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[Punto de Vista Judith]
Camino a casa, seguía secándome las lágrimas. La idea de tener a Jud lejos, de nuevo, durante un tiempo no me gustaba, pero al menos sabía que se había ido contenta. Gracias a nosotras, sí, y gracias a los chicos, pero sobre todo gracias a Zayn.
Tenía pensado hablar con él... Pero antes quería la aprobación de Louis. Era un tema delicado y quería saber si Zayn estaba dispuesto a desahogarse conmigo o si pensaría que no era asunto mío.
Poco antes de llegar a casa mi móvil vibró con fuerza. Alex estaba llamándome pero decidí omitirle. No me apetecía hablar con él, de nada. A los segundos, un mensaje aterrizó en mi WhatsApp.
"¿Cómo ha ido la entrevista? Dime al menos qué tal estás tú..."
Sonreí al pensar en ello. ¡¡¡Me habían cogido!!! Si no fuera por la marcha de Jud, estaría dando saltos en todo momento. No podía expresar con palabras lo increíblemente feliz que era. Incluso aunque en un principio mi trabajo allí fuera a ser mínimo. Tenía que ir, de momento, lunes, miércoles y viernes por la tarde a la redacción, a ayudar en todo lo que pudiera. Cobrando lo mínimo, incluso menos de lo mínimo, pero qué importaba. Iba a rodearme de grandes periodistas, de personas que realmente valoraban y sabían del mundo del cine. Y eso era más que suficiente.
Decidí que más tarde hablaría con Alex. No es que siguiera enfadada con él, es que simplemente prefería no discutir. Y sabía que si hablábamos, eso era lo que pasaría.
Envié un mensaje a todos los chicos, diciéndoles que quedábamos en casa a comer, para celebrar mi nuevo trabajo, y no tardaron más de dos minutos en contestarme cada uno con un enorme vale.
De verdad, no existía nadie más feliz que yo.
Ana y yo nos dedicamos a hacer la comida mientras Rosa y Alba recogían el desastre de casa en el que se había convertido nuestro hogar.
- ¿Qué te ha dicho Rosa? -Preguntó Ana, cuando ya casi habíamos terminado.
- ¿De Alex? Poca cosa. Dice que no se acuerda de qué la dijo.
- Es que no me acuerdo... -Escuché la voz de mi amiga detrás de mí y me giré a mirarla-. ¿Qué pasa? He oído mi nombre y quería saber qué decíais.
Reí.
- No voy a decir que te lo dije... Pero es que te lo dije.
- Calla, no me lo recuerdes.
- Y deberías contárselo a Niall... -Insistí, por décima vez en toda la mañana.
- No, no. ¿Para qué? Se enfadaría. Ahora estamos muy tranquilos, no quiero enfados. Además, no tiene importancia.
- No se enfadaría, Rosa, tú no tienes la culpa de nada.
- Pero le diría algo a Alex. Y tampoco quiero.
El timbre sonó y Alba nos avisó de que abría ella. Seguramente serían los chicos.
- Rosa, hazlo -dije en voz baja, temiendo que me escucharan.
- No voy a hacerlo.
- Pero, tía, no puedes ocultarlo. En serio, esto no está bien... ¿Qué pasa si se entera por...?
Detuve mis palabras al ver aparecer a Louis por la puerta. Su sonrisa se desvaneció al instante y nos saludó con la mano.
- Hola -dijo, sin más.
- Hola -contestamos todas.
Un pequeño silencio se apoderó de todo el cuarto e hice una mueca. Louis se había dado cuenta de que el silencio se debía a que él había entrado.
Niall apareció detrás de él, por suerte, con su habitual alegría.
- ¡¡Hola, hola!! -Dio un beso a Rosa en la mejilla-. ¡¡Enhorabuena rubia!!
- Gracias, rubio.
- Mmm... ¡¡Qué bien huele!! ¿Qué es?
- Ya lo verás, en un poco está -le sonreí.
- Eres la mejor cocinera del mundo -me lanzó un beso y miré a Louis.
Su gesto era más bien serio y le interrogué con la mirada. Frunció los labios y salió de la cocina. Miré a Ana para ver si ella también había captado el detalle y me devolvió la mirada extrañada.
Algo le pasaba, estaba claro.

[Punto de Vista Louis]
Apenas había pegado ojo esa noche. La idea de que Judith y Alex se fueran juntos de la fiesta, y se quedaran un rato juntos como me había dicho Judith en un mensaje, no dejaba de rondarme la cabeza. Ella lo trataba con toda naturalidad, como si no estuviera haciendo nada malo. Pero... Seguía convencido de lo que sentía Alex por ella.
¿Y si ella caía?
Me senté en el sofá malhumorado.
¿Qué estaba contándolas a las chicas en la cocina? Se había callado al instante al verme entrar. "Esto no está bien, ¿qué pasa si se entera por...?". Estaba convencido de que había escuchado eso. ¿Qué no estaba bien? ¿Qué tenía que enterarse de qué?
¿Qué me estaba ocultando?
Cerré el puño y me lo mordí.
Por primera vez en mi vida, me estaban matando los celos.

