Mate Del Alpha.

CAPÍTULO 2|✔️

||ALYSA||

Camino hacia el tronco que anteriormente visualice y me siento sobre este, miro a mí alrededor y todo parece irreal.

Quedan muy pocos espacios libre como éste, estamos consumiendo la naturaleza y no nos damos cuenta; ¿cómo es que podemos acabar con reservas naturales? Éstas son creaciones divinas, son el hábitat de muchas especies y además de que nos ayudan a vivir, ¡Las necesitamos!

Inhalo y exhalo liberando aire y me concentro a lo que he venido, saco la libreta y lapicero de mi bolso dejándolo sobre mi regazo.

Cierro mis ojos y me imagino el inicio de este viaje junto a mis amigos, como hubiera sido todo si ellos hubieran estado ahí, estaríamos riendo todo el viaje y ahora estaríamos explorando el bosque, el espíritu aventurero de Alessia nos guiaría mientras Mark y yo fotografiamos todo.

Abro mis ojos y comienzo a escribir sobre las líneas lo que recién imaginé, con detalles y frases características de mis amigos, no serían ellos si no dijeran algo como "Un día moriremos y todo vivirá en la consciencia de Alessia" o "La vida es solo una, así que vivámosla al máximo, qué importa si nos secuestran, al menos habremos hecho algo interesante en nuestras aburridas vidas". Obviamente no era verdad, Alessia puede estar loca, pero nunca nos pondría en peligro de esa manera.

Sonrío al ver los párrafos que llevo escritos y recuerdo todas las aventuras que tuvimos juntos, daría lo que fuera para tenerlos aquí a mi lado.

¿Qué será de mi vida después de esto? ¿Cómo viviré? ¿Donde viviré? ¿Tendré el trabajo qué siempre anhele o terminaré trabajando en un Mc'Donalds?

La vibración en mi bolsillo me distrae de mis pensamientos y respondo la llamada sin mirar quién es.

— ¿Es el número de la chica de la tienda? —escucho la voz del castaño y rio. Tal vez pensó que le daría un número falso.

— Así es, esa chica tiene nombre y es Alysa, ¿usted es el chico que la atendió? —escucho su risa al otro lado de la línea ante mi respuesta y debo admitir que, además de tener linda voz, tiene una risa preciosa. Muy pocas personas tienen esa gracia al reír.

— Así es, me llamo Bill, es todo un gusto Alysa —responde y anoto su nombre en la parte trasera de la libreta, tal vez necesite más personajes.

— El gusto es mío Bill, ¿a qué se debe tú llamada?

— Parece que olvido rápido que me debe una cita, señorita —responde causando una ligera risa en ambos.

— Claro que no joven, dígame cuándo y dónde, ahí estaré.

— ¿Te parece bien esta noche? Así podría mostrarte las maravillas de este pueblo en su mayor esplendor —lo pienso un poco y llego a la conclusión de que mi libro puede esperar, pero un galán no.

— Está bien, ¿a qué hora te veo?

— Pasaré por ti a tú cabaña a las 7 en punto —Miro la hora y el tiempo que tengo me parece justo.

— Entonces nos vemos dentro de tres horas —digo sintiendo mis mejillas re estiradas por mi sonrisa.

— Así es señorita... Alysa —ríe.

— Grey —digo al instante— Alysa Grey.

— Por un momento pensé que hablabas de ese famoso Christian Grey —ríe— por cierto soy Bill Holde.

— No soy muy fan de la historia —menciono mientras termino el extraño dibujo que hacía en la esquina de la libreta— entonces lo veo dentro de unas horas joven Holde —digo y termino la llamada.