All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One Direction

LXXX

[Punto de Vista Rosa]
- A ver, Rosita, claro que quiero tomarme un chupito contigo, y cincuenta más, pero... ¿Así, tan de repente? ¿Qué pasa?
Llamé la atención del camarero, ignorando la pregunta de Harry, y después me giré de nuevo hacia él.
- No me gustaba esa chica para ti -le dije, con toda la sinceridad del mundo. El alcohol ayudaba mucho a que eso fuera así-. Lleva toda la noche calentando al personal. No quiero que se acerque a ti.
Sonrió ampliamente, con esa cara de buenazo que sólo Harry tenía.
- Te iba a decir que me proteges en las sombras, pero lo que acabas de hacer ahí ha sido a plena luz del día -los dos reímos-. Gracias por preocuparte por mí, Rosa.
- ¡Todas lo estábamos! Y vosotros sin daros cuenta -puse los ojos en blanco-. Hombres.
Sostuve los dos chupitos que nos había puesto el camarero y le tendí uno a él. Brindamos sin quitarnos la vista de encima.

[Punto de Vista Niall]
Judith estaba intentando explicarme lo que había pasado pero no había escuchado ni una sola palabra de lo que me estaba diciendo. Sólo podía mirar a Harry y a Rosa en la barra, juntos, riendo como si nada. ¿Qué coño quería que pensara después de lo que acababa de ver?
Una chica se le acerca a Harry y Rosa va directa a él, a impedir cualquier tipo de contacto. ¿Qué significaba eso? Estaba completamente alucinado. Y enfadado. Mucho.
Y Harry riendo con ella. Como si nada.
- ¡¡¡Nial!!! -Judith me empujó con fuerza y sólo entonces la miré-. ¿Quieres escucharme y dejar de mirarles así?
- ¿Cómo quieres que les mire?
- Si me escucharas podrías mirarles de otra manera.
- No -respondí rotundo-. No hay otra manera. No sé de qué va tu amiga.
- ¡Oye! No hables así de ella. ¿Te das cuenta de que estás borracho? No hagas nada de lo que puedas arrepentirte, por favor -apoyó una mano en mi pecho y vi la preocupación en su rostro-. Esto tiene una explicación, habla con ella, pero háblalo tranquilamente.
Me alejé de Judith en cuanto terminó la frase.
¿Tranquilamente? Estaba de todo menos tranquilo.

[Punto de Vista Judith]
Jamás había visto a Niall así. Jamás, ni siquiera en la casa de Bath aquel día que discutió tanto con Harry. Probablemente todos en su lugar nos hubiéramos enfadado después de ver eso, sin tener ni idea de por qué Rosa había hecho lo que había hecho. Pero... Me dolía saber que nunca podría confiar 100% en ella, y si a mí me dolía... No quería imaginarme a ella.
Le seguí con la mirada mientras caminaba hacia ellos. Se colocó dando la espalda a Harry y pude ver en Rosa el gesto que solía emplear cuando daba una mala contestación. Era increíble lo mucho que se necesitaban y, sin embargo, el daño que podían hacerse de esa manera.
- Pequeña... -Los brazos de Louis me rodearon y sentí su cabeza sobre mi hombro-. ¿Quieres que nos vayamos?
Asentí.
La fiesta se había acabado.

[Punto de Vista Rosa]
Niall se acercó a mí de malas maneras. Por alguna razón, no me había parado a pensar en que pudiera enfadarse. Pero conociéndole, y conociendo lo desconfiado que era con Harry y conmigo, ¿cómo no iba a enfadarse?
Podía entenderlo hasta cierto punto si no sabía lo que había pasado, pero desde luego  no tenía por qué hablarme así.
Me despedí de Harry con un fuerte abrazo, él no tenía la culpa de nada. Y, sinceramente, por él lo haría mil veces más.
Me fui con Niall a regañadientes; lo hice porque sabía que en el fondo le debía una explicación. Pero no tenía por qué aguantar ciertas cosas.
- ¿Me lo explicas? -Preguntó nada más salir de la discoteca, sin darme tiempo siquiera a ponerme el abrigo.
- Aquí no, Niall -si él no se preocupaba por su imagen pública, desde luego yo sí lo hacía. No íbamos a discutir en mitad de la calle-. Voy a llamar a un taxi.
El camino hasta su casa fue silencioso, él mirando por su ventana y yo por la mía. Era curioso, hacía cuatro días me estaba pidiendo que, por favor, confiara en él y en mí misma y ahora era él el que no confiaba en ninguno de los dos.
Abrió la puerta de casa sin decir una palabra y caminamos hasta su habitación de igual modo.
- Sigo esperando -dijo cuando entró.
- No me hables así.
- ¿Cómo quieres que te hable? Estoy enfadado.
- Ahora mismo yo también. ¿Por qué no eres capaz de confiar en mí y en Harry?
- Porque acabo de ver como apartabas a una tía para llevártele contigo. ¿Qué quieres que piense? -Se cruzó de brazos. Tenía una absoluta expresión de enfado-. ¿Te molesta verle con otra, Rosa?
- ¿Pero eres tonto? Niall, yo estoy contigo.
- Sí, y a veces no sé por qué.
Le miré durante unos segundos. Después cogí mi abrigo y salí de la habitación. Eso era más de lo que podía soportar.
Caminé con rapidez por el pasillo y sólo cuando estaba a punto de llegar a la puerta de salida escuché unos pasos detrás de mí y una mano sostuvo mi brazo, impidiendo que siguiera avanzando. No me giré.
- No te vayas, no hemos terminado de hablar.
- ¿Ah, no? -Ahora sí me quedé frente a él-. Después de lo que acabas de decir creía que sí habíamos terminado. Con todo, además.
- ¿Qué?
- Si no sabes por qué estoy contigo entonces no sé qué haces tú conmigo.
Sentía una tremenda rabia dentro de mí.
- Perdona por decir eso -dijo al cabo de unos segundos.
- Puedo perdonarte, pero si lo has dicho es porque lo piensas. Y si lo piensas esto no tiene sentido.
- ¿En serio?
- Eres tú quien lo ha dicho, no yo.
De nuevo silencio. Avanzó hacia mí y trató de abrazarme pero me zafé de él.
- La chica de la que le he apartado llevaba zorreando con toda la fiesta media noche, y sabía perfectamente que si tenía algo con Harry al día siguiente lo sabría medio mundo porque es lo que ella buscaba. Sólo le protegía de ello. Me da igual con quien se acueste o se deje de acostar, lo que no quiero es que le hagan daño. Y eso es todo.
Me solté de su brazo, avancé hasta la puerta, abrí y cerré sin darle tiempo a que dijera nada.

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