[Punto de Vista Judith]
Terminamos de comer y fuimos derechos al sofá, obviamente. Harry decidió que le tocaba fregar hoy, y Alba le acompañó tras insistirla un buen rato.
Me senté junto a Louis, que me había omitido completamente, y de todas las formas posibles, durante la comida y aferré su mano. Me miró y elevé las cejas.
- ¿Qué pasa? -Susurré.
- Luego hablamos.
Estaba enfadado. El por qué no lo sabía, pero lo estaba.
Se me hacía raro verle de esa manera. No me hubiera imaginado al Louis de un principio enfadado, y en los últimos días lo había visto así demasiadas veces. Al principio pensé que, después de los continuos enfados de Max, no estaba dispuesta a aguantar lo mismo una vez más con otro chico. Pero con Louis estaba dispuesta a todo. No me molestaba verle así, sólo me preocupaba. Porque quería verle bien.
Y porque sabía que algo le estaba pasando.
El sonido del timbre me sacó de mis pensamientos y miré a Rosa extrañada.
- Yo no espero a nadie.
- Ni yo -dije.
- Yo menos, ¿quién será? -Ana se levantó y caminó hasta la puerta.
Todos teníamos nuestra mirada dirigida hacia allí, incluso el curioso de Harry había salido de la cocina con un plato en una mano y un trapo en la otra.
Alex apareció en el salón y bajé la cabeza.
- Vaya, no sabía que estabais todos. Hola, ¿qué tal ayer al final?
- Bien, agotamos todas las existencias de alcohol y nos fuimos a casa -contestó Liam, al tiempo que Ana se sentaba a su lado y pasaba un brazo por el cuello de ésta.
Sonreí al verles así.
Sentí la mirada de Alex clavada en mí y sabía lo que venía a continuación.
- ¿Hablamos un segundo, Judi?
Resoplé ligeramente.
- Claro.
Caminamos hasta mi habitación y cerré la puerta.
- No soporto que estés enfadada conmigo.
- Qué tontería, si me enfado tres veces a la semana contigo, si no son más. ¿Y sabes por qué? Porque eres un cabezota.
- Sí, sí, lo sé. Pero, Judi, de verdad Rosa me gusta mucho. Mucho. Me he dado cuenta realmente esta noche, no he dejado de pensar en ella.
Desvié mi mirada de él y, esta vez sí, resoplé con fuerza.
- Vale, pues lo siento porque tiene novio.
- Por unos se dejan otros...
- ¡Alex! Para, en serio. O bueno, sigue, ya te darás cuenta solito. A mí no me vuelvas a hablar de esto, de verdad.
- ¿Por qué? Somos amigos, ¿no puedo contar contigo?
- No cuando lo que estás haciendo es ponerte en el borde de un precipicio. Conozco a Rosa, y sé que quiere a Niall como no ha querido a nadie. No vas a ganar nada, Alex, sólo daño.
Permaneció callado unos segundos y después me miró fijamente.
- Pero voy a intentarlo.
Extendí los brazos.
- Haz lo que quieras -me rendí.
Abrí la puerta y salí de allí.
No merecía la pena hablar con él porque no iba a cambiar de opinión.
Me senté de nuevo junto a Louis, que se había recostado contra el brazo del sofá, y Alex se colocó junto a mí, de pie.
- Bueno, chicos, me voy.
- ¿Por qué? -Preguntó Niall, con una sonrisa-. Quédate, hoy podemos acabar con ellas que somos más hombres que mujeres.
Pobre Ni, si supiera lo que tenía intención de hacer...
- Venga, sí, quédate y nos echamos unas risas -insistió Liam.
- O vete si quieres -dijo Louis, a mi lado. Le miré con los ojos abiertos pero él no retiró su mirada de Alex-. Lo que prefieras, vamos -suavizó su comentario de antes. Seguí mirándole de igual manera, completamente alucinada.
Alex se sentó a mi lado.
- Me quedo un rato, no tengo nada que hacer.
- Qué bien, lo que todos queríamos.
- ¡Louis! -Exclamé.
¡¡Era eso!! Era eso lo que le pasaba. Alex.
Alex otra vez.
Cogí su mano y me levanté, obligándole a levantarse conmigo. Nos encerré en la cocina y me crucé de brazos cuando me coloqué frente a él.
- ¿A qué ha venido eso? ¿Por qué le hablas así?
- Así cómo -respondió secamente.
- ¡Louis! Pero qué te pasa. No me vengas otra vez con lo mismo, por favor.
Se pasó la lengua por los labios antes de comenzar a hablar. Estaba enfadado, pero había algo más en la expresión de su rostro.
- ¿Qué pasó ayer con él?
- ¿Qué? -Pregunté con incredulidad.
