Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 18

||ALYSA||

El día pasó más relajado de lo usual, Nathan y yo solo la pasamos haciendo bromas estúpidas a Josh y viceversa. Tal vez el psicólogo si tenía razón y al estar frente a Evan y haberlo perdonado he liberado todo ese resentimiento con el que cargaba.

—Gomez —grita Nathan en mi oído provocando que caiga de la silla.

—Eres un idiota —digo tratando de sonar molesta, pero mi risa me lo impide.

—Dios, debiste de ver tu rostro —entre risas me ayuda a levantarme, pero nuestras risas se detienen cuando vemos al jefe venir hacia nosotros.

Rápidamente adquirimos una mejor postura y carraspeo antes de hablar.

—Buenas tardes Señor.

—Buenas tardes jóvenes —dice con una gran sonrisa— hoy es mi aniversario de bodas así que me voy temprano, espero que hagan bien su trabajo porque si llego a recibir alguna queja mientras yo no estoy estarán despedidos.

Bien, ni siquiera esa sonrisa que lo hace ver tan amable puede cambiar lo que realmente es.

—Entendido jefe, prometo que todo estará bien durante mi turno —asegura Nathan.

—Eso espero, nos vemos —con esto último se aleja en dirección a la salida.

—Un placer conocerte Nathan —digo con pesar y su expresión es épica.

—¿No confías en que podré mantener todo bajo control? —pregunta dramáticamente.

—Sinceramente... no

—Ni yo —ríe y se tira en su silla— pero necesito este trabajo así que evitaré hacer un desastre.

—Eso espero —rio— tengo que irme, ya se está oscureciendo y hoy me toca caminar.

—Bien, ten tu teléfono cerca y envíame un mensaje ante cualquier cosa —dice con una sonrisa al despedirme.

—Gracias, te veo mañana.

Antes de salir abotono mi abrigo y guardo mi móvil en el bolsillo de este. Camino por la acerca tratando de mantenerme cerca de otras personas y suelto un grito cuando siento como toman mi mano.

—Shhh —sisea y no me hace falta un olfato agudo para saber que está ebrio.

—¿Estás bien? —pregunta una mujer acercándose— ¿quieres que llame a la policía?

—Está bien, es un amigo, solo me sorprendió —respondo y asiente antes de alejarse— ¿Qué haces Evan? —pregunto en un tono más bajo.

—Ayúdame —balbucea mientras busca algo en su abrigo— tenía algo para ti por aquí.

—Voy a preguntártelo de nuevo —digo y saca un papel de uno de sus bolsillos interrumpiéndome.

—Tómalo y llévame contigo.

—El que te haya perdonado no significa que ahora seamos los mejores amigos —extiende nuevamente su mano mostrándome el papel y rendida lo tomo.

¿Podrías hacerme un favor y escucharme?
Estoy ebrio porque se que solo así podré decirte todo lo que siento y quiero sin que mi orgullo me lo impida.

—Bien, te llevaré de vuelta al hotel y si aún no te has desmayado hablaremos —con cuidado paso uno de sus brazos por mis hombros y lo tomo por la cintura ayudándolo a caminar.