Mate Del Alpha.

EXTRA

||ALYSA||

(Antes del epílogo)

El viaje a Nueva York había sido agotador gracias a los cachorros ¿es que esos pequeños no descansan? Pareciera que buscan la peor ocasión para mantenerse mas hiperactivos de lo que ya son.

— Pasare la reunión para más tarde, ahora debemos descansar —anuncia Evan cuando tocamos tierra firme.

— Gracias —murmuro exhausta.

Jonathan me mira apenado y le regalo una sonrisa, este de inmediato corresponde y se levanta siguiendo a Evan.

— Mami está muy cansada, ¿puedo ayudarte con mis hermanitos para que ella descanse? —pregunta a Evan haciéndolo sonreír.

Aunque Evan trate de esconderlo y negarlo, se encuentra igual que yo, puedo notar sus grandes ojeras y no ha parado de bostezar, ambos necesitamos un gran descanso.

— Ahora vendrán unas personas que nos ayudarán, pero claro que puedes hacerlo —responde revolviendo su cabello.

Cierro mis ojos al escuchar esa frase y trato de descansar un poco hasta que la gente de Evan llegué, pero mi descanso se vio interrumpido por dos pequeños cachorros que comenzaron a llorar y llamarme.

— Olvida tú camada —gruño a Evan y voy a atender a los pequeños.

— Nos acostumbraremos —murmura y me abraza por la espalda— ya lo verás.

»Estás demente si crees que dejaré el tratamiento. No más cachorros.

«Ambos sabemos que habrá más...

Le lanzó una mirada fugaz ante su respuesta y solo ríe mientras se aleja con Axel en brazos.

— Mami no está de buen humor, hay que salir antes de comience a gritarnos —dice Evan a Jonathan señalando la salida.

— Al único que gritare será a ti y me conocerás molesta —murmuro y los sigo.

«Agradezco tú propuesta, no puedo esperar a escucharte gritarme mi nombre.

Agotas la poca paciencia que me queda, Evan.

— Señora, cuidado —grita una chica tomándome del brazo.

Al reaccionar veo que gracias a mi furia casi cruzo sin mirar causando que casi me arrollen junto con mi bebé.

— Gracias —digo a la chica y busco con la mirada a Evan— lo lamento, estaba buscando a mi esposo e hijos que ni siquiera lo pensé.

— El señor Woods y los niños están dentro del aeropuerto buscando al personal, el señor pidió que la mantuviéramos aquí y cuidáramos de usted mientras tanto —responde llevándome de regreso al Jet.

[...]

Despierto y de inmediato reviso la hora en mi reloj de mesa, podré ver el amanecer si logro salir de los brazos de Evan.

Recuerdo que las almohadas tienen mi olor impregnado así que con sumo cuidado tomo una y la restriego en mi rostro.
Me arrastro hacia abajo casi cayendo de la cama y cuando estoy libre, dejo la almohada en mi lugar. Eso servirá por muy poco tiempo, así que debo apresurarme.

Tomo la bata de Evan y me la pongo encima para después salir al balcón y admirar los hermosos colores que adornan en cielo.
Observo los grandes edificios y las personas y autos que transitan las calles en dirección a sus empleos, ya extrañaba Nueva York.