XXXVII

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París, Francia, 1718, reinado de Luis XVI de Francia

Eunwoo

No estaba muy feliz de haber regresado a París ahora que estaba cómodo en Rusia, pero las cosas no están marchando muy bien políticamente y solo a mí se me ocurrió elegir que soy suboficial del ejército y hacerme de esa identidad ahora. Así que tuve que regresar. Helen y Callahan llegarían en dos semanas, así que por el momento solo era yo en casa y algunos empleados.

Venía de regreso de las oficinas militares después de una reunión oficial para hablar sobre las acciones diplomáticas en contra de España, todos los civiles estaban medianamente tranquilos, hace dos años que comenzó la guerra de la Cuádruple Alianza y su querida Francia estaba en línea de entrar en cualquier momento en combate también.

Mientras caminaba por la avenida de la nada comencé a escuchar un fuerte ruido que venia del lado derecho de la calle. Un conductor de un carruaje había perdido el control de su caballo y ahora avanzaba peligrosamente haciendo que muchos peatones que se le cruzaban se lanzaran hacia un lado para evitar que los golpear, pero una chica, no lo lograría. La mujer estaba paralizada probablemente por el miedo justo en el camino de los caballos, sé que no alcanzaría a reaccionar y sé, que yo no la dejaría morir.

Maldita sea

Mis pies se movieron mucho más rápido que mis pensamientos y para cuando me di cuenta de lo que había hecho, los dos ya estábamos en el suelo, habíamos esquivado el carruaje que solo había avanzado unos metros más antes de que cinco oficiales a caballo alcanzaran a detenerlo.

Algunos curiosos se acercaron a nosotros para ver cómo nos encontrábamos, pero de mi parte, me encontraba excelentemente bien, así que me levanté del suelo y amablemente estiré mi mano hacia la chica para ayudarla a levantarse.

—M-Muchas gracias -tartamudeó

Solo acepté con la cabeza, no quería hablar con ella ni que hicieran una fiesta de haber sido un héroe así que solo quería irme lo más pronto posible y eso hice, pasé por un lado de ella esquivando a las personas para alejarme, pero a unos cuantos pasos, todo se detuvo, mies pies dejaron de avanzar y mi cuerpo se paralizo. El olor fétido de la ciudad había cambiado por completo y de inmediato por un hermoso aroma a flores. Eran muchos aromas dulces en una sola brisa, una brisa que venia de detrás de mí.

Era tan dulce que no pude evitar cerrar los ojos para disfrutar mejor.

¿De dónde viene tan cautivador aroma?

Me di la vuelta y lo supe. El aroma tan encantador venia de la chica que había salvado, especialmente, de su sangre. Al parecer al quitarla del camino, accidentalmente se hirió la palma de la mano con un pedazo de vidrio de alguna botella rota, de su herida sangrante emanaba tan encantador olor.

No puede ser

Por años, Helen y yo buscamos maneras, respuesta, soluciones para volver a ser humanos y no encontramos más respuestas que el encontrar a nuestra Eris, esa famosa pareja destinada, nuestra única oportunidad en el mundo de volver a ser los de antes. Sinceramente yo me rendí con eso en cuanto supe que tenía que hacer una entiansis, pero ahora... la oportunidad estaba frente a mí.

Respiré profundo, apreté los puños y volví a acercarme a la chica.

—Lamento mis malos modales -dije -pero, veo que se ha lastimado

—Solo es una pequeña herida

Su voz... era suave y dulce, como un tteok (pastel de arroz dulce)

Eris (ChaEunWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora