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              Odiaba los eventos públicos ¿o acaso odiaba este en específico por que Bruce no estaba allí para sostener su mano si su ansiedad subía de un momento a otro? No lo sabía y era mejor dejarlo así.



Sólo diez alumnos de su grupo se habían presentado lo que era un alivio, no quería siquiera saludarles. Era agotador hablar con alguien cuando sentía que caía a pedazos por dentro. Bruce no era sólo su novio si no su mejor amigo, el único en que confiaba y también el único que le hacía sentir segura. Sería un cambio muy radical ya no tenerlo en su vida pero ¿qué otra cosa le quedaba? No quería parecer insistente apareciendo en su puerta llorando, sabía que cuando Bruce tomaba una decisión no había persona que le cambiara de parecer. Quizá era mejor así.



Había tomado asiento en una de las sillas de en medio relativamente cerca del escenario que no tardaba en ser desocupado. Bella había ganado como era de esperarse. Personas iban y venían a su alrededor hablando palabras que no causaban interés alguno en ella, se sentía fuera de lugar, como si no estuviera del todo presente. Garabateaba en un viejo cuaderno que desocupó para la ocasión —en caso de tener que entregarlo junto a su trabajo— y usaba un suéter gris sobre una camisa blanca, botas negras y una especie de tela en el cabello, acomodada de manera en que sirviera la misma función que una diadema. El evento estaba por terminar pero esperaba para poder entrevistar a la nueva alcalde.



De pronto, el sobresaltante ruido de detonación le hizo levantar la cabeza. Un segundo boom le siguió, luego un tercero un poco más lejano hasta llegar a seis. Miró a Leta, compañera suya que mantenía la misma confusión en su rostro. Tomó su celular del bolsillo con la esperanza de ver alguna alerta en la pantalla pero ni siquiera había servicio.



—¿Fueron explosiones?—preguntó la pelirroja mirándole fijamente.



—Eso creo...—desvió la atención a las lejanas puertas de cristal. Los murmuros de la gente crecieron a tal punto que le hicieron sentir más ansiedad. Algo pasaba afuera y que el GCPD se haya presentado tan rápido era muy mala señal—tenemos que salir de aquí.



—¿Y la entrevista?



—¿Crees que dejaran a Bella continuar con todo este desastre?—guardó la libreta en su pequeña mochila levantándose—ven.



Trataron abrirse paso entre la multitud inquieta con la intención de salir del recinto pero les era muy complicado avanzar.



—Disculpen—dijo una voz masculina que reconocería en cualquier lado.



Era Jim Gordon junto a un par de policías pasando enfrente suyo con prisa.



—Eso no es buena señal—giró la cabeza hacia Leta quien estaba a su lado—¿Leta?



Su amiga se había perdido entre la gente y sería imposible encontrarla. Sujetó con fuerza los cordones de su mochila tratando de enfocarse en la situación justo como su tío le aconsejaba al ver programas policiacos. El primer paso era tratar de informarse sobre lo que pasaba para partir de allí pero al bajar la mirada se dio una idea; una tenue pero consistente corriente de agua mojaba sus botas. Ésta bajaba de los escalones, las explosiones debieron desencadenarla.



Retrocedió un poco observando su panorama pues cada vez había más personas entrando al lugar sin orden alguna.



—¡Escuchen, escuchen!—llevó su atención al escenario donde Bella hablaba desesperada—¡necesito su atención!




Beth parecía ser la única escuchándole. Cuando su mirada fue hacia algo en lo alto, ella trató de ver lo mismo, encontrándolo. Varias personas vestidas igual al Acertijo caminaban sobre la estructura donde el sonido provenía, portaban armas largas y apuntaban hacia bajo, hacia Bella. Un primer disparo atravesó su hombro pero fue más que suficiente para que el caos se desencadenara.




Todos se empujaban, gritaban y corrían. Un estruendo más le hizo cubrir sus oídos pero de entre el fuego y cristales cayendo, logró reconocer esa silueta que le brindaba seguridad. Lo mejor que podía hacer en ese momento era permanecer fuera de la línea de peligro, sin distraerle. El agua subía cada vez más y el único lugar seguro parecía ser detrás del escenario.



Sin embargo, al llegar allí, tuvo una mejor vista de lo que sucedía arriba y Bruce no podía con todos él solo. Quizá era momento de poner a prueba las clases de defensa personal que Marcos le obligó a tomar en preparatoria. Además, no era como si tuviera otra cosa que hacer. Esperar a que le rescaten no era de las cosas que solía hacer.



Quitó la tela que mantenía su cabello en orden para usarla en su rostro parecido a cómo Bruce la usaba el día en que se conocieron. Con la liga que siempre traía consigo en la muñeca se hizo una coleta alta.



—Mi tío me matará—atoró la mochila en uno de los largos tubos que sostenía la estructura que estaba por escalar—si no es que esos minions lo hacen primero.



De alguna manera, hablar consigo misma le tranquilizaba un poco. Ya estando lista subió un pie a la escalera, sosteniéndose firmemente con ambas manos.



—¿Y tú quien eres?—quedándose quieta, giró su cabeza.



Pese a la pobre iluminación pudo reconocerle, era la chica de la grabación. Era aún más bonita en persona y si estaba allí, significaba lo que tanto temía. Aún así, hizo pasar el tema por alto enfocándose en la situación actual. Ya tendría tiempo para llorar, llorar por su rompimiento y no en su funeral.



—¿Yo? Pues...amiga suya—señaló el alto lugar.



—Así que eres tú, ¿huh?—sonreía incrédula.




—Uh...—frunció el ceño confundida—¿podríamos detenernos a platicar en otro momento cuando no lo estén tratando de matar? Digo, si no es molestia.



—Tienes razón—respondió asintiendo—vamos.



Beth se giró comenzando a subir sabiendo que ella le seguía. Miles de cosas pasaban por su cabeza al no saber lo que se encontraría arriba, era por mucho de las cosas más locas que había hecho quitando del primer puesto escapar de su casa y perder la bicicleta de su hermano. Pero aún así se sentía correcto...de nuevo era todo por Bruce.

afterglow     ⸺     bruce wayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora