II

288 20 0
                                    

Han pasado cinco días desde que desperté y ya podía levantarme de la cama. Lo que era genial porque desde el primer día había querido ver la casa. Más que para recordar, me daba curiosidad saber en qué clase de casa vivíamos los dos.

Era genial.

Era una enorme casa, casi una mansión, vieja, oscura, en un lugar donde el clima en verano seguramente era soleado, pero ahora no por la temporada de lluvias. Ahora todo el cielo estaba nublado y con lluvia.

Había un bosque detrás de la casa y al frente un gran jardín.

La casa estaba decorada como en los viejos tiempos. Pinturas en todas las paredes, cortinas largas y pesadas, adornos antiguos y muebles de madera.

­ —¿Quién es el niño? –pregunté

Eunwoo era el hombre más atento que había conocido en toda mi vida. Estábamos en una pequeña habitación donde había una pequeña mesa de té, en la segunda planta, con un arpa en una esquina y un piano en la otra. La mesa estaba enfrente de un balcón que daba directo al bosque.

Él había preparado té de durazno con algunos bocadillos. Hacía frío y al verme, corrió a mi habitación por un suéter que me obligo a ponerme o si no enfermaría.

—¿Callahan?

—Sí –lo miré -¿Es... nuestro hijo?

Soltó unas carcajadas mientras servía té en mi taza.

—No, pero más o menos

—¿A qué te refieres?

El niño era lindo. Piel pálida, cabello café, ojos grandes y lindos. No se parece en nada a nosotros, pero no descarté la idea que fuera nuestro hijo. Ahora sé que no.

—Es... sobrino de Helen –puso unas cuantas galletas en mi plato

—¿Y Helen quién es?

—Es como mi hermana –sonrió –nos conocemos desde hace muchos, muchos años, somos prácticamente familia

—¿Qué hacen aquí? –comí una galleta

—¿No te agradan?

—No, no –dije rápidamente –los dos me agradan, solo quiero saber

—Bueno, Helen está de vacaciones y le dije que podía pasar su tiempo aquí y Callahan vino con ella, le gusta mucho esta casa

—Bueno, no los culpo, la casa es linda

—¿Te gusta?

—Sí ¿Quién la eligió? –lo miré

—Yo –sonrió –sabía que iba a gustarte, por eso la compré en cuanto la vi

—Me conoces bien, entonces

—Llevo años contigo, es lo normal ¿No?

—¿Años? ¿Cuánto tiempo llevamos casados?

Bajó su taza y miró hacia el balcón. Era raro, pero parecía haber un poco de nostalgia en su mirada.

—Solo algunas semanas de casados –me miró –pero años de conocernos

—Entonces ¿Somos recién casados?

Aceptó con la cabeza.

Era triste, no recordaba la boda ni nada y me gustaría recordar un momento como ese.

Tal vez, pueda recordar algunas cosas con ayuda de mi teléfono. Si veo los últimos mensajes que mande, a las personas que les escribí y las fotos que hubiera en la galería, tal vez eso me ayudaría.

Eris (ChaEunWoo)Where stories live. Discover now