- ¿Qué pasó ayer con él? ¿Qué les estabas contando a las chicas cuando he entrado en la cocina? ¿Por qué te has callado cuando he aparecido?
- Louis...
- Dímelo.
- ¡Nada! ¡Nada, de verdad!
No podía contárselo. No si Rosa no quería.
Incluso aunque eso implicara su enfado.
- Te conozco, sé cuándo me mientes. ¿Por qué me mientes? -Era dolor lo que había en su voz.
- Louis, por favor, no -le abracé con fuerza y apoyé la cabeza en su pecho-. No estoy mintiéndote.
- No sabes cómo me está doliendo todo esto.
Busqué su mirada.
- No, no tiene que dolerte nada. ¡No! Está todo bien, está todo bien entre nosotros.
Estaba completamente nerviosa. No soportaba verle así.
- ¿Qué pasó ayer con él? -Preguntó de nuevo-. ¿Por qué no me has contestado?
- Porque no me puedo creer que estés dudando de mí, pero...
- ¿Cómo no voy a dudar? -Me cortó-. Así empezó todo. Conmigo. Pero igual ya te has olvidado -levantó un poco la voz y abrí la boca hasta el suelo.
- No me hables así...
Hice intención de darme la vuelta pero cogió mi brazo y me lo impidió. Se acercó a mí y me rodeó con sus brazos. Realmente no podía enfadarme con él, no cuando le veía así de roto. Lo estaba pasando mal y ni siquiera sabía cómo convencerle de que estaba todo bien.
- Perdona, perdóname, por favor, lo siento -me cogió la cara. Sus ojos brillaban-. Judi, por favor, aléjate de él.
Me quedé callada durante unos segundos.
- No puedo alejarme de él, y no tengo por qué hacerlo... -Traté de explicarle con calma-. Sólo somos amigos, de verdad. Créeme, por favor, olvídate de él, no es nada. No tiene ningún interés en mí...
- Claro que lo tiene. Por favor, te lo estoy pidiendo.
- No, no lo tiene. Y tú... Tú no tienes ningún derecho a pedirme esto, Lou. Ya lo viví una vez, no quiero una segunda, no me hagas esto.
- Ya, ya lo sé, ya sé que no tengo derecho. Pero... Por favor. No me siento seguro cuando él está cerca. Me hace... Dudar. De ti, de mí, de todo.
Cerré los ojos. De verdad sentía su dolor. Aferré su camiseta con una mano y le miré fijamente.
- No tienes que dudar, de nada. Confía en mí, por favor. Por favor, yo también te lo estoy pidiendo. Esta noche hablamos...
- ¿Cómo voy a confiar en ti? Ni siquiera me has dicho qué pasó con él...
- Louis, esta noche...
- Si tienes algo que decirme, hazlo ahora.
No, no iba a decirle en esos momentos que quería estar con él. No así, cuando los dos estábamos tan nerviosos. No así, cuando ninguno de los dos se encontraba bien. No con ocho personas fuera de la cocina. No, porque era una cosa demasiado seria para hablarlo de esa manera.
- Louis, escúchame, ¿recuerdas que ayer te dije que teníamos que hablar? Esta noche, ¿vale? Sí tengo algo que decirte, pero no tiene que ver con Alex, sólo quiero hablar contigo. Por favor, tienes que confiar en mí.
Acaricié su rostro, deteniéndome en sus labios y los besé con delicadeza.
- ¿Qué pasó anoche? -Insistió-. No soporto no saberlo.
Me alejé de él.
- No debería contestarte. ¿Por qué estás tan obsesionado? ¿De verdad me crees capaz de estar con otro chico?
Me miró fijamente y sus ojos azules brillaron aún con más intensidad.
- ¿Sabes qué? Puedes hacer lo que te de la gana, con él y con quien quieras.
- Louis... -Traté de acercarme a él pero se echó hacia atrás.
- Al fin y al cabo, tú y yo también somos solamente amigos.
Me esquivó y salió con rapidez de la cocina.
- ¡¡Louis!! -Grité, saliendo tras él-. Louis, no te vayas...
Antes de que yo llegara a la puerta de casa ya la había cerrado, marchándose.
Dejé caer mis hombros y suspiré un par de veces antes de darme la vuelta y caminar hasta mi habitación.
Ni siquiera sabía cómo sentirme.

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Gracias por todos los comentarios, y por desearme suerte con los exámenes ^.^

Nerea, de verdad que tus comentarios me alegran la vida, cuando los leo me dan ganas de escribir 27934 capítulos por días JAJAJA Gracias :)

@LookAfterYou28'

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionWhere stories live. Discover now