XXXII

143 13 2
                                    

Anatolía, Turquía 241 a.C reinado de Atalo I de Pérgamo

Era injusto que Azized y papá hayan ido a cazar juntos mientras que a mi me dejaron en la oficina.

—Zinon

—Dime, madre

—No olvides el banquete de hoy por la noche

Dejé los papeles y la miré.

—¿Es necesario que vaya? -volví al trabajo -tengo demasiados pendientes como para desperdiciar mi tiempo en esas cosas

—Tienes que ir, es una orden de tu padre

—También me ordenó terminar todo esto -señalé el trabajo sobre la mesa donde trabajaba

—Sabes lo que nos preocupa ahora

—Que Azized y yo consigamos esposa, aja, pero no tiene sentido

—Claro que lo tiene, en cuanto tu y tu hermano tengan 35, tu padre y yo nos iremos de aquí, fingiremos haber muerto y ustedes se quedaran con todo, necesitan herederos

—Madre -la miré con una sonrisa -faltan 10 años para que cumplamos 35, aun hay tiempo -volví a bajar la mirada

—Pero no sabes cuanto tiempo te va a tomar encontrar una esposa que acepte lo que somos

—Probablemente nunca la encontraré, pero agradezco tu preocupación

—Zinon -me reprendió -humanos o no, necesitamos una desendecia, si tu padre y yo pudimos enamorarnos, ustedes también pueden

Volví a mirarla, pero ahora con una cara sería.

—Madre, tu y papá son iguales, a menos que mi esposa sea como nosotros, no creo que una simple humana me acepte, probablemente termine matando a la primera mujer a la que se lo diga -sonreí como si fuera un buen chiste

—Encontraras una, no te preocupes -se dio la vuelta para caminar hacia la salida -como dijiste, aun tienes 10 años para encontrarla, y después de eso... toda la eternidad

Esperaba pasar desapercibido para ir al banquete, pero teniendo a mamá en casa, es imposible, ella más que nadie quiere ver que Azized y yo consigamos a una buena esposa antes de que finjan su muerte para mudarse a otro lado para siempre, pero, resulta muy anticipada su preocupación. Aun así, por la noche, al parecer mamá sin decirnos ya había pedido hacernos trajes a medida y de las mejores telas con algún modista, porque la ropa que nos pidió usar era nueva.

—¿Mamá volvió a mencionar lo de la esposa?

Los dos, Azized y yo estábamos de pie uno junto al otro en la entrada de casa esperando a que mis padres salieran para podernos ir al lugar donde sería el banquete.

—Sí

—A mí también me lo dijo -suspiró -¿Por qué tiene tanta prisa? Aun tenemos mucho tiempo

—Piensa que nos tomará mucho tiempo encontrar una esposa

—¿Humana o no humana?

—De preferencia no humana

—Bueno, si esos son sus deseos, creo que 10 años es poco tiempo, tenemos que primero identificar que mujer en esta ciudad, no es humana, después acortejarla, esperar que nos acepte y casarnos, ver que funcione y listo, eso tomará bastante tiempo

No lo había pensado de ese modo, pero creo que ahora las preocupaciones de mamá comenzaban a tener sentido.

—¿Has conocido a alguna chica que te atraiga? Hermano -preguntó

—No, hasta el momento no ¿Qué tal tu?

—No

—Entonces ¿10 años es poco tiempo? ¿Debimos haber comenzado hace cinco años como todos los demás?

—Supongo que haberle hecho caso a mamá hace cinco años hubiera sido bueno

No solíamos ir a estos banquetes Azized y yo, preferíamos ir a cazar para tener demasiada comida de reserva o simplemente perdernos en la lejanía de la ciudad para disfrutar de una buena fogata y del cielo estrellado. Pero creo que ahora tendríamos que asistir a estos banquetes más seguido si queremos encontrar una esposa apropiada.

Y esa misma noche fue nuestro debut tardío oficial, porque después de que nuestros padres nos presentaran con todos los invitados y después de que algunos nos miraron con mala cara al ser tan mayores y no haber tenido un debut oficial antes y mucho menos estar casados aún fue costumbre ahora ver a nuestra familia completa en cada uno de los banquetes y eventos sociales que se organizaban en la ciudad, incluso sabíamos que todos ellos nos habían aceptado cuando comenzaban a presentarnos a sus hijas solteras, obviamente eran menores que nosotros, no tanta diferencia de edad. Aunque hubiera muchas chicas solteras deseando casarse con alguno de nosotros, ninguna de ellas logró atrapar nuestra atención.

No era la descripción de diversión que por lo menos yo tenía y sabía que mi hermano pensaba igual, pero no era tan malo, habíamos conocido a muchas personas y aprendido un poco más sobre los humanos, pero ciertamente me decepcionaba un poco siempre que salía de esos banquetes sin haber avanzado en mi misión de encontrar una mujer apropiada para convertirla en mi esposa, incluso por un momento, pensé en resignarme en que jamás encontraría una y en que tendría que pensar en otra manera de conseguir un heredero.

Incluso pensé en dejar de asistir a esos banquetes, pero la insistencia de mamá no me lo permitió y que bueno que no lo hizo porque de haber sido el caso, jamás hubiera conocido a mi amada Eris.  

Eris (ChaEunWoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora