Capítulo 38: Es ridículo

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Respecto a Jiang Rinzhi, Pei Cheng no pensó que hubiera algo raro. Sin embargo, las cosas que han sucedido hicieron que quisiera conocer completamente a Jiang Rinzhi. Parecía que su esposo no era tan simple como aparentaba.

Pei Cheng sirvió la taza de té y regresó hasta la habitación interior, levantó la cortina con una mano y sostenía la taza con la otra mano: "Segundo maestro, aquí  está el té". Jiang Rinzhi dejó el pergamino y miró a Pei Cheng mientras extendía la mano para tomar la taza, pero Pei Cheng lo evitó. Ignorando la frialdad agravada en los ojos de su esposo le preguntó: "¿El segundo maestro acaba de tomar medicina?" Él dijo que no, entonces Pei Cheng se sintió aliviado y le entregó la taza. Cuando terminó de beber su esposo, tomó la taza vacía: "Me quedaré con el segundo maestro".

Jiang Rinzhi de nuevo no dijo nada, ni bueno ni malo. Bajó la cabeza para seguir leyendo el pergamino que tenía y dijo: "¿Qué libros te gusta leer?" Pei Cheng había dejado la taza y se había sentado en una silla, cuando lo escuchó, pensó un momento y respondió: "El libro popular".

Jiang Rinzhi dio la vuelta a la página y lo miró con desaprobación: "¿Por qué a ustedes siempre les gusta leer cuentos? Lean más ..." Pei Cheng lo interrumpió sin vacilar: "No me gustaba leer cuando era niño, pero me aburría en la casa así que leía cuentos para pasar el tiempo".

Su esposo no dijo nada pero sacó un juego de pergaminos de la mesa baja y se los arrojó a Pei Cheng. Su significado era obvio y Pei Cheng hizo un mohín. No esperaba que su esposo tomara la iniciativa de permitirle leer. Siempre pensó que era imposible en absoluto para un hombre que provenía de una familia rica como la Jiang, permitiera que su esposa leyera otra cosa que no fuera un libro de cuentos. Una vez más, Jiang Rinzhi superó sus expectativas

Sólo que había un problema. Pei Cheng tomó un pergamino, pero no pasó mucho tiempo mirando cuando se empezó a enojar. Giró el pergamino de un lado a otro con la cara oscura, luego lo cerró. Jiang Rinzhi notó los movimientos de Pei Cheng: "¿Qué pasa?"

Pei Cheng se sonrojó un poco, recordando que como estaba destinado a casarse como mujer en el futuro, sólo pudo estudiar unos años antes que su padre lo encerrara en la casa del patio trasero. No sólo no podía leer literatura, tampoco se le permitió salir en lo absoluto. Por eso es que aunque le hubiera gustado leer literatura, lo único que le dejaban leer eran cuentos.

Jiang Rinzhi frunció el ceño, pensando que la mente de Pei Cheng no estaba allí por lo que su tono fue aún más frío y nuevamente repitió: "¿Qué pasa?". Pei Cheng tosió por la incomodidad y supo que su esposo pudo haber malinterpretado algo. Por lo que no escondió su rostro y tímidamente dijo: "No entiendo mucho". Jiang Rinzhi quedó atónito, luego de comprender lo que Pei Cheng quiso decir, preguntó: "La familia Pei, ¿no lo mandó a estudiar?" Pei Cheng fue indiferente al responder: "Naturalmente, pero ... después de tres años de estudio, ya no pude continuar estudiando".

Jiang Rinzhi quiso saber más: "¿Por qué hizo eso la familia Pei?" Pei Cheng bajó la vista y dijo simplemente: "Es porque... después de todo, en el futuro ya no seré de la familia Pei".  Jiang Rinzhi dejó el pergamino que leía y dijo: "Ridículo". Pei Cheng se quedó callado.

Después de tantos años, se ha acostumbrado. Entonces no se siente avergonzado ni enojado.

The Male WifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora