Eris (ChaEunWoo)

XLVI

Eunwoo

Sentía la rabia por todo mi cuerpo, quería destrozar a Callahan en mil pedazos.

Por su culpa, vi morir dos veces a la mujer que amo y casi la pierdo una tercera vez. La había traído hasta aquí pensando que estando a mi lado la mantendría a salvo sin pensar que el responsable de sus muertes pasadas era mi propia familia.

—¿Por qué...? -la garganta me quemaba y me era difícil hablar

—¿No es obvio? -me empujó lejos de él -¡Lo hice por todos nosotros?

—¿Por nosotros?

—Si tu encontrabas a tu Eris, Helen y yo nos quedaríamos tal cual mientras tu envejecías y morías

—¡Todos ustedes pueden encontrar a su Eris, Callahan! ¡No solo yo!

Callahan se burló.

—¿Recuerdas a esa chica que conocí en Polonia en 1810? -tragó saliva -pensé que ella era mi Eris -susurró -pero cuando se lo dije, se asustó tanto que tuve que matarla en ese mismo momento y Helen, tiene tanto miedo de decir quién es que jamás se lo ha confesado a nadie ¿Qué oportunidades tenemos nosotros dos de encontrar a nuestras Eris? ¿Ah? ¿Cuánto tiempo más vamos a tardar? Mientras que tu envejeces y te vemos morir sin que podamos hacer nada

—Esa es mi elección, Callahan ¡Nunca debiste decidir por mí!

—¡Pues no voy a dejar que abandones a la familia! ¡Estamos juntos en todo esto!

Sus ojos encontraron a Lilian y cuando dio un paso hacia adelante, me adelante a sus movimientos para tratar de detenerlo, pero claramente su juventud significaba también más fuerza, por eso el golpe que me dio me aturdió un poco haciéndome caer al suelo y dejarme atrás para ir directo a ellas. Helen intentó intervenir, pero del mismo modo fue golpeada y derribada.

Lilian

—Por tu culpa -chilló -mi familia está por destruirse

Lilian solo pudo dar dos pasos hacia atrás.

—¡Callahan!

Me levanté del suelo para correr hacia él y lo logré, pero él también logró arrogar a Lilian por los aires hasta que se estrelló contra una de las paredes y cayó inconsciente al suelo.

—¡Lilian!

—¡Ella es un maldito humano débil que va a morir, Eunwoo! ¡¿Por qué no puedes darte cuenta de eso?!

—¡Ya cállate!

Me fui contra él con toda la rabia emanando de cada poro de mi cuerpo y una pelea comenzó.

Nos lanzábamos golpes y chocábamos contra los muebles de la habitación mientras escuchábamos cómo las cosas caían al suelo y algunas de ellas se rompían.

En mis tantas investigaciones sobre nosotros, encontré la manera de matarnos, esa información me hubiera gustado saberla cuando intente suicidarme en 1858, pero la información llego a mis hasta 1960 mientras vivíamos en Londres. Había visitado una vieja biblioteca y había encontrado un libro sobre demonios, monstruos y otros seres que a diferencia de otros libros este mencionaba que la manera en que uno de nosotros podía morir, era rasgar su corazón con la fuera de uno de los suyos. Guardé la información con esperanzas de jamás usarla, pero el hecho de que ahora tenía que hacerlo, me desgarraba el corazón y no precisamente para morir, tengo que decidir, tengo que decidir entre mi familia o mi Eris.

En una vuelta logré sujetar a Callahan contra la pared de manera que pude detenerlo y someterlo completamente.

—Lo siento, Callahan

Y lo hice. Mis dedos perforaron su piel, justo en el pecho y pude sentir su eterno corazón latiendo ante la yema de mis dedos, pero dejé de pensarlo por mucho tiempo y simplemente tiré de mi mano, rasgando su corazón y haciendo que la sangre brotara de su cuerpo sin parar.

—Lo siento -lloré mientras él balbuceaba y con delicadeza deslizaba su cuerpo para recostarlo sobre el suelo

—Todo... -balbuceó -todo esto... lo hice por nosotros... porque somos, familia

—Siempre seremos familia, Callahan, siempre -me incliné un poco para dejar un beso en su frente -siempre seremos familia

—¡Callahan!

Helen se tumbó junto a mi y miró el desastre, el cuerpo por fin sin vida del pequeño Callahan y mi mano llena de sangre. Pensé que me diría algo, pero no dijo nada y solo lloró, al igual que yo.

Terminé dejando el cuerpo de Callahan sobre los brazos de Helen y me arrastré hasta Lilian que seguía inconsciente en el suelo.

—¿Lilian?

No había sangre por ningún lado, pro necesitaba llevarla al hospital para que se aseguraran de que no tenía ningún daño interno así que la tomé en mis brazos y me levanté del suelo para irnos.

—Fue lo correcto -dijo Helen a mis espaldas haciéndome detenerme -lo que hiciste, fue lo correcto, Eunwoo

Tragué saliva y aprete mi mandíbula para controlar las lágrimas que me quemaban en la garganta.

—Lo sé -susurré -sé que fue lo correcto, pero... me hubiera gustado que las cosas fueran diferentes

Y salí de lahabitación directo a las escaleras y después directo al auto donde dejé aLilian en la parte de atrás y con rapidez conduje hasta el hospital.