CVII

3.5K 158 16
                                    

[Punto de Vista Ana]
Cuando comenzaba a llorar, muy pocas cosas podían detenerme. Sin duda, una de ellas, eran los labios de Liam sobre los míos. Al principio apenas fue un leve roce, un mínimo contacto entre nosotros. Después me besó con algo más de fuerza sin perder la delicadeza con la que había empezado. Sus manos seguían aferrando mi rostro y yo me sentí de nuevo en el paraíso.
¿Estaba bien eso? No, en absoluto. Él había vuelto con Sophia y yo debía estar muy enfadada con él. De hecho, bajo toda esa capa de besos dulces y caricias en mis mejillas, seguía enfadada.
Pero, ¿tenía alguna manera de detenerlo? No, en absoluto. No había ninguna a mi alcance. No podía decirle un "no" a Liam; no podía decirle "no" a algo que me pidiera o a algo que simplemente necesitara o deseara. Si deseaba besarme, podía hacerlo.
Estaba completamente a su merced. ¿Podía evitarlo? No, en absoluto.
Por eso me obligué a mí misma a dejar de sollozar, apoyé las manos en su pecho y me dejé llevar por la sensación tan intensa que me provocaban sus besos. Deslizó sus manos por mi espalda, atrayéndome aún más hacia él, y olvidó todo atisbo de ternura. Ahora era necesidad lo que apreciaba en sus movimientos. Urgencia. Comenzó a besarme con fuerza, besos cortos, exaltados, mientras me mostraba cómo su respiración empezaba a acelerarse y cómo otras partes de su cuerpo se despertaban.
- Oh, Ana... ¿Qué me has hecho?
Apenas fue un susurro. Terminó de descender sus manos por mi espalda y me levantó del suelo, con el mínimo esfuerzo. Me acunó entre sus brazos sin dejar de besarme y avanzó hasta la cama, depositándome en ella. Se colocó sobre mí y buscó mis ojos.
- Perdóname... -Murmuró, de nuevo.
Negué con la cabeza y le acaricié el rostro. A esas alturas ya se me había olvidado cualquier tipo de enfado. Era alarmantemente débil cuando se trataba de él, pero no me importaba.
Ya sólo importaba sus labios sobre los míos; otra vez.

[Punto de Vista Judith]
Terminamos de cenar y nos sentamos en el sofá. Rosa se había marchado a dormir con Niall y me alegré infinitamente; necesitaban una noche de tranquilidad después de todo lo que había pasado, ahora que ya empezaba a estar algo más lejos el horrible incidente y podían ir olvidándose de ello. Podría decirse que estaba algo preocupada por ellos: Rosa detestaba la manera en que Niall desconfiaba de ella y no quería ni siquiera pensarlo pero no podía evitarlo... Empezaban a tambalearse seriamente. Rosa lo quería, pero no le veía dispuesta a aguantar mucho más tiempo eso.
Después posé mis ojos en Ana. Liam y ella habían vuelto a acostarse. Habían estado toda la tarde encerrados en la habitación y después habían salido ambos cabizbajos. Si eso no conducía al desastre, que alguien me explicara a dónde podía conducir.
Total, que la única que me transmitía calma y paz en esos momentos era Alba que, por supuesto, empezaba a quedarse dormida en el sofá.
Ni siquiera Louis me hacía sentirme tranquila. Estaba demasiado preocupado por temas a los que no debería dar importancia; al menos por mi parte. Y sabía, o creía saber, que lo que más le inquietaba era lo que yo podía pensar. Así que todo eso era absurdo... "Te harán dudar", me había repetido una y otra vez esa mañana. ¿De qué? ¿De él y Harry? Resoplé. Que estupidez.
El sonido del timbre me sobresaltó y miré a mis dos amigas. Obviamente, ninguna estaba dispuesta a levantarse así que hice un esfuerzo y caminé hasta la puerta.
Era Louis.
- Lou... -Susurré. Me eché hacia atrás dejándole pasar y percatándome de que no tenía buena cara-. ¿Qué te pasa?
- Nada -sonrió, acurrucándome entre sus brazos después-. Quería verte, sólo eso. Perdona por no avisar.
- No tienes que avisar para venir a verme, puedes venir cuando quieras -lo abracé con fuerza y sentí cómo se cerraba la puerta, imaginé que tras haberla empujado él-. ¿Vamos a la habitación?
Asintió.
- Nos han invitado a una fiesta -comenzó, nada más entrar en mi cuarto-. Mañana, podemos llevar un acompañante. Venis, ¿verdad?
- Si queréis, claro.
- No sé si los demás querrán, yo si quiero -se encogió de hombros y me acerqué a él.
- Vale, tonto -lo rodeé con mis brazos de nuevo y suspiré. Estaba raro-. Quita esa cara, anda.
- No tengo ninguna cara -respondió, todavía abrazado a mí.
- Tienes una cara horrible.
- ¿Me estás llamando feo? -Se separó de mí y enarcó una ceja. Reí.
- Jamás, ojazos.
Permanecimos callados unos segundos, simplemente mirándonos, y observé cómo entreabría la boca.
- Me duele la garganta -dijo, finalmente.
Cerré los ojos momentáneamente. Su voz otra vez no, por favor.
- ¿Quieres que te prepare un vaso de leche calentito?
Sonrió.
- Sólo quiero que me abraces.
Me lancé hacia él y me apretó contra su cuerpo, rodeando mi cintura con sus brazos. Hice lo que me pidió durante el resto de la noche: abrazarle.
Puede que su garganta no se encontrara en condiciones, pero desde luego no era sólo eso lo que pasaba por su cabeza. Algo le estaba pasando. Ese no era el Louis que había conocido dos meses atrás. Ese era un Louis preocupado, angustiado, decaído.
¿Y si era yo quien provocaba que se sintiera así?

