CAPÍTULO 17

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||ALYSA||

—Señor, le aseguro que se está confundiendo de persona —digo mientras me siento— mi nombre es Esmeralda, no Alysa.

—Dejemos de fingir —suspira y toma una mejor postura— sabes quién soy y yo sé quién eres, solo quiero hablar contigo.

—Señor Woods, no me gusta ser grosera, pero esta situación ya me está molestando; no soy quien usted dice creer que soy y solo lo conozco solo porque es un cliente aquí.

—Bien, relajémonos un poco —suspira y se deshace del saco que lleva puesto.

Se levanta y lo deja sobre el respaldo del sillón donde se encontraba anteriormente y camina hacia una mesa.

—¿Quiere agua o algo de beber? —pregunta mientras desabrocha los botones de las mangas de su camisa.

La camisa se pega a su piel dejando demasiado a la imaginación, así que evito el mirarlo y enfocarme en mantenerme como Esmeralda.

—Agua —respondo dudosa y ríe.

—Para que vea que no quiero hacerle nada, sírvase usted misma, yo también tomaré de esa agua para que vea que no existe ningún riesgo —dice y toma la jarra de cristal para después servirse del líquido en un vaso.

Toma de está y me hace una seña incitándome a acercarme para servirme agua.

—Confío en que no hará nada, ¿podría servirme usted el agua? —asiente y hace lo indicado después de servirse un poco más para él.

—Aquí tiene —dice al entregármela— tenga por seguro de que no busco dañarla, solo quiero conversar.

—Bien —susurro y tomo del agua para hidratar mi ya seca garganta.

Al terminar de beber el agua dejo el vaso sobre la pequeña mesa que nos separa y veo como una sonrisa curva sus labios.

—No sabes cuánto extrañaba ver tu cabello negro o tus ojos oscuros —suspira.

—¿Qué hiciste? —es lo primero que sale de mis labios y rápidamente me levanto para mirarme en el espejo de la entrada.

Al verme mi reflejo vuelvo a ser Alysa, el cabello dejo de ser castaño claro para volver a su color natural y mis ojos ya no son miel, vuelven a su color oscuro.

—No eres la única con brujos a su servicio —responde sacándome de mis ensoñaciones.

—¿Por qué? —grito— ¿Ahora que haré cuando salga de aquí?

—Nadie más que yo puede verte así, de eso no te preocupes.

—¿Por qué lo hiciste? Pensé que al huir te quedaría más que claro que no quiero estar contigo —exclamo y cierra los puños para volver a sentarse.

—Tengo un temperamento muy malo, pero quiero arreglar las cosas, quiero que hablemos esto con calma ¿podrías hacerlo?

—¿De qué quieres hablar? No tenemos nada de que hacerlo —respondo y un gruñido brota de sus labios.

—Lo siento —dice al cabo de unos minutos— de verdad lamento demasiado todo lo que te hice, se que hice todo mal y Kane ya me habló sobre los posibles traumas psicológicos que te pude dejar —suspira— no pensaba con claridad y me deje llevar por mis emociones.
Solo quiero que sepas que sin tu he vivido un infierno, se que tú no puedes sentirlo, pero la parte de cambiante dentro de mi te extraña tanto que duele más cada segundo qué pasa sin ti.

—¿Y esperas que con esas palabras regrese a tu lado y vivamos felices para siempre? —pregunto con ironía y me dedica una mirada mordaz.

—Alysa, estoy dando todo de mi para pedirte una disculpa y una oportunidad, por favor considera todo el esfuerzo que estoy haciendo al tragarme mi maldito orgullo —gruñe.

—Una disculpa no va a borrar lo que hiciste, pero te perdonaré solo porque el psicólogo dice que solo así puedo ir sanando mis heridas —respondo y asiente— pero eso no significa que te daré una oportunidad, solo te estoy perdonando y liberando nuestras almas de esa tortura, no más.

—Lo entiendo, sé que nada de esto es fácil pero desearía que comprendieras el dolor que me causan tus palabras.

—Investigue algo sobre tu raza, y no creo ninguna de tus palabras —digo provocando que su entrecejo se frunza— solo estás aquí porque me necesitas, tu manada necesita de su Luna y tu necesitas descendencia ¿no es así?

—En cierta parte sí, pero no puedo mentirte acerca de lo que sentimos, si investigaste deberías saber acerca de lo que nos une, es como esa leyenda entre ustedes sobre el hilo rojo que une a dos personas —responde y se inclina para estar mas cercano a mi— hay una atracción, una fuerza que ninguno de los dos puede negar, algo que nos une a pesar de todo.

—Puedo rechazarte —digo al recordar sobre eso— yo Alysa Grey te rechazo a ti Evan Woods Alpha de la manada Rising Moon como mi pareja eterna —recito y lo escucho reír.

—No, no puedes rechazarme —sonríe— soy un Alpha de sangre pura, llamada sangre real entre mi especie, tu rechazo solo funcionaria si fueras igual que yo.

¿Por qué nada me sale bien? ¿Qué hice para merecer esto?

—Bueno, debo suponer que te encuentras demasiado molesto por esto —murmuro.

—Yo diría mas bien decepcionado, te dije lo difícil que estaba siendo esto para mí y no te importo en lo mínimo.

Veo sus ojos cambiar de color y me levanto de inmediato al ver que se acerca hacia mi.

—¡Aléjate! —grito y se detiene— afuera de la puerta hay dos guardias esperando a que yo presione el botón de emergencia —saco la pluma del bolsillo— ellos te detendrán y no habrá nada que puedas hacer, a la prensa le encantará la historia sobre un magnate que trato de aprovecharse de una empleada.

—No, creo que les gustará más la historia de la empresaria que trataba de seducirme y al enterarse de cuanto dinero poseo trato de aprovecharse de la situación para manipularla a su antojo y sacarme un par de millones —una sonrisa arrogante decora su rostro y aprieto mi mandíbula antes de soltar cualquier barbaridad.

—Bueno, si hiciste tu trabajo como detective sabrás que mis compañeros e incluso mi jefe saben que llegue aquí huyendo de un hombre que me acosaba ¿A quién le creerán más? —pregunto y ahora soy yo quien porta la sonrisa.

—Al polígrafo —responde con una ligera risa— con los años he perfeccionado el arte de mentir y puedo engañar a los polígrafos, mientras que tu eres una muy mala mentirosa.

—Maldito —murmuro y vuelve a sentarse.

—Tu pequeño plan te arruinará, mejor vete —dice y señala la puerta— tal vez después quiera hablar contigo, por ahora quiero evitar perder el control.

—¿Por qué regresaste? ¿Te enteraste de que yo ya me encontraba mejor y regresaste a atormentarme? ¿Acaso esa conexión que dices que compartimos te dijo que yo ya no tenía miedo de salir a la calle y encontrarte? —pregunto y siento una lágrima resbalar por mi mejilla.

—No, regresé porque quería disculparme, sé que no veo el mundo como debería, que tal vez me encuentro durmiendo en una pesadilla, que estoy tan atrapado en el pasado y que eso me impide pensar con razonamiento, que gracias a todo eso solo logro alejar a quienes se preocupan por mi y que mis inseguridades dañan a quienes quiero —responde y veo como limpia rápidamente una lágrima en su rostro.

—Desearía poder decir que te creo —susurro y me alejo camino hacia la puerta— lo último que necesitas ahora es tenerme aquí, así que te dejaré, ten buen día.

No recibo respuesta y salgo asegurándole a los guardias que me encuentro bien, pero que cuidaran del señor Woods o llamaran a sus compañeros puesto que él no se encontraba muy bien.

Evan puede ser la última persona por la que me preocuparía, pero yo me encontré en ese lugar sola y no le desearía a nadie ese sentimiento.

—¿Qué tal tu cita? —pregunta Nathan al verme.

—No fue una cita, el señor Woods solo quería hablar ya que me parezco a alguien que el solía conocer —respondo y bufa.

—Había apostado con Josh a que sería una cita.

Desearía saber que pasa realmente por la mente de Evan...

Mate Del Alpha.Where stories live. Discover now