III

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Ciertamente me preocupaba un poco, había cosas que podía recordar con facilidad en el primer instante en el que veía algo o estaba en alguna habitación de la casa, pero ¿Por qué no podía recordar cosas como estas? ¿Por qué no recordaba no haber usado teléfono o computadora? ¿Por qué no recuerdo haber pintado esos cuadros? ¿Por qué no recuerdo haber cocinado nada cuando era algo que solía amar?

Tomé uno de los pinceles que estaban sobre la mesa a un lado del caballete, el que estaba manchado de un todo verde oscuro, como el césped de la pintura incompleta.

—¿Habría posibilidad... de ir al pueblo? -pregunté

—No lo creo

—¿Por qué no? -dejé el pincel y la miré

—Eunwoo no lo permitiría

—¿No? ¿Por qué no? 

—No solías salir al pueblo, si no es con él, no permite que salgas y como él se la pasa trabajando... no solías ir a ese lugar

—¿Por qué no me deja salir? -sonreí nerviosa

—Porque es un tanto... paranoico, piensa que, si sales sin tenerlo a él cerca, te pasará algo grave

—Pero ¿Ni aunque tú me acompañes?

—No -negó con la cabeza -ni conmigo y viendo que acabas de despertar después de dos semanas de estar inconsciente de un accidente de auto en el que él no iba, dudo mucho que logres hacerlo cambiar de opinión sobre dejarte ir al pueblo tu sola o conmigo

—¿Siempre ha sido así?

—¿Así de paranoico cuando se trata de ti y tu seguridad? Sí

—¿Por qué?

Dudo mucho que yo haya aceptado estar con una persona así. Me gusta mi libertad, me gusta moverme sin tener que depender de nadie, es mi esposo, sé que ahora hay más cosas que debemos hacer juntos, pero aun así, salir al pueblo yo sola no tiene por qué negármelo, menos si voy con alguien de confianza como Helen.

Tenía algunas preguntas así que después de dejar a Helen en un punto del pasillo, bajé a la primera planta para ir a la oficina de Eunwoo.

—Adelante

Cuando me vio, sonrió y dejó de lado la pluma que tenía en la mano para levantarse y acercarse a mí.

—¿Qué trae a mi esposa a visitarme en el trabajo?

—Estas en casa -sonreí -puedo ir a donde quiera en esta casa ¿No?

—Así es, esta casa es tuya, puedes hacer lo que quieras con ella, ven -me tomó de la mano para llevarme a un sofá que había frente a una chimenea que estaba encendida -¿Quieres que traiga un poco de té? -se sentó a mi lado

—No, está bien, solo... quería hacerte unas preguntas

—¿Preguntas? ¿De qué?

—¿Qué... qué pasó el día del accidente? -dejó de sonreír -Helen dice que no me dejabas salir sin que tu fueras conmigo ¿No?

—Sí -susurró

—¿Por qué yo iba sola en el auto? ¿Qué paso?

Tragó saliva y después de una pausa, encontró las palabras para continuar. 

—Ese día... -se lamió los labios

No sé qué pasaba, pero parecía... nervioso.

—Tuvimos una pelea

Eris (ChaEunWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora