LXXIX

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[Punto de Vista Louis]
Niall y Zayn vinieron a casa y los cuatro nos cogimos un taxi hasta la puerta de la discoteca, donde habíamos quedado con las chicas. Liam llegaría más tarde, con Ana. Parecía que se habían entretenido...
Estaba tranquilo sabiendo que era Ana quien estaba con él. Era una buena chica y sabría cómo cuidarle y, sobre todo, cómo mantenerle alejado de Sophia. O eso esperaba. Estaba convencido de que no tardaría demasiado en hacer acto de presencia en la vida de Liam de nuevo...
Judith, Alba, Jud y Rosa nos esperaban en la puerta del local. Mi pequeña española se abrazaba a sí misma, como no; estaba muerta de frío.
- ¡¡Hola!! -Saludamos al llegar.
- ¿Llevais esperando mucho? -Niall se acercó a Rosa y la besó.
Me hubiera encantado hacer lo mismo, pero no sabía cómo se lo tomaría. En medio de la calle, rodeados de gente... No quería eso de momento.
- Un poco -admitió Alba-. ¿Entramos? Hace frío.
Cuando pasamos el control de los porteros me adelanté unos pasos y aferré la mano de Judith. Se giró, me miró y sonrió con sinceridad.
- Hola -leí en sus labios.
La hice detenerse para besarla en la mejilla y, tras bajar unas escaleras, llegamos al lugar donde verdaderamente estaba todo el mundo.
- Vaya -la oí decir.
La verdad es que había muchísima gente.
- ¡¡Chicos!! -Gritó Niall, delante de todos-. ¡¡Al lado de la barra, al fondo!!
Niall nos dirigió a todos hacia un lugar más o menos tranquilo, aunque teníamos que estar apretados igualmente.
- ¿Quién da la fiesta? -Me preguntó Judith, una vez allí.
- ¿Conoces a Danny Jones?
- Mmmm... Me suena.
- Es el cantante de McFly. Hace dos días fue su cumpleaños -asintió.
- Pues sabe como celebrarlo.
Sabía que no tardaría demasiado en quedarme afónico si seguía hablando a ese volumen, pero también era consciente de que no me quedaba más remedio. La música estaba altísima y no estaba dispuesto a estar toda una noche callado por mi garganta. Ya me la cuidaría mañana.
Judith me regañaría por ello, desde luego.
- ¿Quieres conocerle? -La pregunté. Se encogió de hombros y cogí su mano de nuevo-. Vamos.
Sabía donde encontrarle. El año pasado hizo esa misma fiesta en ese mismo lugar y, probablemente, con prácticamente la misma gente. No necesité más que dos minutos para dar con él. Nos fundimos en un abrazo y después clavó su mirada en Judith. De arriba a abajo. Era normal, estaba guapísima.
- Hola, ¡felicidades! -saludó ella, muy simpática, con la mano.
- ¡Muchas gracias! -dijo Danny, con una sonrisa-. Te rodeas de chicas muy guapas, Tomlinson, ¿qué tengo que hacer para ser como tú?
Me reí.
- Te presento a Judith. Judith, este es Danny.
- ¡Encantada!
- Igualmente, preciosa. No sabía yo que tuvieras novia, Tommo, eres una caja de sorpresas.
Cerré los ojos momentáneamente. Qué comentario tan doloroso. ¿Cómo explicar que esa chica tan preciosa que estaba a mi lado, y de la que llevaba sin separarme un mes, era solo algo más que una amiga, sin llegar a nada serio?
- No, ella... Ella es... Es una amiga -dije al fin.
- Ya -me guiñó un ojo.
Alargamos la conversación unos diez minutos, hasta que una marea de chicas se acercaron a él; especialmente una rubia que le abrazó con efusividad. Con demasiada efusividad, de hecho. En esta ocasión fui yo quien le guiñé un ojo.
Volvimos a donde estaban todos y me acerqué a la barra con la intención de pedir algo, aunque sabía que los hielos no eran la mejor opción. Sentí cómo Judith rozaba mi espalda y se colocaba a mi lado.
- ¿Me pides?
- Sí, claro.
- ¿Así que soy una amiga? -Comentó divertida.
No le veía la gracia, la verdad.
- No eres mi novia, y hasta que no lo seas no hay otra manera de definirte.
Permaneció callada.
- Sólo era una broma -agachó la cabeza y la cogí el mentón al instante hacia que la subiera de nuevo.
- No bromees con esto, por favor -hice una mueca y después la besé en la mejilla.
- Lo siento...
Se alejó unos centímetros de mí y, cuando llegó nuestra bebida, fue hasta donde estaban Rosa y Alba.
Puede que hubiera sido demasiado brusco, pero no podía imaginarse el daño que me hacía en ocasiones comentarios así.

[Punto de Vista Judith]
Había sido una idiota, desde luego. Estaba intentando evitar conversaciones de ese estilo pero bromeaba con ello. ¿Qué me pasaba por la cabeza?
Siendo sincera conmigo misma, no me había sentado muy bien que Louis dijera que soy una amiga. Una simple amiga. Pero llevaba razón, ¿de qué otra manera podía definirme si rechazaba una y otra vez estar con él?
Era una idiota, sí, definitivamente sí.
Me fui con Rosa y Alba para intentar distraerme y, como siempre, al lado de ellas lo conseguí. A la segunda copa ya se me había olvidado lo que había pasado con Louis y disfrutaba de mis amigas al ritmo de Blurred Lines, de mi adorado Robin Thicke. Harry se había unido a nosotras; especialmente a Rosa.
¿Y Ana y Liam? ¿Cómo no habían podido llegar todavía? Cuanto vicio, de verdad...
Me giré inconscientemente como si de esa manera fueran a aparecer ante mí y lo que vi fue algo muy diferente. Al principio no lo distinguí con claridad, nunca había visto demasiado bien de lejos y la marea de gente ante mí no ayudaba, pero después lo tuve claro. Cogí a Rosa del brazo, sin mirarla, sabiendo que estaba a mi lado y la empujé contra mí.
- Mira, Rosa. Mira. ¡Max!
- ¿Qué Max? ¿Tu Max?
- ¡No, tonta! Max. ¡Max! ¡El calvo!
Abrió la boca hasta el suelo.
- ¡¡¡Y Jay!!!
Y Nathan. Y también Tom y Siva. Yo les conocía bien, pero Rosa... Lo de Rosa era otro nivel. También les adoraba a ellos.
- ¡¡Madre mía!! -Exclamó.
- ¿Qué pasa? -Alba se acercó a nosotras y la señalé con la cabeza.
- The Wanted -la expliqué-. Joder, Nathan... -Siempre me había encantado-. Cuando llegue Ana y le vea se nos muere, eh. ¿Liam y Nathan en una misma semana? Se muere.
- Se muere -apoyó Rosa-. Y espérate que no me muera yo.
Allí estaban, bailando divertidos, animados, acompañados de dos chicas al lado de Tom y Siva.
Entonces, y no sabría decir bien por qué, cai en la cuenta de ello.
- Oye... Se llevaban mal con estos, ¿no?
Rosa me miró con los ojos abiertos y asintió.
Se llevaban mal con nuestros chicos y ahí estábamos las tres, completamente giradas, mirando fijamente. Premio para nosotras.
Justo en el momento en que iba a decir que deberíamos dejar de hacer eso, una rubia apareció de la nada y se abrazó a Nathan. Juraría que la había visto antes...
Comenzó a bailar en torno a él. Probablemente la rubia a ojos de la mayoría de los chicos resultara impresionante, pero lo cierto es que Nathan la miraba con cara de desagrado.
¡Ya sabía quién era! Se le había acercado de igual manera a Danny antes.
Vaya con la tía, no perdía el tiempo...
- ¿Veis a la chica que está con Nathan? Antes cuando hemos ido Louis y yo a saludar a Danny, se le ha lanzado al cuello.
- Qué loba...
- Aham.
Me giré para volver a unirme de estos. Zayn, Harry y Louis hablaban; el último nos miraba.
- ¿Y Niall? -Preguntó Rosa, gritando, claro-. ¿Y Jud?
- A buscar los baños.
Louis se acercó a mí y me cogió por la cintura.
- ¿Estás enfadada? -Susurró en mi oído. Negué con la cabeza y buscó mis ojos.
- No, para nada.
- Perdona por haberte hablado así antes.
- No tienes que pedirme perdón, ha sido culpa mía.
- Pero no debería haberte hablado así.
