Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 91

||ALYSA||

Dios, este embarazo me ha complicado todo.
No puedo ver mis pies y me es difícil avanzar en este estado, tengo que estar todo el día en la maldita cama como estuviera lisiada.
Evan tiene que traerme el desayuno a la cama, al igual que la comida y la cena; aunque no siempre es él ya que se encuentra muy ocupado en asuntos de la manada, casi siempre es Kane quien viene y come conmigo mientras Leslie prepara los últimos arreglos de su boda.
Aunque también las chicas han estado más atentas y están a mi lado la mayoría del tiempo, conversamos y comemos cualquier tipo de dulces.
Y como Kane para evitar estresarse de más con asuntos del trabajo o la manada se ha convertido en mi guardia personal, no es muy difícil su trabajo ya que me mantengo en cama o solo doy vueltas por la habitación para estirar las piernas. Aunque también tiene cierta presión por parte de Evan, dice que se vuelve loco al dejarme sola , pero a él los descansos no le vienen mal y prefiere cuidar de mí. Durante el día comemos demasiado, o al menos yo como demasiado, y se queja de que tendrá que hacer más ejercicio, pero igual sigue comiendo.

— Quiero ir abajo, este encierro me volverá loca —bufo.

— Sabes que Evan me matará si te llevo allá —ríe y mira por la ventana— pero para tu buena suerte él no está.

— Eres el mejor amigo que existe ¿lo sabías? —el asiente mientras ríe y seguido de esto me carga.

— Espero que no sea una mala idea —murmura antes de salir de la habitación.

— No lo es, estaremos dentro ¿qué podría pasar?

— Será rápido, en una media hora llega Evan y él no debe enterarse de esto por nada del mundo —ordena y me sienta en uno de los sofás de la sala.

— ¿Quieres pastelitos? —pregunto emocionada.

— Alysa está noche tendré que correr 20 kilómetros más —bufa— pero esos pastelitos los valen.

— Lo sé —rio— son una delicia.

Me levanto del sofá con cuidado y camino con una sonrisa en mi rostro que de inmediato es reemplazada por una mueca. El responsable, un dolor punzante que me acribilló la espalda baja.

— ¡Ayudame Kane! —me doblo tomando mi vientre y aprieto los dientes para no gritar.

— ¿Qué pasa? —pregunta Kane de inmediato.

Cuando el dolor pasó y trate de enderezarme, una punzada más fuerte que las anteriores me atacó.

— ¿Te has hecho encima Alysa? —pregunta Kane con una mueca digna de reírse, pero el dolor me lo impidió.

— ¡Mierda Kane, acabo de romper fuente y tú haces preguntas estúpidas! —grito.

— ¡Los cachorros vienen! —grita y me carga llevándome a toda prisa hacia la habitación.— ¡ALGUIEN LLAME A LA DOCTORA!

El dolor es insoportable, es como si me desgarraran por dentro.

— Aly tranquila, la doctora ya está aquí —grita Leslie.

Asiento tratando de mantener la calma y no gritar. Dios ayúdame, no me dejes morir aquí. Siento como mi presión baja, el dolor aumenta cada vez más y la doctora sigue sin aparecer.

— Ya he llamado a Evan, ya vienen en camino —avisa Doth.

— Luna, necesito que se relaje, tengo que ver que tan dilatada está —asiento y los chicos salen para que ella pueda hacer su trabajo.

El vestido holgado que llevo facilita el trabajo, pero cuando lo hace siento mucho más dolor y mi grito parece haber asustado a la doctora.

— ¿Por qué mi mujer ha gritado? ¿Qué le ha hecho? —grita un Evan furioso.