LXXI

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[Punto de Vista Niall]
Después del bailecito de Talk dirty que, la verdad, siempre nos había gustado, no volví a ser el mismo. No porque no podía sacarme de la cabeza el gemido de Rosa al acercarme a ella. Si no hubiéramos estado rodeados de gente la hubiera tumbado en el suelo en menos de un segundo y le habría hecho el amor probablemente como nunca.
Estaba preciosa. Había estado observándola toda la noche en la distancia, y ahora que volvía a tenerla cerca... No podía dejar de desearla. Y no podría aguantar mucho más tiempo así. Al fin y al cabo, sabía que cuando llegara el momento de irnos a casa iba a suceder. Y la perspectiva de que sucediera me hacía desear que sucediera YA.
Ella, mientras tanto, hablaba con Zayn y Perrie, sonriente. De verdad era la chica más guapa que había visto en toda mi vida.
Cuando Perrie se llevó a Zayn de la mano, Rosa se giró hacia donde estaba Louis, a su lado y le dio un puñetazo en el brazo. Tommo la miró confuso y Rosa se encogió de brazos. Reí. Era increíble. Tan espontánea, tan... Rosa.
Caminé los tres pasos que me separaban de ella y la cogí por la cintura de manera inesperada.
- No puedo dejar de mirarte -la confesé cuando estuvimos pegados el uno al otro
- ¿Lo fea que soy?
Mi mirada fue de seriedad y ella rió. La respuesta que obtuvo de mí fue un beso en el que traté de hacerla ver todo lo que sentía por ella. Fue ternura al principio, pero después se convirtió en mucho más, pese a la lentitud con que nuestras lenguas se entrelazaban.
Sabía que seguíamos allí, en medio de todo el mundo, pero no podía parar.
- Eres tan fea que consigues provocar esto en mí... -la apreté contra mí, haciéndola notar el creciente bulto bajo mis pantalones. Se sonrojó al instante, pero no fue vergüenza lo que había en ella-. Vámonos.
- Sí -respondió en medio segundo.
- Louis -le di en el brazo y me miró-, nosotros nos vamos.
Judith, a su lado, asomó la cabeza y nos miró con el ceño fruncido. Sonrió al ver a Rosa.
- ¡Vale! -Contestó ella.
Louis la miró y después volvió a mirarnos, riendo.
- Pasadlo bien, anda.
Asentí.
Eso era exactamente lo que íbamos a hacer.

[Punto de Vista Rosa]
Nunca me había gustado perderme las fiestas, irme antes de que terminaran o, al menos, irme cuando aún quedaba mucha gente. Y últimamente no hacía otra cosa.
Al menos el motivo era más que bueno.
Cerré la puerta cuando entramos en su casa y se abalanzó sobre mí, haciéndome chocar contra ella. De nuevo noté su deseo presionando contra mis partes íntimas y, si no llega a ser por el intenso beso que nos estábamos dando, hubiera gemido de nuevo.
Me quitó el vestido y se quedó con él en una mano mientras que con la otra recorría mi espalda de arriba a abajo, haciéndome tener cincuenta escalofríos por segundo.
- Vamos a la habitación.
Cogió mi mano y comenzamos a andar hacia allí, casi corriendo, como era habitual en nosotros. No había tiempo que perder cuando se trataba de pertenecer el uno al otro.
Dejó el vestido sobre la mesa y me sostuvo la cara mientras devoraba de nuevo mis labios, pasando su lengua por ellos.
- Sabes a alcohol, Rosita... -Besó con delicadeza mi cuello y respiró sobre él-. Sabes muy bien.
Cerré los ojos y ahogué un suspiro. Bajó sus manos por mi espalda, apretando todo mi cuerpo contra él, y volvió a posar sus labios sobre los míos. Levanté su camiseta y se la quitó en cuanto vio mis intenciones. Hizo lo mismo con sus pantalones y, tras eso, me elevó del suelo y me dejó sobre la mesa. Besó mis pechos por encima de mi sujetador mientras trataba de desabrocharlo y arqueé mi espalda hacia atrás cuando fui consciente de que lo había hecho. Me hizo levantarme ligeramente para deshacerse de la única ropa que quedaba sobre mi cuerpo, y se bajó sus boxer al instante, dejándome ver lo excitado que estaba. Sonrió.
- Mira -dejó escapar una risita-. Y eso que eres fea.
Le cogí la cara atrayéndole hacia mí y le besé como probablemente nunca había besado a nadie, ni siquiera a él. Estaba casi segura de que nunca había sentido la pasión que sentía en esos momentos.
Jugueteó con sus dedos unos instantes pero no duró mucho; comprendió lo que quería. Le quería a él, dentro de mí.
Cumplió con mis deseos mientras suspiraba y se abrazó a mí.
Y supe que esa noche no íbamos a dormir absolutamente nada.