- Lo raro es que no me hables así más veces -suspiré. Llevaba razón en tantas cosas... Si yo fuera él, probablemente estaría algo cansada de todo esto-. Soy una idiota.
Me cogió la cara, juntando nuestros rostros.
- Como ya te dije en su día, eres una idiota de la que estoy completamente enamorado -sonreí ante esas palabras y nos abrazamos-. Y ahora dime a quién mirabáis tanto, aunque en realidad sé la respuesta. ¿Tengo que estar celoso? -Enarcó una ceja y reí.
- ¡¡No!! Soy tuya -rocé sus labios con mi nariz y sentí la sonrisa bajo ésta-. ¿No has visto quién bailaba con Nathan? O quien intentaba bailar con él, que es más preciso.
- No.
- La rubia que antes se ha lanzado a por Danny.
Frunció el ceño.
- No me acuerdo de ella.
- No finjas que no te acuerdas. Estoy segura de que has pensado "¡vaya culo!"
- No tengo ojos para otra que no seas tú y tu... -sonrió ampliamente, dejándolo en el aire, con los labios apretados y reí de nuevo.
- Bueno, pues era divertido ver cómo ahora lo intentaba con Nathan, supongo que con Danny no lo ha conseguido...
- No hace falta que me mientas, si te gustan puedes decírmelo.
Le pegué en el pecho.
- ¡Pero que es verdad!
- Ya. ¿Pedimos?
- Sí, vamos -nos acercamos hasta la barra y nos apoyamos en ella, mirándonos.
- Eres una mentirosa -dijo con tono burlón.
- ¡¡Louis!! A ver, claro que he empezado a mirar por ellos. Nunca les había visto en persona, ¿vale?
- Así me gusta, que seas sincera.
- Me gusta Nathan, me gusta su voz. Y ellos pues... Sin más. No están mal. Pero luego lo que nos ha llamado la atención ha sido...
- ¡Ya, ya, ya! -Me cortó-. Me parece todo estupendo -pasó un brazo por mi cuello, atrayéndome hacia él y me besó en la frente, mientras se reía.
- Que te den.
- ¿El qué?
- ¿El qué de qué?
- ¿Qué me den el qué?
Rompí a reír a carcajadas.
- Deja de vacilarme.
- ¡¡Jamás!!
No podía dejar de sonreír. Nos sirvieron, con bastante lentitud las copas, y cuando me giré me encontré con la imagen que menos me hubiera esperado. Y también con la que menos me hubiera gustado ver.
La famosa rubia que no dejaba de acechar chicos ahora lo intentaba con uno de los míos. Sujetaba la camiseta de Harry con un dedo mientras que con la otra mano sostenía un vaso del que bebía con una pajita. Mientras le miraba. Le estaba provocando absolutamente.
No, eso sí que no. A mi Harry no se le acercaban chicas así.
- ¿Qué te pasa?
- Es ella, Louis. La rubia de Danny y de Nathan. Está con Harry -dije sin apartar la vista de ellos.
- Ya es mayorcito, Judi. Déjale.
- Ya, pero... No me gusta para él.
Rió a mi lado y entonces le miré.
- ¿Y quién te gusta para él?
- Pues... No sé. Ella no.
- No eres su madre. Déjale, él sabrá lo que hace, pequeña -me besó en el pelo y cogió mi mano-. Vamos a divertirnos.
Dos horas después lo estaba haciendo realmente, con unas cuantas copas de más.

[Punto de Vista Jud]
No sabía de qué manera preguntarle a Zayn por lo que le pasaba por un principal motivo: no sabía de qué manera acercarme a él. Y eso ya era el colmo de la preocupación. Estaba extraño conmigo. Me había dado un abrazo al principio, me hablaba, estaba algo pendiente de mí... Pero no como estos días de atrás. Era totalmente diferente. Era como si... Como si ya no quisiera pasar tanto tiempo conmigo.
Cuando Alba me trajo la quinta copa, ya me importaba poco encontrar un motivo para acercarme y preguntarle con disimulo. Lo haría directamente.
- Zayn -le cogí el brazo cuando se acercó a la barra, solo, y me miró-. ¿Qué te pasa?
- Nada -me contestó con confusión-, ¿por qué dices eso?
- Porque te noto algo raro...
- Que va -me sonrió. Pero no era su sonrisa habitual-. Estoy cansado, eso es todo. ¡Camarero! -Miró hacia la barra y yo agaché la cabeza. Me estaba mintiendo, lo sabía perfectamente-. Jud, ¿quieres algo?
