The Male Wife

Capítulo 42: Rompiendo esa mente

Hu Xiayun se escondió en su propia habitación y siguió maldiciendo, por las estúpidas ideas de Qiu Yi, perdió por una buena oportunidad para mover la Casa Este. Su plan era dejar que Pei Cheng y Jiang Sanye llegaran hasta el final y así hicieran un desastre. Ella entonces se lo contaría a la anciana, la anciana se pondría furiosa y se iría sobre Pei Cheng de inmediato, no lo dejaría ir. También haría enojar a Jiang Rinzhi, además de que sería humillado por usar un sombrero verde. No había ningún fallo en ese plan, era ganar ganar por donde se viera. Pero por la intromisión de Qiu Yi, ese plan tan genial había sido arruinado por completo.

En este momento, el patio de la anciana tampoco es tranquilo. La anciana temblaba de ira, le preguntó a la sirvienta si ya había llegado Jiang Sanye. La sirvienta contestó que todavía no, pero después entró otra sirvienta avisando que el tercer maestro acababa de llegar. La anciana había hecho venir a su hijo menor con un engaño, le había mandado avisar al Yamen que estaba muy enferma.

"Date prisa y deja que me vea, estoy tan enojada, tan furiosa". El pecho de la anciana era inestable: "¿Has encontrado un buen médico? Una vez que tengas todo listo, recuerda salir en silencio". La sirvienta asintió y se fue. Otra sirvienta se acercó y se arrodilló en el suelo para ayudar a la anciana a masajear su pierna.

No tardó en llegar Jiang Sanye y entró apresuradamente: "Madre, ¿qué te pasa?" La anciana agitó la mano y la sirvienta se fue. Su hijo volvió a preguntar: "Madre, ¿qué le pasa a tu cuerpo? ¿Por qué de repente enfermaste otra vez?" La anciana con calma fue directo al tema: "¿Recuerdas lo que me habías prometido antes? ¡Lo que hiciste hoy en verdad me ha hecho enfurecer!"

Jiang Sanye observó con cuidado el aspecto de su madre y vio que tenía buen color y estaba saludable, no se veía enferma. De inmediato se dio cuenta que había sido engañado y se molestó mucho: "¡Madre, me has mentido! Sabes que tengo muchos asuntos oficiales que atender en el Yamen y aún así me has engañado, no pensaste en tu hijo ..."

La anciana entonces con una actitud muy severa le dijo: "Te pregunto entonces, ¿te gusta Pei Cheng verdad?" En el acto Jiang Sanye se puso rígido, un momento después contestó como si nada: "¿Por qué piensas eso? Después de ver a Pei Cheng, ¿por qué debería volver a verlo? Estás escuchando las tonterías del hermano mayor".

El corazón de la anciana dio un salto, había pensado que sólo Qiu Yi sabía lo que pasaba entre Pei Cheng y Jiang Sanye, pero por lo visto ya lo sabía desde antes el tío Jiang. La anciana trató de calmarse: "Lo que hiciste con Pei Cheng en el patio delantero fue visto por una sirvienta, si no fuera por que me lo ha contado ... ¡Estoy muy enojada contigo!

El tercer maestro sonrió amargamente: "No tengo ningún pensamiento sobre Pei Cheng en lo absoluto, así que no sigas pensando en eso madre". La anciana se burló, había notado que la expresión de su hijo cambió tan pronto dijo "Pei Cheng" ¿no da que pensar eso? Entonces le dijo: "Quiero que recuerdes que eres un oficial de la orden imperial. Incluso si quieres casarte en el futuro con una esposa masculina, esa persona nunca debe ser Pei Cheng".

La anciana no podía ocultar su ansiedad. Jiang Sanye es el prefecto de Hwaseong, si se sabe que tuvo un romance con su cuñada, el sombrero negro en su cabeza no sólo sería vergonzoso, si no que arruinaría la reputación de la familia Jiang.

Jiang Sanye guardó silencio por un momento. La anciana se tranquilizó, el silencio de Jiang Sanye ya le había dado una respuesta. La anciana extendió su mano y agarró la mano de su hijo, tan fuerte que casi le rompe la mano. La anciana miró a su hijo y le dijo palabra por palabra: "Jiang Sanye, de ahora en adelante, tienes que romper esa mente por mí, ¿lo entiendes?"

Jiang Sanye miró a la anciana sin decir nada.