Capítulo especial: Eric

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—Eres tan grande que esto parece un baile de padres e hijas —rio Nicole. Y aunque pretendía fingir que parte de su diversión era fingida, a mí no podía engañarme: la pelirroja estaba disfrutando de hacer su papel de princesita.

Lo cierto era que se desenvolvía bastante bien en aquel ambiente. Mejor incluso de lo que había esperado. Y tampoco era desagradable para mí, si te digo la verdad. Nicole era ingeniosa y tenía un carácter efervescente, tanto para lo bueno como para lo malo. Si no fuera por el respeto que le debía a mi hermano, me habría planteado saltarme mi regla de no mantener aventuras con compañeras de trabajo. Realmente creía que habríamos sido muy compatibles, tal y como le había dicho cuando pretendía que se alejara de Matty. Sabrá la Diosa qué había visto en alguien tan serio como mi hermano.

—¿Para qué me necesitas? Sabes ser simpático cuando quieres... Deberías apañarte bien con esta gente —me preguntó en un susurro, sin dejar de aparentar un solo segundo.

Capté la poco sutil pulla, pero solo logró hacerme sonreír.

—Mi trabajo se complica cuando alguno es racista o se sienten intimidados por mi aspecto. Contigo al lado parezco más inofensivo y eso les hace bajar la guardia.

Por no mencionar que la mayoría de las personas con las que tendríamos que tratar eran hombres y una caída de pestañas de ella sería mucho más eficaz que una sonrisa mía. Pero prefería no tener que subrayar la parte del trabajo que consistía en cosificarla.

Seguimos bailando durante un rato más, aunque mi atención estaba puesta en estudiar el lugar, a los invitados y dejarnos ver en la pista. No obstante, estaba tranquilo. No era mi primera gala benéfica.

—¿Cómo has logrado que te inviten a esto? Hay gente de lo más pija aquí.

—Hay que tener amigos hasta en el infierno.

Nicole hizo un ruidito con la garganta y lo dejó correr. Estaba acostumbrada a mis respuestas esquivas. Sin embargo, me encontré decepcionado por su falta de insistencia. Tal vez yo me había acostumbrado demasiado a Spencer y su tenacidad.

Cuando detectaba algo que llamaba su atención, agachaba ligeramente la cabeza y clavaba los ojos con una intensidad que dejaba claro que no soltaría fácilmente su presa. Algo que, si bien no me convenía, encontraba estimulante.

Pero aquel no era el momento ni el lugar para andar con la mente dispersa, así que me concentré en la pelirroja entre mis brazos y... Bueno, siempre es buen momento para divertirse un poco.

—¿Sabes? Me siento honrado de haberte robado tu primera vez. Ha sido una historia digna de contar a todo el que quiera escucharla.

—Ni se te ocurra.

Ah, adoraba ese arte de hacer que un susurro tuviera la intimidación de un grito. Sus ojos ardían pese a que estaba haciendo un esfuerzo por no dejar que se filtrara en sus rasgos. Ese mal genio en las chicas como Nicole les daba un aspecto enfurruñado que las hacía verse adorables.

—Encanto, ese grito tuyo no va a abandonar mis recuerdos nunca. Lo recordaré cada vez que necesite alegrarme el día.

—Te odio —masculló entre dientes con una gran sonrisa falsa.

Y qué bien se le daba discutir mientras seguía con su representación de cara al público. Ahora veríamos si en todo lo demás era igual de buena actriz. Pero primero...

—Voy a disfrutar contándoselo a Matty. Estoy deseando ver su cara —me regodeé. Sus reacciones eran tan divertidas que no podía resistirme.

—¡Creía que nos íbamos a matar!

Palabra de Bruja IndomableWhere stories live. Discover now