- Que no estés así -contesté de inmediato, sin tener tiempo de procesar las palabras que le iba a decir. Me miró con sorpresa en su rostro y después se acercó más a mí para abrazarme-. Me preocupo si te veo así...
- Pues no te preocupes porque está todo bien -me cogió la cara y sus ojos me traspasaron completamente-. Pero gracias, eres la mejor.
Le conocía bien, aunque él no supiera que lo hacía, y estaba convencida de que le pasaba algo. Pero, al menos, después de aquello, volvió a ser un poco el que siempre era conmigo.

[Punto de Vista Judith]
Rosa y yo tardamos aproximadamente un cuarto de hora en llegar al baño, que estaba justo al otro lado de donde habíamos establecido nuestro campamento. Y cuando entramos estaba lleno, como no podía ser de otra manera. Y lo peor es que, aunque estuviera pasándomelo increíblemente bien, empezaba a tambalearme. ¿Cuántas copas llevaba? ¿Seis? ¿Siete? ¿Y chupitos? Maldito Liam y sus chupitos... ¿Por qué tenía que haber llegado?
Avanzamos unos pasos y quedamos frente al espejo. Y allí estaba ella de nuevo. Puse los ojos en blanco. La rubia pesada y acosadora de chicos guapos y famosos. Se estaba retocando el maquillaje y le di un codazo a Rosa para que la mirara. Era evidente por qué estaba ahí; sólo quería cazar.
Y a Harry no se le cazaba de ese modo. No, no y no.
Después de que él la rechazara sutilmente, la había seguido con la mirada para ver que había ido en busca de Pharrell Williams -al que, por cierto, también amaba. Luego la perdí la pista pero no me hizo falta verla para saber qué estaba haciendo.
Hacía una hora o por ahí que había vuelto a acercarse a Harry.
- ¡Pero qué pesada! -Exclamó Rosa, quizá demasiado fuerte-. ¿Por qué no se va ya a su casa? ¿No ve que no consigue a nadie?
Compartía su opinión, la verdad.
Pero tuvimos que hacer frente al momento de intentarlo con Harry una vez más. No sabría decir cuánto rato después, pero la rubia volvió. Por entonces ya habíamos descubierto que se llamaba Amy y tenía 23 años.
Se ponía de puntillas para hablar a Harry al oído y, de repente, él ya no parecía tan molesto con su presencia.
- Louis... -Me acerqué a él y me miró con esa dulzura con la que me miraba siempre. Aunque estaba bastante afectado por el alcohol, no había más que verle.
- Dime.
- No me gusta para Harry...
Rio y desvió su mirada hacia otro lado para después darle un trago a su copa.
- En serio, Louis... -Apoyé la mano en su pecho y le hice mirarme-. Tengo la sensación de que si consigue algo con él mañana lo sabrá hasta mi madre. ¿No podemos decirle algo?
- ¿Y qué le vas a decir?
- ¡No lo sé! Habla con él.
- ¿Yo? Ya es mayorcito, ya te lo he dicho antes.
- Louis, es tu amigo... Imaginate que le hace daño.
- ¿Daño?
- ¡Claro! ¿Si lo cuenta por ahí crees que no le hará daño?
- ¿Y qué quieres que le diga? ¿Que deje a esa chica porque tienes una sensación? Ni siquiera sabemos qué quiere con él.
- Eso es evidente. Y Rosa y Jud tienen la misma sensación que yo. La misma. Alba y Ana no sé, porque están a lo suyo. Pero si todas la vemos igual es porque...
- Joder -dijo de pronto, haciendo que me callara. Miré hacia el lugar donde se dirigían sus ojos y vi cómo Rosa se había acercado a Harry, apartando a la tal Amy, le cogía de la mano y se le llevaba a la barra, lejos de donde estábamos.
Avancé un par de pasos para poder ver mejor, y escuché la voz de Niall a mi lado.
- ¡¿Qué coño hace?!
El tono de enfado en su voz era más que evidente.
Me giré para mirar a Louis.
- ¿Ves como tenía que haber ido a hablar yo? Ya se ha vuelto a liar.

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@LookAfterYou28

All their little things | Fan-fic de Louis Tomlinson y One DirectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora