Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 98 (2)

||EVAN||

— ¿No ha caído? —pregunta frustrada— todos a su alrededor notamos toda su tensión sexual y es incómodo —bufa— tal vez debería...

— No vas a darle esa poción —la interrumpo— ella caerá, solo tenemos que ser pacientes. Si no me atreví a darle nada cuando recién llego menos lo haré ahora.

— ¿Pacientes? —exclama Abraham— llevas días haciendo de todo y ella se resiste, necesitamos la maldita poción.

— ¿De qué hablan? —pregunta María entrando al despacho.

— Nada interesante —responde Doth tajante— debo ir con Aly, prometí ayudarle con algo.

Creo que tampoco le agrada María, de niños ellas pasaban tiempo juntas pero nunca me puse a pensar si de verdad le agradaba o lo hacía por compromiso.

— Nos vemos más tarde Doth, hoy iremos a visitar a Mady —anuncia Abraham emocionado.

Mady, la pequeña niña que se robo el corazón de Abraham.

— ¿Quién es Mady? —pregunta María confusa.

— Una niña —responde y se levanta— tengo que ir a preparar las cosas para más tarde, los veo después.

Ambos lo vemos salir y el silencio de instala en la habitación.

— ¿De qué hablaban antes de que yo llegara? —pregunta insistente.

— Sobre Alysa y los cachorros, ellos los adoran, a los tres —respondo con una sonrisa.

— Si, al parecer todos aquí adoran a Alysa —murmura.

— ¿Hiciste lo que te pedí? —pregunto cambiando el rumbo de la conversación.

— Si —responde de inmediato— ¿Qué es lo que te llama la atención de Alysa? Antes solías estar con mujeres lobo de cuerpos exuberantes, ¿qué fue lo que hizo tan especial a la humana?

— Estás hablando de mi mujer y tú Luna, así que ten más respeto —ordeno— Alysa tiene un corazón de oro, el centro de su ser es el paraíso que siempre busque, su amor es puro y su actitud me encanta, ella no está aquí por interés como las otras mujeres que se arrastraban por mi amor para así poder conseguir el puesto de Luna en la manada. Además de que es muy bella físicamente; tiene todo lo que necesito y con su amor me basta.

— Lo entiendo, es muy especial —sonríe— ¿necesitas que haga algo más?

— No, pero si quieres puedes acompañarme con los cachorros —respondo levantándome de mi silla.

— ¿Alysa o tú tuvieron antes un hijo o cachorro con otra persona? —pregunta y niego— ¿entonces qué hace con ustedes un niño que ni siquiera lleva su sangre?

— Como ya te lo dije, Alysa tiene un corazón de oro; ese niño se quedo sólo, perdió a su madre y no conocía a su padre, ella decidió adoptarlo —respondo y salimos del despacho.

— Lamento parecer celosa o algo parecido —bufa— yo solo quiero lo mejor para ti y presiento que ella te traerá problemas por ser humana.

— Me traerá problemas si la acusó de algo que no hizo, sigue con tu vida y no te preocupes de ella —digo ocultando mi molestia.

El que sea mi amiga no le da derecho de hablar así de Alysa, pero como siga con eso la tendré que echar.

— Si, lo siento Alpha —susurra.

[...]

— Ya es hora, te veo después —me despido de María y salgo a esperar a Alysa.

Trato de ocultar mis nervios y reviso que todo esté en el auto, Doth antes de irse preparo una maleta para Alysa sin que ella se diera cuenta y solo rezo para que no haya hecho algo malvado.