XXXI

123 12 0
                                    

Eunwoo

     —Esa es la verdad de todos nosotros

Había pasado toda la noche hablando sobre mi pasado y el de todos nosotros que ahora mismo el sol brillaba con fuerza desde la ventana y ella solo me miraba, no había dicho ni una sola palabra desde que yo comencé a hablar.

—¿Lilian? -estaba nervioso de que no dijera ni una sola palabra aun cuando yo ya había terminado -¿Podrías decir algo?... por favor

—Realmente no sé qué decir... no encuentro las palabras

Se levantó del sofá y se acercó a la ventana para ver el sol.

—¿Por qué yo? -preguntó

—¿Qué?

—¿Por qué estas enamorado de mí? ¿Por qué no otra persona?

—Porque tu eres mi Eris, Lilian -me acerqué a ella -no importa cuántas vidas pasen, ni como te veas, tú siempre serás mi Eris

—¿Qué es una Eris?

—Esa es otra larga historia -miré sus ojos cansados y por un momento quise llevar mi mano a su rostro con intenciones de aliviar ese cansancio, pero tenia miedo de que rechazara mi caricia... aun así, lo intenté. Levanté mi mano con demasiada cautela hasta llevarla a su mejilla y solo cuando mi piel sintió la cálida piel de ella sentí que mi corazón se detenía a la espera de su rechazo... pero no pasó -deberías descansar primero, después te contaré esa historia

—¿Tu no estas cansado?

—No

—¿Los vampiros no duermen?

—Sí

—Pasaste toda la noche hablando, deberías estar más cansado que yo

—Estoy asustado -admití

—¿Sobre qué? -sus ojos sobre mí, esperando una respuesta, hacían que mi corazón se descontrolara

—De que me abandones -susurré

—¿Por qué lo haría?

—Por ser quien soy

—¿Quién eres?

—Un monstruo

—¿Sí? ¿Vas a matarme?

—¡No! -respondí aterrado ante la idea siquiera de lastimarla -jamás pensaría en matarte

—Entonces no eres un monstruo

—Pero, las personas así nos describen

—Las personas denominan monstruo a lo que no conocen y yo a ti sí te conozco y sé que no eres así, solo por ser diferente a lo que estamos acostumbrados no quiere decir que seas mala persona, Eunwoo

—Entonces... ¿No escaparas de mí?

—No tengo por qué hacerlo -sonrió -no lo haré

—¿Me lo prometes?

—Te lo prometo, ahora, vamos a dormir un poco, por favor

—Bien

Desde los días en que estuve con ella hace tanto tiempo, hoy, fue la primera vez que dormir plácidamente, tan plácidamente. Se me había quitado un peso de encima el simple hecho de por gin haberle confesado quien éramos nosotros en realidad y aun mejor cuando ella nos aceptó.

Eris (ChaEunWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora