids broma era obviamente claro que él estaría ahí y que haría lo que fuera para acercarse a mi aunque si estaba ahí Elena probablemente no se atreva acercarse a mi ni nada por el estilo.

-¿L-la... La casa de los Torricelli?-. Susurre muy bajito para que Ronaldo no me oyera.

Mis nervios comenzaron a florecer, joder, tenía que controlar mis nervios o Ronaldo comenzaría hacerme preguntas y no estaba del todo lista para responderlas la única que sabía lo que me había pasado era Julieta era la única que sabía lo que Alessandro Torricelli me había hecho junto con su novia Elena Herrera, estaba jodida y no podía escaparme tan fácilmente de esto. Trague un de saliva y volví mi mirada a la calle, tenía que alejar mis recuerdos y mis nervios de mi cuerpo sino quería que mis ataques de ansiedad volvieran a mi, respire como me enseño mi psicólogo para calmarme y relajarme, saque mi celular de mi bolso y conteste algunos mensajes para poder distraerme y conteste le mensaje de Julieta.

"No del todo, me tope con él en la oficina de su padre e intento coquetear conmigo... Siento que entraré en pánico con tan solo tenerlo cerca"

No paso mucho tiempo cuando Julieta me respondió.

"Escucha linda, lo que te hizo fue hace once años, era una Alex diferente ahora demuéstrale a ese imbécil la mujer que eres si coqueteo contigo juega con él, ríete en su cara y demuestrale quien eres tú, pagale con la misma moneda"

"No se hacer ese tipo de cosas Juli"

"¡Carajo! Todo lo tienes a tu favor nena, cuerpo, cara y coqueteo ¿Recuerdas como le coquteamos a esos chicos en el bar hace dos años?

" ¡Julieta! Eran solo un par de adolescentes calientes"

"¿Y que? Con el mismo coqueteo que hiciste aplícalo a él, no hay nada que atraiga más a un hombre que todas están a sus pies que una no lo esté, se difícil y lo tendrás comiendo de tu mano"

¿Comiendo de mi mano? ¿Podría yo tener comiendo de mi mano a Alessandro Torricelli?

Quédate Conmigo +18Where stories live. Discover now