CAPÍTULO 42|✔️

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||ALYSA||

Durante toda la noche ayudamos a Leslie con algunos de los preparativos. Después del desayuno con Evan y su padre las acompañaré a ver los vestidos de novia y de dama de honor, como era de esperarse estuvieron insinuando un sin fin de cosas sobre lo que pasaba en las noches con Evan, cosa que contraataque con Leslie, Kane y ella se desaparecen por un buen tiempo y nadie sabe a dónde se han ido.

Después de haber planeado todo regresé a la habitación que comparto con Evan y dormí como bebé, el aún no había llegado y me di una ducha refrescante, me puse ropa interior y un blusón blanco de seda con encaje para dormir.

Por  la mañana Evan me despertó y busque ropa para ducharme, al estar ya lista baje encontrándome con los Woods, el señor Romeo lleva un traje completo color gris, mientras que su hijo lleva unos pantalones de vestir negros y una camisa blanca que se pega a su cuerpo enfureciendo a mis hormonas.

— Buenos días —saludo a ambos y Evan me toma por la cintura, como ya es costumbre.

— Te ves hermosa —susurra y besa mi mano.

— Mi hijo tiene razón, se ve muy linda señorita Alysa —dice el señor Romeo y sonrío. Es un milagro que Evan no se encuentre gruñendo.

— Muchas gracias, pero ustedes no se quedan atrás —digo y la sonrisa egocéntrica aparece en el rostro de ambos. Ahora se de dónde viene el gran ego de Evan— estoy más que seguro de que se llevarán más de una mirada por parte de las chicas.

— Bueno, la genética ha sido muy buena con ambos —dice el señor Romeo riendo.

— Tienen demasiado parecido, que si no fuera porque lo sé pensaría que son hermanos —digo y Evan ríe.

— Excepto de que mi padre ya es un vejestorio —dice y su padre lo mira mal.

— No parece tu padre, es decir, si tú tienes 500 años tu padre debe tener más y aún sigue conservado —digo y ríen.

— Creo que tenemos un desayuno al que ir —dice Evan mientras me guía hacia la salida.

Al salir un auto ya nos esperaba en la entrada, un hombre nos abrió las puertas y entramos.

— Buenos días —saluda el hombre.

— Buenos días —correspondemos todos.

El camino fue algo aburrido, Evan y su padre hablando sobre finanzas y yo solo viendo el exterior; la manada es grande, más de lo que yo pensaba, es como una gran ciudad camuflajeada por el bosque, una buena manera de mantener a los intrusos alejados.

Cuando el auto se detuvo la puerta de mi lado fue abierta y el chófer me ayudó a salir ganándose un gruñido por parte de Evan, detesto que se ponga así.

— Muchas gracias —digo al hombre con una sonrisa.

— No debe agradecer Luna —dice con su cabeza inclinada.

No pude decir o hacer nada porque el Lobo celoso ya me llevaba de la mano a la entrada del lujoso restaurante.

— Pensé que para un desayuno iríamos a una cafetería —murmuro y somos guiados por el hoster a una mesa en el jardín.

— En un momento viene su mesero —dice el chico y saca mi asiento.

— Gracias —digo y me siento.

— No hay nada que agradecer señorita, disfruten del desayuno —dice el chico antes de dejarnos.

— Maldito —murmura Evan y se sienta.

Mate Del Alpha.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora