Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 103 (2)

||EVAN||

Veo todos los documentos en mis manos y hago todo lo posible por contenerme.

— ¿Ahora si nos crees? —pregunta Doth cruzándose de brazos.

— Si —respondo y guardo todas las evidencias bajo llave.

— Por fin —exclama Abraham.

— Te lo advertí, dejaste a esa mujer meterse en tu hogar y conspirar en tu contra —ríe— pusiste a tu familia en riesgo sólo por una vieja amistad.

— Lo sé, no es tiempo para sermones, debo pensar bien que haré.

— Vaya, al parecer ahora eres racional —menciona Doth antes de salir furiosa.

— Piensa todo lo que quieras, sólo recuerda que esa loca sigue aquí.

— ¡No me compliques más las cosas!

[...]

El plan va tal y como lo planeamos, María se cree que ha logrado distanciarme de Alysa y los chicos, cree que ha logrado su cometido pero lo que no sabe es que el mentirme y el tratar de matar a mi mujer le costará muy caro.

— Necesito que cuando estés cerca mío parezcas molesta, finge odiarme y haz lo necesario para que ella lo crea ¿si? —Alysa asiente y beso su frente— los chicos estarán a tu lado por si acaso ella intenta hacerte algo.

— Está bien, promete que se irá pronto, no quiero estar así —susurra provocando que mi corazón se estruje.

Todo lo que he hecho para salvarla la ha lastimado más, desde que entre en su vida le he hecho mal...

— Lo prometo princesa —sonrío y tomo sus manos— ahora quiero que grites y me eches de aquí.

— Bien —ríe y me abraza— recuerda que solo estoy actuando.

— Solo no seas tan dura —susurro y la suelto esperando por su grito.

— Te amo, no dejes que ella se acerque demasiado que ahora si estaré muy molesta conmigo y me conocerás realmente —susurra amenazante y asiento.

Cierra sus ojos, inhala y exhala, repite la misma acción durante varios segundos y cuando abre los ojos me preparo mentalmente.

— ¡Largo de aquí! No quiero volver a verte cerca de mí —grita y abre la puerta— y no me mires así que no conseguirás mi perdón ni en un millón de años, ¡vete con tu nueva Luna, tal vez ella si sea capaz de soportar cada una de tus idioteces!

Eso sí dolió...

Salgo y le doy una última mirada antes de que azote la puerta dejándome fuera de la habitación.

»De verdad serias muy buena actriz cariño.
«Eso lo se Lobito, nos vemos después...

Al llegar al salón ahí se encuentra María, viendo hacia un punto fijo en la pared.

— Ellos me odian ¿verdad? —pregunta y se gira para verme.

Ellos hacen más que odiarte...