XXII

148 13 0
                                    

Hanseong, Corea, 1578, Dinastía Joseon 

Estoy cansado y quiero irme a casa, pero aún necesito terminar el trabajo o mañana será aún más que lo que tengo ahora. Pero, aun así, nada me impedía salir un momento a estirar los músculos, desentumir el cuerpo un momento ayudaría a mi cabeza a refrescarse un poco.

Dejé todas mis cosas en mi escritorio y salí de la sala para dar un paseo, a estas horas el palacio está muy silencioso, es casi de noche y casi todos ya han terminado sus pendientes y se han ido a casa, menos yo. Mientras caminaba a paso lento, disfrutando de mi paseo, terminé encontrándome con un grupo de hombres que murmuraban algo, no entendía, hablaban demasiado bajo como para poder escuchar lo que decían, pero al parecer era algo importante porque las expresiones en sus rostros así lo señalaban y estando en el palacio, lo primero que se me vino a la mente fue que probablemente algo le paso a algún miembro de la familia real, así que no perdí tiempo y me acerqué a ellos para enterarme del nuevo chisme que probablemente rondaría por todo el palacio en cuestión de minutos a partir de ahora.

—¿No lo has escuchado ya? -pregunto un anciano

—No, claramente no, por eso es que pregunto -dije un tanto molesto por la estúpida pregunta

—Encontraron un demonio -dijo otro

—¿Un... demonio? Dice

—Sí, una mujer

Eran cinco hombres en un círculo y cada uno hablaba después del otro haciéndome rotar cada vez más mi cabeza de izquierda donde empecé hasta la derecha donde estaba el ultimo.

—Dicen que la capturaron a las afueras de Hanseong después de matar a ocho viajeros

—¿Cómo es que una mujer pudo con tantos hombres ella sola? -me era inaudito algo como eso

Una mujer, sola, era imposible que hubiera podido matar a ocho hombres sin salir mal herida.

—Eso es lo extraño

—¿Están seguros de que fue ella?

Dudaba de las cosas como estas. Hace nueve años, el hermano de mi padre fue encontrado en uno de los callejones de la ciudad, inconsciente y con el cuerpo de una dama de compañía a un lado de él. Al ver su ropa llena de sangre no hubo dudas de que él la había asesinado mientras estaba ebrio, pero él siempre se defendió diciendo que alguien los había asaltado a medianoche y la habían matado a ella primero y él intentó detener el sangrado, por eso su ropa manchada, pero nadie le creyó, menos, cuando su historial había estado lleno de peleas pasadas, apuestas y esas cosas, así que al final, por más que suplicó que él no había sido, fue sentenciado y llevado a la horca. Mi padre y yo poco pudimos hacer para intentar ayudarlo, le creímos, pero no pudimos hacer nada más. Así que las palabras de estos hombres, no me las creía del todo.

—Los testigos dicen que fue ella, que la vieron bebiendo la sangre de todos ellos

—¿B-Bebiendo la sangre? -cada palabra que salía de estos hombres era más desconcertante que la otra

—¡Sí! La mujer tenía la boca llena de sangre que bebió de ellos

¿Eso realmente era obra de un demonio?

—¿Qué harán con ella ahora? -preguntó uno de los hombres, el que tenía frente a mi

—Lo único que escuché -dijo el de mi derecha -es que ahora mismo la tienen encerrada, mañana será juzgada en la plaza principal del palacio y lo más probable es que terminen matándola

Todos nos quedamos un momento en silencio. Si todo lo que se decía en este círculo era verdad, entonces esto era una verdadera locura.

¿Una mujer que mató a ocho hombres con la única finalidad de alimentarse de su sangre?

Eris (ChaEunWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora