All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

CXII. FINAL DE TEMPORADA

[Punto de Vista Rosa]

- ¡¡Es que sois retrasadas!!

El estrepitoso grito de Ana, sentada a mi lado, me taladró los oídos y cerré los ojos en un acto reflejo, pretendiendo que así finalizara tanto el sermón como las voces que nos estaba dando. Estaba dispuesta a aguantarlas con tal de que se desahogara, pero iba a acabar sin tímpano.

Judith, en el sofá situado frente al nuestro, seguía hecha un ovillo, acurrucada, medio tumbada, con los ojos semi-abiertos y la vista dirigida hacia el suelo. Apenas había vuelto a hablar con Louis desde el día anterior y no había más que verle para comprender cuánto le dolía eso.

- Os dije que no fuerais, que es una mala pécora, pero, claro, para qué me vais a hacer caso -repitió, por décima vez-. Mirad la que se ha liado ahora.

- Ana, ya vale, en serio...

- No, no vale, es que sois tontas. Mira Judith y Louis, ¿qué va a pasar ahora, eh?

Le di un codazo instándola a que se callara y me miró confundida.

- Gracias por los ánimos, Ana -dijo mi decaída amiga, sin levantar mucho la voz.

Estaba a punto de decir algo cuando comenzó a sonarme el móvil con intensidad. Era Niall. Antes de que me diera tiempo a cogerlo, el timbre también comenzó a emitir un sonido un tanto molesto por la continuidad con que se producía.

- Voy yo -afirmó Alba, dejándome la opción de contestar a Niall.

Niall me saludó animado, como siempre solía hacer, y reprimí una sonrisa. No quería que Judith comprendiera que nuestras relaciones estaban, en esos momentos, en puntos tan distantes.

La sonrisa se borró por completo de mí cuando vi aparecer a Liam en el salón, con una cara que nunca hasta entonces le había visto.

- Ni, luego hablamos, te cuelgo -dije, sin más, dando por finalizada la llamada.

Vi por el rabillo del ojo cómo Judith se incorporaba y esperaba, impaciente, a que Liam dijera algo. Tardó en hacerlo, pareció conformarse, en un principio, simplemente con mirarnos. A las dos. Empezaba a ponerme nerviosa. ¿Qué pensaría de nosotras? ¿Nos odiaría? ¿Le habría contado Sophia la verdad? ¡Qué tontería! ¿Por qué iba a hacer eso?

- Ya hablaré con vosotras dos -dijo, finalmente, con absoluta seriedad. Su mirada se posó en Ana que, repentinamente, parecía de piedra-. ¿Podemos hablar tú y yo?

- Claro.

Ana se levantó al instante y antes de que llegara hasta él, Liam ya había empezado a andar hacia las habitaciones. Alba, Judith y yo intercambiamos una mirada de disgusto. La cara de Liam lo decía todo: no podía salir nada bueno de la conversación que se disponía a comenzar en algún punto de nuestra casa.

[Punto de Vista Ana]

Entrelacé mis dos manos en un gesto de nerviosismo y comencé a mover los dedos pulgares aleatoriamente, mientras los miraba ensimismada, a la espera de que Liam dijera algo. Escuché como suspiraba un par de veces antes de decidirse a empezar a hablar, y sólo cuando su voz llegó hasta mis oídos levanté, con inseguridad, la cabeza.

- Supongo que sabrás lo que pasó ayer.

- Sí -contesté, con rapidez.

Suspiró de nuevo.

- Esto ha llegado a unos extremos a los que no tenía que haber llegado. Soy un estúpido por hacerte daño y pretender que, después, tus dos mejores amigas pasen una tarde agradable con Sophia. Lo siento, esto ha sido mi culpa.