XXVII

6K 275 27
                                    

[Punto de Vista Judith]

Apenas pegué ojo esa noche. Max durmió a mi lado tranquilamente, sin percatarse de nada, pero yo sólo podía llorar. Me daba mucha rabia pensar que todo eso había terminado así; y en el fondo no quería creer que hubiera terminado. No soportaba perder a Louis, incluso conociéndole desde hacía menos de tres semanas, incluso sabiendo que nunca podríamos ser amigos de verdad, incluso siendo consciente de que, si le perdonaba, él no cambiaría nada conmigo, seguiría inténtalo. Incluso sabiendo todo eso, no quería perderle.

Eso no significaba que ya no estuviera enfadada con él. Lo estaba, mucho. Me había fallado de la peor manera que me podía fallar. Él sabía cuanto odiaba que Max me montara una escena de celos, él sabía cuanto me dolía que se comportara de esa manera… Y había intentado provocarlo. Era un egoísta y un crío.

Por suerte, Max no se había enterado de nada. Resulta que había estado toda la noche entretenido, hablando con Liam y Niall, que le cayeron muy bien. Eso fue un auténtico alivio.

A las nueve y media de la mañana no aguanté más en la cama, cogí el móvil y me fui al salón. Tenía cinco llamadas perdidas de Louis y dos mensajes.

Uno era de anoche, poco después de irme de la fiesta: “Perdóname, por favor”.

El otro era de hacía apenas media hora: “No he conseguido dormir en toda la noche pensando que te he hecho daño. Dime cómo estás, por favor”.

Se me encogió el corazón.

No podía seguir más tiempo en casa de Max porque me sentía mal conmigo misma, con él y con todo lo que rodeaba. Así que me vestí, le dejé una nota y me marché a casa. Rosa y Alba también me habían escrito; Rosa dormía con Harry y Alba donde Liam y los demás. Me vendría bien un poco de soledad para aclarar mis ideas.

Atravesé el parque con Michael Jackson sonando a todo volumen en mi mp3, aunque ni de esa forma conseguí escapar de mis propios pensamientos. Me quedé frente a mi portal, esperando que los coches dejaran de atravesar la carretera para poder cruzar al otro lado; me encontraba demasiado vaga como para caminar hasta el paso de peatones.

Y entonces lo vi. Louis estaba junto al portal, apoyado en la pared, con gafas de sol y gorro, evitando, supongo, ser reconocido. Suspiré con fuerza; no quería verle, no de momento.

Y no quería sentir lo que sabía que iba a sentir cuando ese par de ojos azules me miraran pidiéndome perdón.

Crucé la carretera, a regañadientes conmigo misma; me hubiera gustado darme la vuelta y salir corriendo de allí. Pero no era justo.

Levantó la cabeza, me vio caminar hacia él y se puso rígido, avanzando unos cuantos pasos hasta mí.

- Judith –le oí decir sin quitarme los cascos.

Le ignoré y me acerqué hasta la puerta del portal, abriéndola. Se colocó junto a mí y tiró de uno de mis cascos para que le escuchara.

- Por favor –dijo.

- Vete, Louis.

No me molesté en mirarle.

Abrí la puerta y entré; antes de que me diera tiempo a cerrarla entró el también y comenzó a subir las escaleras detrás de mí.

- Judith, escúchame, por favor.

Abrí la puerta de casa y entré, pero me quedé en la entrada, evitando que él pasara. Se paró en seco y vi cómo sus preciosos ojos azules brillaban.

- ¿Qué haces aquí? –Pregunté enfadada. Realmente lo estaba, incluso aunque me doliera verle así.

- Lo siento, se me fue la cabeza, Judith, yo…

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora