Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 54|✔️

||ALYSA||

—No me pondré histérica diciéndote que lo que paso hace unas horas fue un error, aunque debería —digo y rueda los ojos— pero no servirá de nada arrepentirse cuando ya ha pasado, nada cambiará y es mejor aceptarlo.

— ¿Entonces no vas a gritarme ni a ignorarme o algo por el estilo? —pregunta al cabo de unos minutos.

—No, deje que me marcarás, tuvimos sexo y soy consciente de que te di luz verde, no solo fuiste tú —respondo— pero si ahora debemos estar juntos hay tres puntos que debes cumplir y respetar.

—Bien, ¿Cuáles son tus condiciones?

—No sexismo, no machismo y no posesividad, son tres cosas que detesto de ti y espero que al menos intentes no hacer nada de eso en mi presencia, que de no ser así me dejarás ir, no me importa si muero o si tu lo haces, tus decisiones nos afectarán a ambos.

—Haré el intento, lo prometo —suspira— ¿Nada más que quieras agregar?

—No, creo que eso es suficiente —respondo y me recuesto sobre la cama.

Tres benditos días de puro placer habían transcurrido y desafortunadamente mi Hombre Lobo había vuelto a su estado normal dejando de ser un chiquillo hormonal con sexo como la única palabra en su entendimiento. Obviamente todo lo que dije era falso, no me arrepiento de nada, tampoco pienso que fue un error, y sé que pude parecer demasiado fácil al entregarme a él de esa manera, pero ¿para qué retrasar lo inevitable? ¿Para qué seguir resistiendo? al final terminaría cayendo de igual manera ante su toque.

Todos regresaron, Abraham fue el único en enterarse del escape de Evan y juro guardar silencio, no es su decisión divulgar que Evan escapó para tener algo de liberación, sino que nuestra, y por el momento no queremos que nadie más lo sepa porque se supone que eso debe quedarse en la intimidad.

— Doth, ¿Qué tal tus vacaciones lejos de todos? —pregunto y ríe.

— Pues no mejores que las de Leslie —responde— ¿Qué tal te fue a ti en tu soledad?

— Pensé que iba a volverme loca y hablaría con mi reflejo, pero por suerte tuve cosas con que entretenerme.

»Y vaya que fueron muy entretenidas«

— Princesa, tenemos una reunión con una manada del Sur, hay que irnos ya —dice Evan al llegar a mi lado.

— Está bien, nos vemos luego Doth —me despido y vamos hacia la salida.

Evan toma las llaves de uno de sus tantos autos y nos llevó hacia uno de sus preciados Porsches.

— No escondas mi marca —gruñe y aparta el cabello de mi cuello.

— Se supone que no queremos que nadie se entere ¿mi olor no te es suficiente? —pregunto y entro al lujoso auto.

— De cualquier forma ya lo saben, solo que no te lo han dicho —responde al subir— mi olor ya está en ti y todos lo han comprobado que eres...

— Ya hemos hablado de tu maldita posesividad —lo interrumpo— la posesividad representa una clara desconfianza hacia tu pareja y eso a la vez representa a una persona insegura y con baja autoestima que necesita tener el control de su pareja para sentirse bien.

— No soy inseguro ni tengo baja autoestima, solo sé que existen idiotas que les gusta meterse con mujeres comprometidas y créeme que nadie dudará ni un solo segundo en querer estar contigo—dice mientras enciende el auto.

— ¿Y crees que yo dejaré que eso pase? —pregunto y rueda los ojos.

— No, solo que está en mis instintos, es parte de mí y no puedo dejarlo así de fácil —intento hablar pero lo veo exaltado así que no prolongo más la discusión.