Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 3|✔️

||ALYSA||

Despierto por la mañana con una gran sonrisa que estoy segura nada podrá borrar, ¿qué está haciendo Bill conmigo? ¿Será magia? han pasado solo horas desde que nos conocimos y siento algo por él, no sé si eso está bien...

Después de haberme duchado y arreglado, estaba dispuesta a seguir con la escritura de mi libro, pero el móvil comenzó a sonar indicándome que un mensaje había llegado. No hubo necesidad de pensar en quién sería, Bill es la única persona con la que he hablado hasta ahora y quedamos en hablar por la mañana.

De: Bill

"Buenos días linda, ¿cómo amaneciste?"

Acostada, fue lo primero qué pasó por mi mente pero no quiero arruinar lo que sea que tengamos.

Para: Bill

De maravilla, ¿Qué tal amaneciste tu? Espero que bien <3

Envío la respuesta y tomo mi bolso, libreta y bolígrafos, me gustó mucho el lugar donde comencé a escribir ayer y creo que es un buen lugar para inspirarse.

De: Bill

"Me alegro preciosa, yo amanecí más que bien <3"

Para: Bill

Es bueno saberlo, espero que tengas un buen día, si tienes tiempo estaré escribiendo en la entrada al bosque. Besos <3

Guardo mi móvil en el bolsillo de mis vaqueros y salgo a mi nuevo espacio creativo.
Me siento e Inhalo y exhalo el aire fresco, el olor a corteza de árbol y tierra mojada inunda mis fosas nasales pacificando el ambiente, ¿existe un mejor olor que ese? »El de Bill«

Rio ante mis pensamientos y abro la libreta para comenzar a escribir lo que hice la noche anterior con él, fue verdaderamente mágico y merece quedarse no sólo en mi memoria, sino que también en mi libro.
Dejo que mi imaginación fluya describiendo cada rasgo de Bill, el color tan vivo de sus ojos y su maravillosa y blanca sonrisa.

Miro la redacción que he hecho hasta el momento y me encanta, ésta parte será mi favorita de ahora en adelante.

Cuando miro la hora me percato de que ya ha pasado demasiado tiempo y debo regresar. Guardo mis cosas en mi bolso y me levanto del tronco para caminar un poco y estirar mis piernas, he dedicado horas escribiendo más de lo que ha pasado, inventando una cita romántica junto a Bill y como mis amigos me molestan con ello.     Suspiro al ver el lago que visite anoche y no puedo evitar dejar de pensar en el beso, el que nos dimos justo aquí, o en mi cabaña.

— Mía —reacciono ante el gruñido emitido por el hombre que me sujeta contra el árbol y me alarmo.

¿De dónde rayos salió? Ni siquiera lo escuche llegar.

— Aléjate, estas demente —logro empujarlo y comienzo a correr en dirección contraria a él.

»Hay personas locas por aquí, además de groseras, locas«

— Regresa aquí —escucho al extraño gritar e incremento la rapidez de mis pasos.

Mis piernas arden, al igual que mis pulmones, pero mientras más corro siento su presencia más cerca. Trato de concentrarme en los sonidos, pero mi acelerado corazón me lo impide, ¿Por qué me pasa esto a mí?

— Te tengo —escucho que dicen a mis espaldas y no puedo correr más, me atrapó.

— Suéltame —grito y forcejeo contra su agarre pero en lugar de deshacerme de él se hace más fuerte— ¿quién diablos te crees que eres?