[Punto de Vista Rosa]
- Zayn se ha ido con Perrie y Liam está con Sophia -me dijo Niall nada más llegar a su casa, indicándome que estábamos solos.
Hice una mueca. Liam con Sophia. Estupendo. Por la tarde se acostaba con Ana, por la noche lo hacía con Sophia. Empezaba a enfadarme de verdad con él, ¿a qué se supone que estaba jugando?
- Sé que ha estado con Ana esta tarde -continuó Niall, ante mi silencio-. Y no me parece bien, claro. A ninguno nos parece bien. Pero supongo... Supongo que intenta aclararse.
Caminamos al salón y solté su mano cuando llegamos.
- ¿Y la mejor forma es hacer daño a Ana? ¿Y a Sophia? Porque no la conozco, pero tampoco me parece bien lo que le está haciendo a ella.
- No le justifico, sólo intento explicar lo que hace.
- Creo que empiezo a estar cansada de explicaciones de qué hace cada uno, la verdad. Aquí lo único que vale es una justificación de por qué se actúa como se actúa.
¿Hablaba de Liam o de Niall? Probablemente ya no estuviera enfadada con él, pero seguía muy dolida desde lo que había pasado con Alex. Había vuelto a desconfiar de mí de la peor de las maneras y eso no podía olvidarlo fácilmente.
Me senté en el sofá y tardó una milésima de segundo en hacer lo mismo, a mí lado.
- ¿Vas a estar siempre así? -Preguntó. Lo miré con confusión-. Enfadada conmigo -aclaró.
- No estoy enfadada.
- Claro que lo estás. ¿Vas a ser siempre así? -Repitió. No había reproche en su voz, sólo preocupación.
- Depende. ¿Vas a confiar en mí alguna vez?
- Ya te dije que sí. Te lo prometí.
- El problema es que si no puedo creerte no puedo creer tu promesa de que puedo creerte.
Se quedó mudo y desvió su mirada hacia otro lado. Cuando volvió a posarse en mí, tenía fruncido el ceño.
- ¿Entonces quién no confía en quién? -Cuestionó.
¡Pues claro que no confiaba en él! En ese sentido al menos. Me había prometido tantas veces eso que había perdido todo el significado.
- Da igual, déjalo.
- ¿Dejarlo? No lo voy a dejar. No voy a permitir que estés así.
- Estoy bien.
- De eso nada.
- Sí...
- ¡Te quiero! -Exclamó de pronto, abalanzándose hacia mí y robándome una cuantía importante de besos. No tuve más remedio que reír ante su inesperado ataque-. ¿Ves? Prefiero que estés así, riéndote.
- Y yo, créeme.
- Confía en mí, por favor -me pidió, colocándose sobre mí y acariciando mis mejillas-. Confía en que confiaré en ti, desde ahora y para siempre. Te lo demostraré, Rosa, de verdad. Dame un voto de confianza, el último si quieres. Por favor... -Noté cierta súplica en su voz.
- El último... -Asentí.
- No voy a necesitar más -sonrió y me besó de nuevo-. ¡He preparado una cena riquísima! Y me muero de hambre... -Exhibió un puchero y sonreí.
- Vamos a cenar, anda, gordo.
Se incorporó y me levantó con él, al mismo tiempo. Quedamos completamente pegados el uno al otro, ya sentados, y acarició mis mejillas.
- Después te comeré a ti.
Me mostró mi sonrisa preferida.
Confiaría en él. Lo quería demasiado como para no hacerlo.

_________________________

Es un capítulo cortito y sin mucha acción, simplemente está preparando toodo lo que va a pasar a partir de ahora... ¿Preparadas? ¡Quedan cinco capítulos para el final!

Gracias por todos los comentarios :) <3

@LookAfterYou28

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionWhere stories live. Discover now