Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 19

||ALYSA||

Un suspiro escapa de mis labios al término del abrazo y me alejo viendo cómo trata de deshacerse de las lagrimas que salen sin control por sus ojos.

—No lo evites, será peor —sonrío de lado y dirige su mirada hacia mi por unos escasos segundos.

—Evan, de verdad aprecio la valentía y coraje que has tenido para contarme todo esto, pero no ha cambiado nada —escucho un suspiro de su parte y evitó hacer alguna mueca— tus acciones no se borraran con tus palabras.

»Yo tengo valor como persona, un valor que tú denigraste con el trato que me diste, me hiciste sufrir como nunca imaginé que sufriría y no voy a tolerar eso. Si dices que quieres cambiar por mí regresa a tu manada y cambia allá, tomate el tiempo necesario para tu proceso de cambio y cuando estés listo regresas; porque como persona me merezco mucho más de lo que tú me has dado y no voy a ceder bajo esto porque me estarías manipulando, estarías usando tu pasado para que yo te tenga compasión y regrese a sufrir a tu lado mientras tú te reformas.

—Lo comprendo —susurra— de verdad lamento todo el daño que te hice.

—No, tu no comprendes —digo ganándome su completa atención— tuve que renunciar a mi vida por ti, no sabes cuanto deseaba huir de ti y regresar a vivir con mis abuelos, pero no pude, no podía arriesgarme a que tu me encontraras y les hicieras daño; en cambio, tuve que acoger otro nombre, otra identidad y vivir lejos de ellos aparentando ser otra persona.

—Tienes razón, no te comprendo por que no viví en carne propia el dolor y humillación, pero lo lamento demasiado —suspira— lamento haberte decepcionado, lamento haberte alejado, lamento el haber arruinado tu vida. Puedes irte, no volveré a molestarte.

Lo veo tomar una botella del bar y me maldigo internamente por no irme aún.

—¿Estarás bien? —pregunto y asiente.

Por suerte Kane y el otro hombre, el cual desconozco su nombre, llegaron.

—¿Alysa? —pregunta Kane sorprendido.

—También me sorprende estar aquí —digo tratando de quitar la tensión en el ambiente— yo estaba por irme pero no creí que sería bueno dejarlo así.

—Gracias por cuidarlo, nosotros nos encargamos ahora —dice el otro chico tratando de tomar la botella que Evan sostiene con fuerza.

—Bien, adiós —me despido dando una última mirada a Evan.

[...]

Desde esa vez no volví a ver a Evan, admito que es extraño no verlo rondar por aquí tratando de llamar mi atención, pero es algo bueno ¿no?

Ahora que sé que no se encuentra por aquí y que ha prometido no volver a acercarse para dañarme, suelo salir más con los chicos.
Cuando Thalía, Nathan, Josh y yo coincidimos en días de descanso pasamos todo el día en casa de alguno de nosotros comiendo y viendo películas o alguna serie, alguna que otra vez salimos a comer a otro lado o rara vez nos vamos a una fiesta siendo convencidos por Thalía.

—Mañana habrá reunión en tu apartamento —dice Josh al estar frente a mí.

—Son crueles, mi turno termina tarde y tendré que ordenar —reprocho haciéndolo reír.

—No te preocupes por eso, solo recuerda que ya hemos estado en donde Nathan y Thalía viven —añade con una sonrisa.

Y tiene razón, pareciera que cada mañana un huracán arrasa con sus apartamentos, porque otra explicación para tal desorden no puedo encontrar.