[Punto de Vista Louis]
Liam y Alba ejercieron de padre y madre respectivamente y nos mandaron a casa. No entendía por qué, porque vale que estuviéramos borrachos, pero lo estábamos pasando realmente bien. Supongo que el hecho de que Jud y yo nos cayéramos en medio de todo el mundo, intentando que se subiera a caballito encima de mí, influyó en la decisión de papá y mamá. Y también supongo que el hecho de que Harry y Judith se tiraran encima de nosotros no ayudó a que esa decisión cambiara.
Nos despedimos de Zayn, que esperaría a que Perrie decidiera irse, y tratamos de organizar la retirada. Había dos coches y tres casas a las que ir.
- ¿Duermes conmigo? -Le pregunté a Judi mientras caminábamos a la salida.
Me miró con esos ojitos de borrachilla que tanto adoraba.
- Depende...
- ¿De qué? -Pasé la mano por su cuello y la besé el pelo.
- De si me vas a dejar a dormir o no... -Me miró sonriente y abrió la puerta de casa-. No quiero que lo hagas... -Dijo en un susurro.
Me mordí los labios y tragué saliva. Joder, estaba loco por ella.
Liam nos llevó a Harry, a mí y a Judi a casa.
Ana también venía en el coche, de copiloto. Y me alegré. Liam necesitaba algo así.
- Mañana hablamos -dijo, mirándome fijamente antes de bajar del coche. Asentí.
Harry abrió la puerta mientras yo abrazaba a Judith, que no paraba de quejarse por el frío.
- ¡Nada de voces! -Exclamó Hazza cuando entramos en casa, girándose para mirarnos.
- Que no... -Judith puso los ojos en blanco y se acercó a él, dándole un beso en la mejilla-. Hasta mañana, ricitos -aferró mi mano y comencé a andar cuando ella lo hizo.
- ¡Adiós, Harry! -Le saludé con la mano.
Judith se tumbó en la cama cuando entramos, sin ni siquiera quitarse el abrigo.
- Estoy cansada -fue todo lo que dijo.
Yo, en cambio, sí me quité el abrigo y la chaqueta vaquera que llevaba. Verla en mi cama me hacía tener calor, obviamente. Caminé hacia ella. Me miraba expectante.
- ¿Entonces cómo quieres no dormir? -Pregunté cuando me coloqué sobre ella. Rocé sus labios y levantó ligeramente su cabeza para besarme.
- Creo que puedo hacer un esfuerzo...
Sonrió y yo también lo hice.
Después me perdí en sus labios; una vez más.

[Punto de Vista Ana]
Todo el trayecto hasta casa de Liam fuimos hablando y, la verdad, lo agradecí. Desde que nos habíamos conocido no habíamos tenido un rato para hablar así, de esa manera, tranquilamente y con confianza. Porque ya sí sentía que había cierta confianza entre nosotros.
Y, lo mejor, él no había bebido absolutamente nada. Eso significaba que era consciente de lo que estaba haciendo, que estaba allí, conmigo, porque realmente quería.
Aparcó y nos bajamos del coche. Andamos un par de minutos hasta llegar a su casa y abrió la puerta, en silencio. Atravesamos un par de pasillos también sin decir una palabra y me condujo hasta su habitación.
- Niall y Rosa están aquí, lo sabes, ¿no?
- Sí. Bueno, lo he imaginado.
Se apoyó en la mesa que había a un lado de la habitación y se cruzó de brazos. Me miró de arriba a abajo, como nunca le había visto hacer, y tuve la sensación de que había emitido un suspiro.
- Ana.
- ¿Sí? -Pregunté con un hilo de voz.
- Quiero hacerte mía.
Me quité el abrigo en un micro segundo y caminé hacia donde estaba, pensando sólo en besar sus labios de nuevo. Aferró mi cara con fuerza, devolviéndome el beso que le había ofrecido. Más bien, que le había impuesto. Le estaba besando con tanta fuerza que no estaba segura de si podría apartarse en esos momentos en el caso de que quisiera.
En cualquier caso, no parecía querer hacerlo.
Al contrario.
Cada vez estábamos más juntos y no tardamos en quedarnos desnudos, de pie, el uno frente al otro. Apoyó las manos en uno de mis muslos y sentí cómo él mismo se apoyaba en la mesa, atrayéndome con él. Subió mi pierna lo suficiente para abrirse paso y se introdujo en mí sin pensárselo dos veces. Haciéndome gritar.
Quería eso. Quería eso para siempre.

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionWhere stories live. Discover now